- Muchas personas tienen problemas para encontrar alimentos populares, como huevos, leche y levadura para hornear.
- Si puedes encontrar algunos de ellos, algunos trucos de cocina simples de almacenamiento pueden hacer que tus compras duren más tiempo.
- Y el almacenamiento inteligente también puede hacer que los alimentos básicos, como las frutas y las verduras, duren más, lo que reduce la cantidad de compras que tendrás que hacer.
- Esto es lo que los expertos recomiendan.
Ya sea que estés tratando de reducir los viajes al supermercado o almacenar alimentos que son difíciles de encontrar — como huevos, levadura o leche —, el almacenamiento adecuado es clave para que tu comida dure.
Estas son algunas recomendaciones de expertos para que aproveches al máximo tus compras con ayuda de tu congelador y otras herramientas de cocina.
Alarga la vida de los huevos guardándolos en el congelador o en la parte posterior de tu refrigerador
Al igual que otros artículos que se han agotado por las compras del pánico, los huevos a veces son difíciles de encontrar.
Si estás realmente interesado en abastecerte, los huevos se pueden guardar hasta por un año en el congelador.
Para hacerlo, rompe los huevos en un tazón y revuélvelos; o separa la clara y la yema. Luego vierte la mezcla en una bandeja de cubos de huelo, una bolsa Ziploc o un recipiente similar.
Puedes irlos descongelando gradualmente antes de usarlos. Idealmente, colócalos en el refrigerador durante la noche o colocando el recipiente en otro con agua tibia.
Sin embargo, no necesariamente tienes que congelar los huevos para mantenerlos por un tiempo.
El refrigerador hace un trabajo sorprendentemente bueno para mantenerlos durante un largo período de tiempo, hasta 5 semanas, especialmente si los almacenas en la parte de atrás, donde hay menos aire caliente al abrir la puerta.
A medida que pasa el tiempo, la textura de tus huevos disminuirá incluso en el refrigerador, por lo que es posible que no tengas yemas perfectamente líquidas; pero estos seguirán siendo seguros para comer.
Si el huevo está agrietado, se ve viscoso, polvoriento o descolorido; o huele mal, tíralo.
En caso de que necesites uno, muchos otros sustitutos pueden reemplazarlos en las recetas comunes, como el yogur, el plátano, el puré de manzana y las semillas de lino.
Congela hierbas, frutas y verduras para mantener sus nutrientes y que esta comida tenga más tiempo de vida útil
Congelar la comida puede alargar su vida útil. Puedes abastecerte de artículos congelados directamente de la tienda, pero si los suministros se están agotando, es igual de bueno poner tus productos perecederos en el congelador.
“Si piensas en todas las cosas puedes encontrar en el pasillo de los alimentos congelados, puedes comprar todas esas cosas frescas y congelarlas tú mismo”, dijo a Insider la dietista Kajsa Ernestam, quien trabaja con la aplicación de salud Lifesum.
Las moras, el mango, los duraznos, las cerezas se congelan bien, al igual que los plátanos. Todas estas frutas las puedes volver un licuado o, un poco congeladas, en un dulce.
Algunas buenas opciones de verduras para esté truco son: maíz, chícharos, ejotes, espinacas, pimientos. Los aguacates también se pueden congelar en trozos cuando están listos para comer.
La clave, dijo Ernestam, es congelar las cosas antes de que empiecen a madurar demasiado.
Lo mismo ocurre con las hierbas frescas. Puedes cortar una mezcla de las que quieras usar para una receta, o dejarlas casi intactas y sin mezclar.
Llena cada segmento de la bandeja de cubos de hielo con aproximadamente dos tercios de hierbas frescas, cubre el resto con aceite de oliva y congélalo durante la noche.
Cuando esto esté completamente congelado, retira los cubos y guárdalos en una bolsa Ziploc en el congelador.
Puedes hacer un truco similar con los cítricos, pero sin agregar aceite de oliva.
Vierte el jugo de limones, limas, naranjas y toronjas en una bandeja de cubos de hielo y congélalo. Es una fácil manera de agregar una explosión de sabor al agua natural, batidos, salsas o cualquier otra cosa.
Para toda esta comida, su versión congelada tiene el mismo valor nutricional que la fresca. En algunos casos, si compras los artículos congelados en la tienda, garantizas que estos conserven su frescura desde antes de ser transportados.
“Cuando se trata de valor nutricional, el congelador tiene una mala reputación, pero generalmente no daña las cosas”, comentó Ernestam.
Leche, crema y algunos quesos también pueden ir al congelador y se pueden convertir en comida con más tiempo de vida
Según Ernestam, muchas personas no piensan congelar alimentos como la leche, la crema o el yogurt, porque la consistencia de estos puede cambiar drásticamente. Sin embargo, se mantendrán más tiempo y se pueden usar en salsas, sopas y otras recetas donde la textura no importa.
“Veo a mucha gente desechando productos lácteos, pero puede tener una vida de hasta 3 meses si los congela antes de que expiren”, dijo Ernestam.
La leche y la crema se pueden congelar en una bandeja de cubos de hielo o en un recipiente pequeño. Puedes descongelarlos o agregar directamente en batidos, salsas y sopas.
El queso se puede congelar con éxito si está bien envuelto, para evitar que se queme en el congelador.
Para descongelarlo, déjalo en el refrigerador durante la noche y podrás usarlo con normalidad, de acuerdo con Cooks Illustrated. Solo asegúrate de que esté bien sellado y con la menor cantidad de aire posible en el contenedor. Así permanecerá por hasta dos meses.
Alarga la vida útil de comida como la levadura sellándola en lugar fresco y oscuro
El confinamiento por el coronavirus provocó que la levadura sea un producto difícil de conseguir.
Si logras obtenerla, asegúrate de que se mantenga activa con el almacenamiento adecuando.
Guárdala en un lugar fresco y seco, como el refrigerador o el congelador, donde se puede almacenar durante seis meses, según el sitio web de Red Star Yeast. Solo asegúrate de calentarla a temperatura ambiente antes de usarla.
Si usas un recipiente con cierre, expulsa la mayor cantidad de aire posible antes de sellarlo, para mantener la levadura más fresca.
Ese viejo paquete de levadura que está en la parte posterior de tu refrigerador o alacena podría ser bueno, especialmente si no lo has abierto.
Para verificarlo, mézclala con una cucharadita de azúcar y media taza de agua tibia en una taza medidora para ver si hace espuma, informó Red Star. Si se eleva a la marca de 1 taza, aún sirve. Si no, tendrás que comprar más levadura.
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