• Usar teléfonos celulares e internet en Corea del Norte es algo cada vez más común, pero todavía no de manera totalmente libre.
  • Castigos como la pena de muerte pueden ser impuestos por el gobierno a los ciudadanos que no respeten las reglas sobre el uso de tecnología.
  • El miedo es un arma que usa el gobierno de Kim Jong-un para que sus ciudadanos no intenten contrabandear mercancía de sus países vecinos.

Corea del Norte es llamado el reino ermitaño, una dictadura herméticamente cerrada donde es difícil para las personas obtener o enviar información.

Pero la llegada del internet y las nuevas tecnologías hace más fácil que nunca que los norcoreanos tengan accesos a los medios extranjeros, películas, radio e, incluso, pornografía.

Un nuevo reporte del Comité por los Derechos Humanos en Corea del Norte detalla la manera en que el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, también usa la tecnología para contener el flujo de información.

Las medidas van desde penas de muerte y encarcelamiento por visitar medios prohibidos, hasta aislar la red móvil nacional del país de los turistas extranjeros que los visitan.

¿Cómo se puede mantener a un país herméticamente sellado fuera de las noticias en un mundo donde el internet existe?

Ese es el reto fundamental para Corea del Norte, el reino ermitaño cuyos ciudadanos han estado en la oscuridad, literal y figurativamente hablando. El internet, los celulares, computadores, televisiones, películas y la radio existen, pero la mayoría de las personas no están familiarizados con ello.

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Radio y televisión están configurados para que los norcoreanos no puedan cambiar de estación a una señal que no sea doméstica, y el internet no es extensamente accesible para la población.

Pero cada vez es más difícil para el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un controlar el tráfico ilícito de tarjetas microSD y SIM que llegan desde la frontera con China, quien tiene acceso ilegal a los medios extranjeros o permite a la gente conectarse a internet sin restricciones.

Un nuevo reporte del periodista Martyn Williams para el Comité por los Derechos Humanos de Corea del Norte, muestra nueva luz sobre las formas en que Kim y su régimen usan la tecnología para continuar manteniendo a la población en la oscuridad, desde interferir la señal de radio hasta modificar el sistema operativo de Android para espiar a su pueblo.

1. Corea del Norte contrala herméticamente el internet

Corea del Norte no está totalmente fuera del internet, como evidencia están los numerosos ataques de hackers del estado operando desde el interior del país

Pero está herméticamente controlado el nivel de la red e históricamente nunca ha estado realmente abierta a la población general. Esto está cambiando con más ciudadanos comprando smartphones.

Como Martyn Williams escribe en su reporte: “La infraestructura entera del Estado y la seguridad de los servicios están fuertemente integradas para cortar las redes de telecomunicaciones”.

Todo está monitoreado por una agencia estatal llamada Oficina 27 u Oficina de Vigilancia de Transmisión.

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2. Corea del Norte importa baratos celulares Android de China, luego les modifica el software para espiar a la gente

Corea del Norte no está totalmente ajena a las innovaciones diarias de datos móviles o smartphones. Los ciudadanos de aquel país pueden comprar celulares que son construidos en China, pero son distribuidos bajo una marca norcoreana. Los teléfonos se parecen demasiado a los Android baratos que tú puedes comprar en cualquier tienda, pero la diferencia es que estos están precargados con un software espía instalado por el gobierno.

Alternativamente, los ciudadanos pueden comprar sus propios dispositivos desbloqueados alrededor de la frontera con China, pero pueden ser rastrados por la señal móvil de Corea del Norte.

Ocurre lo mismo con las computadoras, las cuales son producidas por Corea del Norte basadas en el sistema operativo de Linux pero llamado “Estrella Roja” que puede espiar la actividad del usuario.

3. Un software espía puede monitorear los sitios que visita la gente

De acuerdo con Williams, los celulares de Corea del Norte tienen Android, software abierto para móviles. Los ingenieros de aquel país modificaron el sistema operativo para incluir un programa llamado “Bandera Roja”, el cual espía todo lo que hacen los usuarios y toma screenshots a intervalos aleatorios para registrar su actividad. Esos “pantallazos” son grabados en una base de datos nombrada “Trace Viewer”.

A pesar de que Corea del Norte probablemente no tiene los recursos para revisar todos esos screenshots, Williams señala que es un gran mecanismo para que la gente se autocensure por puro miedo.

4. Si abres un archivo de un medio extranjero en un dispositivo de Corea del Norte, probablemente el régimen lo sabrá

De acuerdo con el reporte, los ingenieros de Corea del Norte crearon un software de marcas de agua que esencialmente etiqueta y monitorea cualquier archivo que es abierto en un dispositivo, no importa si es computadora o celular.

Cualquiera que vea una película extranjera en sus dispositivos tendría ese archivo rastreado y etiquetado. Esa etiqueta puede rastrear cada dispositivo en que se abra el archivo, por lo que, si una persona en particular está distribuyendo distintos materiales extranjeros con varios ciudadanos, el régimen probablemente podría encontrarlo.

5. El régimen opera una red móvil “dividida” en la cual los norcoreanos no pueden llamar a nadie fuera del país

Corea del Norte tiene un sistema de telecomunicaciones y su versión actual es una alianza con una firma egipcia llamada Orascom.

La red está dividida en dos mitades, de acuerdo con el reporte de Williams, una parte para los ciudadanos de ese país y otra para los turistas, ambos pueden hacer llamadas y mandar mensajes de texto dentro del país, pero no pueden comunicarse entre ellos.

Descrito como un “cortafuegos”, Williams escribe que esto establece el nivel de la restricción. Agrega que los teléfonos de los ciudadanos locales tienen el prefijo 191-260, mientras que los celulares de los extranjeros comienzan con números 191-250.

Las tarjetas SIM de los turistas encuentran su camino de regreso al país asiático, por lo que el régimen las desactiva para que no haya riesgo de sus ciudadanos las use y tenga acceso a señal de internet más amplia o a llamadas al extranjero.

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6. Ver porno es probablemente una sentencia de muerte

Williams habló con desertores de Corea del Norte, gente que huyó del régimen hacia China, Japón o Corea del Sur.

Ellos señalaron que el régimen condenará a muerte a los que vean material extranjero, especialmente por cosas ilícitas como la pornografía o por críticas hacia la familia del líder.

“Ver pornografía está fuertemente restringido. He escuchado que tú puedes ser ejecutado por ver pornografía”, señaló un desertor.

Un informe de Amnistía Internacional también encontró que un hombre que vio pornografía con su esposa y otra mujer fue ejecutado con la ciudad entera convocada para ver su muerte.

Como era de esperarse, un grupo de desertores habló sobre sus hábitos de consumo de pornografía.

Pero citando a una fuente que sabe del comercio ilegal entre la frontera de Corea del Norte y China, Williams dice que se pueden conseguir tarjetas de memoria SD que contienen material pornográfico hasta por encima de los 500 dólares. Ese precio refleja tanto la alta demanda como el riesgo de su contrabando.

7. Todos los radios que se venden están sintonizados con las frecuencias gubernamentales

Los ciudadanos de Corea del Norte compran radios que están desbloqueados solo para sintonizar las frecuencias aprobadas por el gobierno. Escuchar señalas de radio o televisión del extranjero es ilegal, y el régimen regularmente se asegura de que su gente no consuma nada subversivo. Muchos ciudadanos tienen un segundo radio que puede captar señalas del extranjero y que esconden de los inspectores.

De acuerdo con Williams, Corea del Norte interrumpe las señalas del extranjero. Esto, escribe el periodista, incluye transmitir un fuerte ruido en las mismas frecuencias para acaparar la transmisión. En particular, Corea del Norte se centra en bloquear dos estaciones administradas por el servicio de inteligencia de Corea del Sur, llamadas Voz del Pueblo y Eco de la Esperanza.

8. El Estado distrae a la gente con juegos desarrollados en el país

En un mundo cerrado donde el entretenimiento es de baja calidad o escaso, la comida es difícil de encontrar y el trabajo repetitivo e insatisfactorio, es una pequeña maravilla que filmes extranjeros y televisión internacional atraigan a los ciudadanos norcoreanos.

El Estado tiene, de acuerdo con Williams, un método de distracción: ofrecer video juegos desarrollados en el propio país.

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El reporte señala que hay más de 125 juegos móviles disponibles para jugar en los celulares de Corea del Norte, como “Volleyball 2016” y otro llamado “Ciudades futuras”. En septiembre, la BBC señaló que el país asiático creó un juego enfocado en Ronaldo que se hizo popular.

La idea es esta: si los ciudadanos pasan su tiempo con juegos producidos localmente (y pagando por ellos), ellos no están gastando su dinero en medios de contrabando ilegal.

9. Redes de WiFi abiertas están prohibidas

Corea del Norte ha hecho todo lo posible para asegurarse de que sus ciudadanos no puedan acceder casualmente a internet extranjero (o cualquier otra red).

Por un tiempo, de acuerdo con el informe de Williams, embajadas en la capital Pyongyang tenían abiertas sus señalas de WiFi. Ciudadanos con celulares que estaban cerca accedían a la red sin que los descubrieran, hasta que el estado las detectó y prohibió.

Eventualmente, Corea del Norte introdujo su propia red pública Mirae (“futuro” en coreano). Esra requiere una app para poder usarla, de acuerdo con un comunicado oficial, pero solo ofrece acceso a la red local y no al internet global.

10. Cambiando a la tecnología de transmisión de TV estrictamente controlada

Corea del Norte no tiene Netflix, pero como el resto del mundo, está cambiando a las señales en streaming.

De acuerdo con el informe de Williams, hay dos servicios de IPTV desarrollados en Corea del Norte, pero el más popular es uno llamado Manbang.  Al igual que los teléfonos, el decodificador se construye a bajo costo en China, se importa y luego se renueva como un dispositivo de marca nacional.

Las personas que poseen un dispositivo Manbang pueden recibir una gran cantidad de producción estatal, pero no pueden sintonizar señales extranjeras. Por ahora, las personas también pueden sintonizar transmisiones tradicionales por aire (incluidas las extranjeras, si tienen un televisor oculto). Pero, concluye Williams, Corea del Norte podría prohibir por completo las transmisiones tradicionales y solo emitir contenido a través de IPTV.

Esto haría aún más difícil para los norcoreanos acceder a transmisiones extranjeras.

Por Shona Ghosh. Traducido de Business Insider

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