• Se ha especulado con que, en caso de recesión, las empresas obligarán a los empleados a regresar a la oficina.
  • El economista de Stanford y uno de los principales expertos en trabajo remoto, Nick Bloom, afirma que esa modalidad llegó para quedarse.
  • Incluso si llegara una recesión, cree que los empresarios seguirán viendo valor en ese formato.
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La crisis provocada por la pandemia de Covid-19 llevó a millones de personas a realizar trabajo remoto por primera vez. Si hubiera otra recesión en el horizonte, este formato no desaparecería.

Así lo afirma el economista de Stanford, Nick Bloom, uno de los principales expertos en labores a distancia y cofundador de WFH Research, donde él y su equipo publican conclusiones sobre todo lo relacionado con el tema.

Incluso cuando las restricciones de la pandemia se han ido retirando, muchas empresas han seguido adoptando acuerdos de trabajo totalmente remoto o híbrido. 

Según una encuesta realizada en junio por WFH Research a más de 21,000 estadounidenses, 15% de los empleados a tiempo completo laboran siempre en remoto, 30% en híbrido y 55% restante lo hacen de manera presencial.

Aunque estas cifras están muy por debajo de los máximos de principios de la pandemia, se han mantenido prácticamente estables durante los últimos seis meses. 

Con las ofertas de empleo cercanas a máximos históricos en el último año, los trabajadores han aprovechado su nueva ventaja, dejando sus trabajos y uniéndose a la Gran Renuncia.

Muchos han utilizado esta situación para exigir acuerdos de trabajo flexibles, y para atraer y retener el talento. Y las empresas, a favor o no, a menudo han accedido a ello.

Pero, si la inflación sigue al «rojo vivo» a nivel mundial y la economía se mantiene en un momento «oscuro», la dinámica del mercado laboral podría cambiar. 

Si los despidos se generalizan y el poder vuelve a manos de las empresas, estas podrían sentirse más cómodas exigiendo la vuelta a los puestos laborales y desprendiéndose de quien no cumpla.

Sin embargo, Nick Bloom, ha hablado con cientos de directores generales y directivos. Su investigación sobre el trabajo remoto abarca casi 20 años, por lo que cree que ese formato (en particular los modelos híbridos) no desaparecerá si el ciclo económico da un giro a peor. 

1. «Que los empleados estén contentos»: recomendación para ahorrar en costos salariales

La investigación incluye encuestas mensuales a 5,000 adultos estadounidenses en edad de trabajar y a 1,000 empresas.

Con ello, Bloom descubrió que los empleados estadounidenses valoran un acuerdo de trabajo híbrido aproximadamente igual que un aumento de salario de 5%.

Esto sugiere que estarían dispuestos a aceptar un recorte salarial del 5% para trabajar desde casa dos o tres días a la semana. 

Las razones son diversas. En una encuesta realizada en febrero a casi 3,000 estadounidenses, 60% eligió «no tener que desplazarse al empleo» como una de las tres principales ventajas de laborar desde casa.

Después le siguió «horario flexible» (49%) y «menos tiempo para prepararse para el trabajo» (47%). 

Otra encuesta, realizada en enero a más de 32,000 personas, reveló que la ausencia de desplazamientos ahorra a los estadounidenses una media de 70 minutos al día que dedican a otras actividades, como la televisión, el ejercicio, tareas domésticas y el cuidado de los niños. Aproximadamente 30 de esos 70 minutos se dedican a trabajar más. 

Bloom añade que las tasas de abandono son «claramente inferiores» para las empresas que ofrecen acuerdos de trabajo remoto e híbridos, aludiendo a un estudio que concluyó que un acuerdo híbrido reducía las tasas de abandono 35%.

Aunque la recesión provoque algunos despidos, la necesidad de atraer y retener el talento no desaparecerá.

Si las personas quieren un entorno de trabajo flexible o remoto, Bloom espera que muchas empresas se adapten a ello. 

2. Aumenta la productividad 

La investigación de Bloom señala que un entorno de trabajo híbrido aumenta la productividad de la plantilla laboral. «Parece aumentar un poco», asegura. «No de forma masiva, pero sí del 3% al 5%».

Aunque hay otras investigaciones que apoyan esta afirmación, algunos estudios afirman lo contrario: que el trabajo a distancia reduce la productividad.

Los escépticos tienden a centrarse en el reto que supone incorporar y formar a los empleados más jóvenes a distancia.

También en el hecho de que el trabajo remoto puede ahogar la interacción cara a cara y entre equipos que puede fomentar la creatividad e impulsar la productividad. 

Bloom, no obstante, cree que estas preocupaciones deberían dirigirse más hacia acuerdos totalmente en línea.

Reconoce que, para determinadas funciones y personas, el trabajo a distancia puede no ser lo mejor para la productividad y el bienestar del empleado. Un enfoque híbrido, en cambio, no suscita las mismas preocupaciones. 

«El híbrido, si está bien organizado, creo que es una opción que beneficia a todos».

3. Respeta la diversidad

«Si miras los datos», comenta Bloom, «las personas que son diversas dentro de su lugar de trabajo por raza o género o edad son más propensas a querer trabajar desde casa».

Una encuesta realizada en noviembre de 2021 por WFH Research 2021 a más de 10,000 empleados de cinco países, incluido Estados Unidos, reveló que 86% de los encuestados hispanos/latinos preferían un acuerdo híbrido o totalmente remoto.

81% de los encuestados asiáticos/asiáticos americano, y afroamericanos dijeron lo mismo, así como 75% de los blancos. 

Para Bloom, estos datos señalan un deseo especialmente fuerte de empleo a distancia entre las comunidades minoritarias; las razones de este deseo seguramente varían.

Cree que la adopción de modalidades de trabajo flexible puede ayudar a las empresas a crear una fuerza de trabajo diversa.

4. Mirando hacia delante

Bloom defiende que los cuatro factores mencionados mantendrán el trabajo a distancia, incluso ante una recesión. 

«Mantener a los empleados contentos, mejorar la productividad, centrarse en la diversidad y reducir los costes son factores bastante anticíclicos. No son cosas que varíen en caso de una recesión. Algunas firmas, en realidad, se preocupas más», afirma.

Aunque admite que una recesión podría producir «un poco de rechazo» al trabajo remoto, todavía no ha visto ningún signo de ello en los datos.

En los próximos años, Bloom espera que la tecnología que apoya este formato siga avanzando.

Es algo que, en su opinión, solo hará que el empleo a distancia sea más atractivo para los trabajadores y las empresas.

«Incluso Zoom es mucho mejor ahora que antes de marzo de 2020», afirma. Y añade que las patentes que mencionan el «trabajo desde casa» han aumentado en los últimos años. 

«El mercado de las tecnologías de hardware y software para trabajar desde casa es probablemente unas cinco veces mayor», continúa Bloom.

«Todas las empresas tecnológicas, las startups y las empresas de hardware están fabricando productos para apoyarlo».

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