- En entrevista exclusiva con Business Insider México, el autor y speaker en el Congreso Wellbeing 360, organizado por el Instituto de Ciencias de la Felicidad, explicó que una técnica que contribuye a tener metas con propósito es dividir los grandes retos en objetivos intermedios.
- Dijo que, para aumentar los niveles de felicidad, es importante concentrarse en objetivos que proporcionen crecimiento, conexión y significado, en lugar de popularidad y dinero.
- Santiago es doctor en economía por la Universidad Santiago de Compostela: sociólogo, economista y licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid.
- También, es autor del libro La Felicidad en el Trabajo y en la Vida
Para aumentar los niveles de felicidad es importante concentrarse en objetivos que proporcionen crecimiento, conexión y significado, en lugar de popularidad y dinero.
“Trabajar en esa línea ayuda a sentir que hacemos lo adecuado para nosotros, aprendemos a priorizar y enfrentar problemas propios de lo que decidimos”, dice Santiago Vázquez, director del Centro de Liderazgo Emergente del Instituto Tecnológico de Monterrey.
En un momento crítico, producido por el aún confinamiento, las personas que han salido adelante establecen objetivos aún en la incertidumbre; tienen un propósito y, por consiguiente, se muestran perseverantes. La clave para que esa meta se cumpla y no suja frustración es establecer un ‘nivel’ de objetivos.
En entrevista con Business Insider, el autor y speaker en el Congreso Wellbeing 360, organizado por el Instituto de Ciencias de la Felicidad, explicó que una técnica que contribuye a tener metas con propósito —de largo plazo y alineadas a las fortalezas— es dividir los grandes retos en objetivos intermedios (lo que se conoce como goal setting).
“Moverse con metas cortas proporciona una sensación mayor de poder alcanzar algo. Hacerlo aumenta nuestra autoeficacia y sensación de control”, señaló el autor del libro La Felicidad en la vida y el trabajo.
Santiago Vázquez recomienda esto para tener control en momentos de duelo
Menos empleos, disminución de salarios, equipos bajo presión, son elementos producidos por la pandemia. Para sobrevivir a esa volatilidad, perder un empleo y luchar en un ambiente hostil para colocarse, por ejemplo, hay que reprogramar la mente con respecto a lo que se entiende por fracaso o éxito profesional.
El especialista en liderazgo emergente considera que personas y empresas suelen vivir en la inercia, que es la zona de confort. Esto implica tener pensamientos, como “me valido por laborar en determinado lugar y con ciertas personas”, señaló.
Sin embargo, la pandemia mostró que es imposible seguir pensando en ‘entornos previsibles’. Así que en lugar de pensar que al perder un trabajo se fracasa, hay que ver esto como la oportunidad de practicar la búsqueda más estratégica.
“Se debe entender qué tengo o qué me hace falta para llegar a otro trabajo, en otra industria si es necesario, Aquí lo importante es ubicar las fortalezas para alinearse a un empleo que responda más un propósito de vida”, dijo Vázquez.
¿Qué significa esforzarse por salir de la zona de confort? El doctor en economía cita este ejemplo en su obra: hay que tener 100 horas de formación y desarrollo, al año, para no quedarse fuera. “Sin esas horas (en promedio) anuales de desarrollo, despreciamos nuestra empleabilidad y, por tanto, nuestro talento”, añadió.
Empresas que salen de la zona de confort
Para Santiago Vázquez, las organizaciones que mejor responden a la volatilidad y salen de manera creativa de una crisis, ponen en práctica lo siguiente:
- Dan seguimiento a las entregas y las emociones de sus colaboradores, pero no con el entendido de un liderazgo controlador. Son managers que dan autonomía, así como los espacios para crear nuevos conocimientos, sin vigilar o castigar.
- Establecen protocolos de trabajo a distancia, con horas de desconexión, y comprenden que la vida personal y laboral no se marca con una línea divisoria. Es momento de reordenar las prioridades dentro de las organizaciones y reenfocar las culturas a tener mejores y más frecuentes retroalimentaciones.
- Practican la humildad y no miran hacia el pasado. Pensar en términos de “debí hacer”, “hubiera sido mejor actuar de esta manera” hace que se pierda la autoconfianza, la energía y el control.
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