- Un aumento de salario es algo que es necesario en varias etapas de nuestra vida.
- Se ha convertido en un tema urgente debido al alza en los precios de alimentos y servicios.
- No obstante, el panorama no es muy alentador para las personas trabajadoras.
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Comida, gas, renta y salir a cenar lo pagamos con nuestro salario. Dado que prácticamente todo se vuelve más caro cada día, necesitarás un gran aumento en año nuevo para mantenerte al día con el rápido incremento del costo de vida.
Pero según cuatro encuestas de empleadores de Estados Unidos, que es similar a la situación a nivel mundial, es probable que no obtengas uno.
Las investigaciones, realizadas por los principales proveedores de datos de compensación del país, muestran que la mayoría de las empresas están planeando aumentos salariales para 2023 que ni siquiera se acercarán a igualar la inflación, que en esa nación se ubica en 8.3%.
En el caso de México, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo durante agosto una variación de 8.7% a tasa anual.
Según WTW, los empleadores planean elevar sus presupuestos salariales en un promedio de 4.1% el próximo año.
Las encuestas de Salary.com, Payscale y WorldatWork proyectan alzas entre 3.8 % y 4.4%. Eso significa que la mayoría de los empleados verán reducidos sus ingresos el próximo año, después de ajustarse a la inflación.
Trabajarás tanto como antes, pero tu salario no te permitirá comprar tanto.
«Estoy muy preocupado por la pérdida de salario real», dice Kent Plunkett, director ejecutivo de Salary.com. «Hay muchas organizaciones que no se han dado cuenta de lo que está pasando».
El fin de la inflación en niveles bajos
A diferencia del gobierno federal en Estados Unidos, que ajusta automáticamente los pagos del Seguro Social según el INPC, la mayoría de las firmas no tienen en cuenta explícitamente la inflación en las decisiones sobre los salarios.
En lugar de mirar el costo de vida, los profesionales de compensación miran el costo de la mano de obra. Al comparar los sueldos de sus organizaciones con los pagados por otros, se aseguran de que sus paquetes sigan siendo competitivos en relación con el mercado.
En cierto sentido, la planificación salarial es un juego: los empleadores basan sus decisiones en lo que hacen los demás.
Eso estuvo bien durante la última década más o menos, derivado de los ajustes inflacionarios.
Dada la previsibilidad de la economía, fue fácil para los ejecutivos de Recursos Humanos establecer sus presupuestos salariales.
Al planificar aumentos promedio de 3%, pudieron asegurarse de que sus empleados disfrutaran de un pequeño bono en sus sueldos reales cada año.
Pero en 2021, los precios al consumidor se dispararon repentinamente, y los empleadores fueron tomados por sorpresa.
Las alzas de 3% que estaban acostumbrados a dar ya no eran suficientes para mantenerse al día con el costo de vida. Para complicar aún más las cosas, no estaban seguros de si el aumento de la inflación era un problema temporal de la era de la pandemia o algo duradero.
Y debido a que en los aumentos salariales las empresas casi nunca recortan los salarios base, lo que significa que las alzas son prácticamente imposibles de recuperar, la única manera de deshacer una nómina inflada es recurrir a los despidos.
«Desde el punto de vista del empleado, lo entiendo totalmente, porque lo he experimentado yo mismo: las cosas son más caras y hay dolor en eso», declara Lori Wisper, directora general de WTW.
“Pero desde el punto de vista del empleador, quiero adoptar un enfoque conservador, porque lo último que deseo hacer es despedir a la gente. Los directores ejecutivos y los jefes de Recursos Humanos recuerdan la crisis financiera. También el dolor y la angustia de esos enormes despidos. Están comentando: voy a hacer lo que pueda para no tener que pasar por eso otra vez».
Ese enfoque conservador de los aumentos es la razón por la cual los sueldos y salarios no han logrado mantenerse al día con el costo de vida.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales estadounidense, la disminución de los salarios reales en la primera mitad de este año marcó la mayor caída en más de dos décadas.
Los aumentos bajos significan más cambios de trabajo
Es cierto que muchas compañías están en un aprieto cuando se trata de aumentos.
La inflación significa que sus propios costos, ya sea para suministros y transporte o energía y préstamos, se están disparando.
Y si aumentan los sueldos y salarios, que representan el mayor gasto individual para la mayoría de los empleadores, tendrán que aumentar sus propios precios para pagar la factura.
Eso, a su vez, reduciría la demanda, dejándolos en una espiral letal de costos altísimos y disminución de los ingresos.
Algunas industrias, como la atención médica, planean repartir aumentos por debajo del promedio de alrededor del 3% el próximo año, lo que refleja los márgenes muy estrechos con los que ya están operando los hospitales.
Pero los aumentos mínimos el próximo año tendrán su propio precio, no solo para los empleados, sino también para las empresas para las que trabajan.
A pesar de que la economía mundial se ha desacelerado este año, todavía hay muchos puestos de trabajo, lo que significa que los profesionales pueden continuar abandonando el barco para obtener salarios más altos.
En una encuesta reciente, 41% de los empleados consideraron cambiar de trabajo para obtener un aumento salarial de 10%.
Los ejecutivos pueden pensar que están ahorrando dinero al escatimar en aumentos, pero ese enfoque aparentemente conservador podría resultar más costoso a largo plazo que simplemente dar a todos los aumentos adecuados desde el principio.
«Nadie puede perder un tercio de sus empleados cada año y aun así prosperar como empresa», indica Plunkett, director general de Salary.com.
«El costo de reemplazar a un trabajador es muy alto. Se necesitan entre tres y 12 meses de pago para hacerlo».
Es por eso que Plunkett ha decidido separarse del resto de las firmas estadounidenses. Para evitar una costosa ola de desgaste, aumentó el presupuesto salarial de su propio personal en 8% a mediados de este año. Y planea impulsarlo en otro 6% a mediados del próximo año, suponiendo que la inflación se modere un poco para entonces.
«Estamos presionando mucho en nuestro salario para mantenernos al menos competitivos con la inflación«, afirma.
¿Qué pueden hacer los empleados de otras empresas para asegurarse de que su salario se mantenga al ritmo de la inflación? Cambiar de trabajo es una opción. Pero ese es un movimiento arriesgado en el clima económico actual.
Como escribí el mes pasado, aquellos que recientemente entraron en un nuevo empleo tendieron a enfrentar un riesgo mucho mayor de despidos que aquellos que se quedaron.
Claro, es posible que obtengas un aumento si te unes a la Gran Renuncia, pero puede que no lo conserves por mucho tiempo.
Otra opción es hablar con tu jefe acerca de un aumento ahora, antes de que tu organización fije su presupuesto salarial para el próximo año.
Cuando llegan las revisiones anuales, normalmente es demasiado tarde. Preguntar mientras los presupuestos departamentales todavía están cambiando les da a los gerentes comprensivos un poco más de espacio para maniobrar.
«Si tienes una pregunta sobre el salario, debes hacerla ahora», asevera Plunkett. «Cuanto antes puedas dar visibilidad a tu jefe de cuál es tu petición, más podrá incluirlo en su presupuesto».
Además, los empleados también pueden aumentar sus posibilidades de ganar el incremento salarial al solicitar una promoción.
Las firmas a menudo reservan un presupuesto separado para promociones, lo que significa que quienes logran obtener un aumento de título tendrán acceso a más del alza estándar que se asigna solo para un buen desempeño.
«La movilidad interna en las empresas es un tema muy importante en este momento», pondera Plunkett.
«No tienes que dejar tu firma para obtener un gran aumento, solo tienes que cambiar de trabajo dentro de ella. Es una gran táctica profesional. Todavía eres leal. Solo estás ascendiendo en la ¡cadena alimenticia¡ internamente».
Los empleados también pueden optar por cosas como bonificaciones únicas, mayores recompensas de capital y de beneficios y ventajas.
Pero al final, eso no cambiará el hecho de que el número que más importa, tu salario base, probablemente no se acerque a mantenerse al día con el costo de vida el próximo año.
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