• De acuerdo con estimaciones de la Organización Nacional de la Defensa del Deudor, de los 9.3 millones de créditos que entraron al programa de la banca, un tercio no podrá pagar ahora que se venzan las prórrogas.
  • Para muchos deudores la “quita” será la única alternativa para lograr liquidar sus deudas.
  • Pero al negociar te deberán otorgar una carta convenio que debe contener ciertas características que son necesarias para garantizar su validez, checa cuáles son.
 

El plan de apoyo que los bancos generaron a principios de abril de este año para las personas afectadas por el confinamiento —que buscaba detener la propagación de coronavirus—, fue un fracaso anunciado. Solo aplazó lo inevitable: el impago.

¿La razón? Ángel González Badillo, director de la Organización Nacional de la Defensa del Deudor, explicó que este esquema de prórrogas no iba a funcionar, ello porque la afectación económica que se desencadenó por la contingencia, pues sencillamente no se iba a solucionar en cuatro o seis meses.

“Si tú le pides a una persona que tiene su negocio que cierre por dos o tres meses, pues la dejas en una situación económica tan complicada que, literalmente, nada más le alcanzará para vivir, y eso a duras penas, entonces definitivamente no va a poder pagar. La prórroga lo único que hacía era poner en pausa durante los cuatro o seis meses los pagos del crédito”, dijo en entrevista con Business Insider México.

Y es que el abogado explicó que el plan de prórrogas lo que evitó fue que las personas no generaran malas notas en su historial crediticio, los intereses moratorios no se cobrarían, pero sí los intereses ordinarios, estos siguieron su curso; y hoy estamos viendo que en la mayoría de los casos, cuando los plazos comienzan a vencer, la gente no se pudo colocar en un empleo o al menos generar un ingreso similar.

La situación será la misma o peor que en abril, pues las deudas crecieron.

Muchos no podrán pagar cuando los plazos acaben, solo les quedará la “quita”

De acuerdo con estimaciones de la Organización Nacional para la Defensa del Deudor, de los 9.3 millones de créditos que entraron al programa de la banca, un tercio no podrá pagar ahora que se venzan las prórrogas, y González Badillo, asegura que proyección es bastante conservadora.

El abogado comenta que hay muchas personas que se han acercado a los bancos para negociar sus deudas, en un afán por encontrar alguna solución, pero en la mayoría de los casos la opción es una reestructura.

¿Cuál es el pero de la reestructura? Ángel González Badillo explicó que esta es una opción solamente cuando los pagos mensuales se ajustan a lo que puedes pagar, ya que generalmente es el doble del mínimo que te piden los bancos normalmente.

La reestructura consiste en hacer un plan de pagos fijos, en los que el banco integrará un interés. La cuestión es que con ese interés las deudas pueden crecer al doble o un poco más, dijo el director de la organización civil; además que pueden durar meses o años. Eso sí, no generan una mala nota en el historial de crédito. Entonces, ¿puedes pagar el monto de la reestructura?

Uno de los grandes problemas de este tipo de alternativas es que las personas tienen en promedio cuatro deudas, que suman entre 80,000 y 100,000 pesos; entonces aunque hagan reestructura de una de ellas, las otras no podrán pagarse, comentó González Badillo.

El costo de la “quita” es una marca en el Buró de Crédito

Ante esta situación para muchas personas la única opción es la “quita”, un descuento a la deuda original que deben pagar en una sola exhibición, y que genera una mala nota en el historial de crédito. Ese es el costo por esta opción.

¿Cómo podría pagar alguien su deuda en una sola exhibición, aún con descuento, si estamos hablando que no tiene recursos? La recomendación es dejar de pagar provisionalmente las deudas, esto servirá para ahorrar esos pagos y en cuanto el banco haga la oferta contar con los recursos para liquidar.

Según información de la Organización Nacional para la Defensa del Deudor, se recomienda tener un ahorro de al menos 30% de la deuda para comenzar la negociación con el banco.

“Debe quedar perfectamente claro que esto es lo que hacen incluso grandes empresas, suspenden pagos y negocian las deudas con sus acreedores. En el caso de las personas, se busca negociar para liquidar. Aquí a nadie se le va a ayudar a no pagar, al contrario se le ayuda a negociar para que puedan hacerlo”, aseguró.

¿Qué hacer? Estos son los primeros pasos a seguir

El primer paso que recomienda Ángel González Badillo es acudir con la institución otorgante de crédito y ver qué opciones te ofrecen, analizarlas antes de aceptar.

Ya sea que aceptes la reestructura o decidas que la “quita” es tu opción, hay algo que debes tener en cuenta, y es que todo acuerdo debe generarse de manera escrita, nada de palabra.

“Nada de que ya quedó un folio registrado, eso no le sirve a nadie, porque le pueden cambiar las condiciones a su antojo, y no tiene ningún respaldo físico de cómo quedaron originalmente pactadas”, aseguró el director de la Organización Nacional para la Defensa del Deudor.

Siempre que se modifiquen los términos y condiciones originales del contrato de tu crédito, deberán de entregarte un documento que lo establezca, de lo contrario no deberás hacer nada, principalmente depositar el dinero, que es lo que algunas veces quieren los despachos de cobranza.

¿Qué debes revisar en tu carta convenio cuando aceptes una “quita”?

Para que evites ser engañado con un convenio falso, revisa que la carta convenio de tu “quita” sea auténtica:

1. Todo por escrito

Todo ofrecimiento de descuento debe ser por escrito, esto es a través de una carta convenio de una “quita”, ya sea por parte del acreedor o de un despacho de cobranza, a este documento se le conoce como carta convenio.

“Nada de que pague ahorita y luego le mando su convenio, no primero el convenio para que el cliente entienda bajo qué términos y condiciones quedaría esta opción que está brindando el acreedor: a cuántos meses, a qué tasa de interés, si se pueden adelantar pagos”, explicó.

2. Un papel bien elaborado

No cualquier papel es una carta convenio, ésta debe contener los requisitos que la ley señala para que sirva como un elemento probatorio:

  • Número de cuenta
  • Cantidades: tanto lo que se adeuda, como lo que pagará
  • Mención de carta finiquito
  • Logotipo del despacho
  • Razón social
  • Fecha en la que vence el convenio
  • Nombre, firma, cargo de la persona que se hace responsable de la negociación

3. Verifica el descuento

Todo descuento deberá ser verificado directamente con el acreedor, llamando a su área de atención a clientes (UNE), por eso la carta convenio de una “quita” es importante.

No se debe mencionar las condiciones del convenio. El acreedor lo debe saber de antemano y así se podrá saber si está enterado del ofrecimiento.

Si el descuento es real, no habrá problema para que el cobrador encargado de nuestra negociación cumpla con las condiciones.

Nunca se debe pagar si alguna de estas condiciones no se cumple, pues quiere decir que la carta convenio de la “quita” no es real, por lo que es recomendable que busques otra opción.

Honestidad, ¿puedes pagarlo?

Es muy importante que en este proceso de negociación, seas muy honesto contigo, y definas si podrás pagar bajo las condiciones que está poniendo el banco. Si no puedes no te ahogues más, pues saldrá la misma.

González Badillo dijo que aunque mucha gente piensa que las “quitas” son del diablo, y que dañan el historial de crédito, la realidad es que si no hay dinero para pagar, solo para vivir, pues no hay otra opción, “no hay de otra, si no alcanza para la reestructura, aunque sea mejor opción”.

Entonces tendrás que aceptar la “quita”, suspender pagos, y entender su nivel de riesgo. “Hace unos días en algunos periódicos salió un desplegado de los bancos en donde dicen que si los clientes no pagan se van a ir a juicio y los van a embargar”.

Por ello el deudor debe saber cuáles son sus niveles de riesgo, este se calcula con base en cuatro factores: a quién le debe, cuánto dinero debe, cuánto tiempo lleva sin pagar y el tipo de crédito.

Basado en este diagnóstico sabrás si el banco estará dispuesto a demandarte con un juicio mercantil, si le debes muy poquito, entonces es muy seguro que no lo haga y puedas negociar, tu riesgo es nulo.

“En montos más altos los bancos se van a tornar más agresivos, ya lo hemos visto desde que se abrieron los juzgados. El principal temor de la gente es perder su patrimonio o que los metan a la cárcel, pero deber dinero no es un delito. Así que debes tener la información para que sepan hacer frente a esa presión que se va a ejercer a través de los despachos de cobranza”, explicó.

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