- El gobierno mexicano pretende dar el control total del sector eléctrico a la estatal CFE.
- López Obrador envió al Congreso una reforma para revertir la reforma energética del 2013-2014.
- El litio también está en la mira de esta modificación que propone el presidente.
El gobierno mexicano pretende dar el control total del sector eléctrico a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE); este decidiría la forma en la que participarán empresas privadas. Pero los analistas advierten varios problemas si se aprueba. Tal como la planteó, la reforma eléctrica busca:
- Desaparecer órganos reguladores
- Eliminar permisos
- Garantizar el dominio del Estado sobre las reservas de litio
El viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que envió al Congreso una esperada reforma. Esta propone modificar tres artículos de la Constitución y revertiría por completo la apertura del sector eléctrico concretada en la reforma energética del 2013-2014.
De aprobarse el proyecto, la CFE sería la encargada de la planeación y control de todo el sistema eléctrico. Con ello, absorbería las funciones del actual operador —el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace)—; y decidiría el orden en el que la energía es inyectada a la red, conocido como «despacho eléctrico». Este es un tema clave para las empresas privadas.
También se garantizaría que la CFE genere al menos 54% de la energía eléctrica y que el sector privado pueda participar con 46%. Aunque la estatal decidiría las modalidades de contratos bajo los que les compraría energía y capacidad.
Analistas ven varios problemas en la reforma eléctrica que propone López Obrador
De hecho, la propuesta de reforma que envió López Obrador señala que todos los permisos de generación y contratos de compraventa con el sector privado serían eliminados. Esto fue cuestionado por algunos expertos.
«La iniciativa de reforma eléctrica desincentiva la inversión en energía renovable impidiendo que México cumpla sus metas de energía limpia», dijo en una nota Adrián Garza, analista senior de Moody’s Investors Service.
Por su parte, un análisis de BBVA indicó que esta propuesta de reforma, de ser aprobada, “pone en riesgo la competencia, la inversión y el medio ambiente”.
En tanto, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) destacó que la reforma que propone el presidente tiene varios defectos:
- Al eliminar a los órganos reguladores, reduce la transparencia y sustento técnico
- Atenta gravemente contra la competencia
- Afecta a la planta productiva nacional
- Da un mensaje negativo a los inversionistas internacionales sobre el estado de derecho
- Rezagaría al país en la transición energética
López Obrador insiste en la reforma eléctrica para beneficio de CFE pese a los problemas que advierten los analistas
Sin embargo, el gobierno de López Obrador ha hecho varios intentos por dar marcha atrás a la anterior reforma energética. Es un férreo crítico de ella y asegura que solo sirvió para debilitar a la CFE y la petrolera estatal Pemex.
Pero esos intentos los frenaron en tribunales, como una reciente reforma a la ley de la industria eléctrica (LIE). Esta generó un enorme rechazo entre inversionistas, principalmente de centrales eólicas y solares. En tanto, los opositores dijeron que atenta no solo contra la competencia sino que viola tratados internacionales.
No obstante, López Obrador dijo en su conferencia de prensa diaria que el propósito de la nueva iniciativa es garantizar electricidad a precios justos para todos los mexicanos; y que no haya aumento de tarifas por encima de la inflación.
La reforma energética dio nuevas y poderosas facultades a los reguladores del sector energético, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Pero estos serían eliminados de aprobarse la iniciativa del presidente. Entonces, sus funciones serían absorbidas por la Secretaría de Energía.
El aprovechamiento del litio es la nueva disputa
El proyecto de reforma va más allá y pone fin a las especulaciones sobre si el gobierno dejará en manos de privados la explotación del litio; este es un metal con el que se fabrican baterías recargables.
La iniciativa estipula que el litio y «demás minerales estratégicos» no podrán concesionarse. Aunque establece que las autorizaciones mineras vigentes —en las que existan antecedentes de exploración de litio— serán respetadas.
Se espera que la demanda de litio aumentará durante esta década, impulsada por los fabricantes de automóviles. Estos se comprometieron a elevar la producción de vehículos eléctricos.
En México, Bacanora Lithium posee cuatro concesiones en Sonora. López Obrador dijo que la firma notificó a las autoridades que «ya inició el proceso de exploración y está por iniciar el proceso de explotación».
Con información de Reuters.
