- Las labores de cuidado como las compras, la limpieza del hogar, lavar y guardar ropa o atender a los hijos son tareas que se les asigna a las mujeres por rol social.
- Según Coneval, las mujeres acumulan un promedio de 40 días al año destinados a realizar estas actividades.
- Una profesora habla sobre qué es la pobreza del tiempo y como afecta a las mujeres.
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Labores de cuidado como las compras, preparar alimentos, limpieza del hogar, lavar y guardar ropa, atender a los hijos y hacer pagos, entre una infinidad son tareas que se les asigna principalmente a las mujeres por cumplir un rol social.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo social (Coneval) las mujeres acumulan un promedio de 40 días al año destinados a realizar estas actividades; mientras que para hombre solo son 16 días.
La profesora del proyecto de Aplicación Profesional (PAP) » Economía social y solidaria» del ITESO, Paola Aldrete, explica que dentro de la economía feminista existe un término de pobreza de tiempo, mismo que afecta principalmente a mujeres.
«Cuando pensamos en trabajo siempre pensamos en el que se paga, pero no pensamos en el trabajo de cuidados no remunerado, que es muy importante para la reproducción y sostenimiento de las familias«, dijo.
La pobreza del tiempo trae consecuencias como la carga mental
Aldrete asegura que el problema de estas actividades es que muchas veces recaen en mujeres y niñas, que no obtienen una retribución económica. «El gran problema es que es un trabajo que nunca acaba y no se paga», agregó.
La profesora sostiene que esta desigualdad afecta el ámbito laboral como brecha salarial y además les afecta su tiempo de descanso y ocio, lo que puede traer consecuencias a su bienestar integral como salud mental.
«El cuidado implica muchas cosas: a las infancias, a los adultos mayores, a las mascotas, a las personas con discapacidad, entonces ahí hay una carga invisible pero que si no se hiciera la vida no arrancaría», dijo.
Por otro lado, Aldrete señala que la pobreza del tiempo está ligado a la carga mental que llevan las mujeres, debido a que incluso hay quienes tienen hasta tres jornadas para atender sus responsabilidades, entre los cuidados y su trabajo formal o informal.
«Lo ideal sería que pudiéramos distribuir esas cargas mentales, y si tú te haces cargo de tal cosa tú lo gestionas, no tengo por qué decirte lo que hay que hacer o cómo darle seguimiento», dijo la docente.
Aldrete sostiene que muchas veces se dice que las muejeres no tienen pasatiempos, pero la respuesta es que no tienen un momento de descanso para ellas.
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