• Exigir cuotas de transmisión de contenido nacional no aumenta la taquilla y la demanda, señaló el especialista en cine, Arturo Aguilar.
  • La iniciativa también contempla exigir cambios en el algoritmo de plataformas de streaming, lo que podría ser un conflicto de propiedad industrial.
  • Algunas iniciativas podrían generar también conflictos con el TMEC debido a que es considerado un producto de entretenimiento y no cultural.

En redes sociales, se desató polémica debido a una reforma a la Ley Federal de Cinematografía. Algunos medios interpretaron que los cambios afectarían a la industria del doblaje. Sin embargo, la Asociación Nacional de Actores (ANDA) desmintió esa versión. Pero en la iniciativa original, existen otros puntos que son inviables e incluso incompatibles para los servicios de streaming en México, de acuerdo con el especialista en la industria cinematográfica, Arturo Aguilar.

«No hay un entendimiento de cómo funciona el negocio del streaming», indicó en entrevista con Business Insider México. El experto criticó que existen aspectos en la iniciativa que corresponden más a un esfuerzo de promoción que a una propuesta seria que busque impulsar las producciones nacionales. Por lo tanto, estas son tres de las propuestas más inviables para empresas como Netflix o Amazon Video en México.

1. Exigir cuota de transmisión de contenido hecho en México a plataformas streaming

Aguilar indicó que existen estudios que afirman que la imposición de cuotas no aumentan la producción o el consumo de contenido nacional. El especialista mencionó que Corea es un ejemplo. A pesar de que en esa nación se impuso una cuota de 20% para la transmisión de contenido nacional en sus salas de cine, no logró aumentar la taquilla.

Los legisladores de Morena han comparado su propuesta con la política de la Unión Europea, quien también impuso una cuota de contenido con buenos resultados. «Pero eso es una mentira a medias. No se explica que la Unión Europea realizó una negociación para 27 países para que entraran en este modelo de negocio y alimentaran un catálogo nacional e internacional», señaló Aguilar.

Un aspecto fundamental del negocio streaming es que ponen a disposición de un usuario local una amplia oferta audiovisual de todo el mundo. «Entonces como resultado, se está incentivando a que estas empresas salgan del país o que ofrezcan una versión reducida de su catálogo para cumplir con la cuota nacional. Y eso además atentaría contra la libertad del consumidor de acceder a productos culturales de todo el mundo».

2. La iniciativa exigiría al empresas de streaming cambiar su algoritmo

En la iniciativa que envió el senador Ricardo Monreal establece que los servicios de streaming deberán promocionar la cuota de producciones nacionales a través de su algoritmo de búsqueda y recomendaciones.

Aguilar explicó que esta exigencia es inviable ya que una parte esencial de su desarrollo tecnológico y de propiedad industrial es el análisis de datos que realizan de las audiencias, así como las recomendaciones personalizadas.

La iniciativa no ve que estos servicios de streaming se han convertido en los primeros promotores de contenido hecho en México, gracias al análisis de las audiencias. Películas como «Roma» o «Ya no estoy aquí» no tendrían el reconocimiento internacional si no es por la plataforma que ofreció Netflix. Este año, se espera que Netflix invierta más de 200 millones de dólares en contenido nacional para transmitirlo mundialmente en su plataforma.

«No veo otro espacio que tome este tipo de riesgo para impulsar este material. Netflix está gastando en contenido mexicano más de lo que representa toda la industria combinada. Además de los actores, hoy en día todas las empresas que ponen los fierros en la industria tienen mucho más trabajo que antes de las plataformas de streaming», señaló Aguilar.

El experto coincidió que incluso se arriesga a que al imponer una cuota, las casas productoras limiten su producción a solo 10%. La inversión de Netflix se debe al aumento sostenido en la demanda de contenido hecho en México.

3. Algunas iniciativas no podrían proceder debido al TMEC

Arturo Aguilar también advirtió que los legisladores tendrían problemas para implementar este tipo de iniciativas. Los contenidos son considerados productos de entretenimiento bajo el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).

«En el TMEC el cine está firmado como un producto de entretenimiento. No hay reservas sobre aspectos culturales del cine. Está complicado que legalmente pueda proceder», señaló el especialista. «Ese fue el problema justamente en los años 90 cuando. En ese entonces se consideraba al cine como un producto tanto de entretenimiento como cultural. Por ello, se tenía que defender el derecho a las audiencias a su acceso».

Pero al ser considerado solo un producto de entretenimiento tiene que competir en un mercado bajo las leyes de la oferta y la demanda, bajo condiciones justas, indicó Aguilar.

«Lo irónico es que quizá el casi monopolio del streaming que es Netflix tenga la mejor propuesta de políticas públicas para el cine», agregó.

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