- La película "A millones de kilómetros" narra la historia de José Hernández, un ingeniero de origen mexicano que atravesó un arduo proceso de aprendizaje hasta convertirse en astronauta.
- La propuesta de Alejandra Márquez se basa en visibilizar el talento latinoamericano en medio de un contexto de desigualdad social y discriminación.
- Dividida en secciones, la película nos retrata la fórmula del éxito para la familia Hernández y los consejos que impulsaron al astronauta en su meta por llegar al espacio.
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José Hernández, hijo de inmigrantes mexicanos, pasó de ser jornalero en California a un astronauta en la NASA. Ahora, su aventura fue llevada a las pantallas en la película A millones de kilómetros, que se estrena el 15 de septiembre a través de Prime Video.
Con una maestría en ciencias e ingeniería eléctrica, Hernández logró en agosto de 2009 su sueño de ir al espacio, algo que solo han hecho poco más de 600 personas desde aquel primer viaje del cosmonauta Yuri Gagarin, en 1961.
La cinta fue dirigida por Alejandra Márquez Abella (Las niñas bien, El norte sobre el vacío, Semana Santa) y está protagonizada por Michael Peña y Rosa Salazar.
Business Insider México platicó con Hernández y Márquez Abella sobre los detalles detrás de este proyecto.
La película narra la historia de vida de Hernández, un ingeniero de vuelo de la NASA de origen mexicano, y su proceso de aprendizaje y esfuerzo para ser aceptado y convertirse en uno de los pocos astronautas latinoamericanos en llegar al espacio.
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La propuesta de Alejandra Márquez busca visibilizar el talento latinoamericano en medio de un contexto de desigualdad social y discriminación. Asimismo, busca hacer un tributo a la resiliencia de José y su familia.
La historia de Hernández en la película de Amazon nos lleva a diferentes capítulos en su vida, basándose en los 5 consejos que su papá le dio antes de ser un astronauta: Saber lo que deseas, ver en dónde estás y cuánto te falta para llegar, cómo vas a llegar, si no sabes, tienes que aprender y cuando creas que ya la libraste hay que esforzarse todavía más.
Estos consejos se asemejan a una «receta», como lo explica Alejandra. «La verdad es que no era una cosa que estuviera en el guion desde el principio, y editando la película me empecé a dar cuenta de que la película tenía la estructura de la receta del papá de José», dijo.
«Me pareció interesante dividirla, lo que nunca hubiera hecho en otro caso, dividirla en estos capítulos que nos llevaban a diferentes secciones donde eso se ponía en ejercicio», explicó.
1. Saber lo que deseas
Dividida en secciones, la película nos recuerda la fórmula del éxito para la familia Hernández: saber lo que deseas, ver dónde estás y cuánto te falta para llegar, planear cómo vas a llegar; si no lo sabes, aprender todo lo que puedas y cuando creas que es más sencillo, hay que esforzarse todavía más. Este slogan es un incentivo para las nuevas generaciones, que tiene como objetivo inspirar a salir de la zona de confort y derribar los obstáculos.
2. Ver dónde estás y cuánto te falta para llegar
La película contiene una crítica a la discriminación, que no solo ocurre en la industria espacial, sino en cualquier sector. Debido a esta discriminación, José aprende a lidiar con el rechazo y a crear estrategias para superarse intelectualmente, así como sacar adelante a su familia. “Estamos acostumbrados a pensar que nuestra raza es inferior, que las cosas que nos hacen únicos nos hacen inferiores, pero es esa experiencia la que potencialmente nos impulsa a hacer cualquier cosa que queramos hacer”, afirma Alejandra.
3. Cómo vas a llegar
José Hernández ha experimentado que existe gran talento latinoamericano en la industria espacial, tal como Katya Echeverría, pero a México todavía le falta un camino largo para llegar a las estrellas. Para que podamos derribar las barreras de la desigualdad y discriminación y dar visibilidad a estos nuevos talentos, José propone que el gobierno invierta en programas para preparar a las nuevas generaciones.
“Lo que necesitamos en México es que la Agencia Espacial Mexicana desarrolle un programa de astronautas tal como lo hace Canadá, Inglaterra o Alemania. Ellos los entrenan y pueden llevar la bandera de su país como astronautas internacionales”, y agrega, “Yo pido al gobierno mexicano que pueda invertir en estos proyectos”.
4. Si no sabes, tienes que aprender
El camino de José fue largo. Se graduó como ingeniero Eléctrico por la Universidad del Pacífico, estudió una maestría en Ciencias en Ingeniería Eléctrica y Computacional en la Universidad de California, en Santa Bárbara y realizó un Doctorado. En 2006, la Universidad del Pacífico le otorgó el doctorado honoris causa. Además de esto, tuvo que aprender ruso y cumplir con la condición física para poder destacar y lograr su objetivo.
Si algo puede enseñarnos la historia de José, que fue rechazado para entrar en el programa de astronautas por 12 años, es que el fracaso debería ser la gasolina que nos inyecte de resiliencia y tenacidad para lograr nuestros sueños.
5. Cuando crees que ya la libraste, hay que esforzarse todavía más
Finalmente José venció las desigualdades, la discriminación, y a todas las personas que alguna vez subestimaron su trabajo. En 2001, ingresó al Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston, Texas; y en mayo de 2004, fue seleccionado para ser astronauta entre miles de aspirantes.
Cursó la especialidad de astronauta, la cual terminó en 2006 y el 29 de agosto del 2009, José Hernández formó parte de la misión STS-128 como especialista de misión, lo que le permitió volar en el transbordador espacial Discovery, con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI), con siete astronautas a bordo.
Como especialista de misión número 2 (ingeniero de vuelo), estuvo sentado detrás de los dos pilotos a cargo del despegue y el aterrizaje. Experto en las computadoras portátiles de la nave, ayudó a mover todo el equipo e instalar el MPLM en la Estación Espacial Internacional.
También fue uno de los operadores del brazo robótico de la nave y del transbordador, así como del brazo más grande que estaba colocado en la Estación Internacional.
La cinta nos muestra que ni las circunstancias, ni la crueldad de la sociedad son impedimento para quien desea soñar y seguir la receta de la vida.
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