En muchas ocasiones dentro de este espacio he hablado de la versatilidad que ofrecen los ETFs para invertir, dada la diversificación natural que ofrecen y lo relativamente fácil que son de operar. Por estas y otras tantas razones, estos instrumentos son un ‘must’ para la mayor parte de los inversionistas, y frecuentemente vas a leer opiniones positivas sobre ellos.
Pero como todo dentro del mundo de las finanzas, existen excepciones que no podemos pasar por alto a la hora de tomar decisiones sobre el dinero. Los ETFs no son todos iguales, y así como existen una gran variedad de opciones que son interesantes para invertir, existen otras de las que deberías tomar tus reservas, e incluso algunas que no son nada recomendables.
Como es usual en este espacio, no quiero señalar nombres directamente sobre en dónde sí y en dónde no invertir, sino compartirte los lineamientos generales que debes considerar para evaluar un ETF.
Cuando el nombre sí importa
Mientras que para el consumo diario y cubrir tus necesidades básicas el nombre de las marcas que compras no es ni de cerca el punto más importante, esto cambia a la hora de invertir. La reputación de los fondos es quizá el primer filtro que debes tomar en cuenta cuando buscas un ETF: si se trata de los nombres clave dentro de la industria, como BlackRock o Vanguard, puedes tener la confianza de que estás apostando a canastas de acciones que tienen un cierto rendimiento asegurado con un nivel de riesgo manejable.
Por supuesto que habrá opciones no tan conocidas que resulten en una gran inversión, pero es menos frecuente dar con ellas. Si aún así quisieras invertir en fondos no muy reconocidos que consideres aportarán valor a tu cartera, ve a la segura y no destines más de un pequeño porcentaje de tu capital para reducir el riesgo.
Dentro de este mismo apartado también debes considerar el AUM (assets under management, por sus siglas en inglés), un indicador que refleja la cantidad de capital que gestiona dicho fondo. Todos los fondos deben declarar este indicador, que en términos simples muestra cuántas personas invierten en él; no necesariamente muestra el éxito de un fondo o si tendrá una buena perspectiva de ganancias, pero es un número relevante ya que si es alto, alrededor de USD$100 millones, podemos decir que se trata de empresas serias.
Números: condiciones y desempeño histórico
Los fondos que gestionan los ETF cobran una comisión por sus servicios, en donde se incluyen los análisis de mercado que hacen y el manejo de las transacciones. Toma en cuenta que esta comisión es fija y no depende del desempeño mismo del fondo o del paquete de acciones, por lo que se te cobrarán independientemente de que obtengas rendimientos o no. Como controlan el dinero lo deducen automáticamente, no tienes que hacer nada, ¡pero que no te sorprenda cuando pase!
Una comisión razonable oscila entre el 0.10% y 1.00%, así que ten en cuenta siempre esto al seleccionar los ETF de tu interés. Una comisión del 2% o más ya se puede considerar cara, y no la recomendaría a menos que dentro de tu propio análisis tengas una gran certeza de obtener buenos rendimientos que compensarán la elevada comisión por esta inversión.
El historial del fondo es otro punto clave para seleccionar un ETF: considera a aquéllos que tengan como mínimo 3 años de historial comprobable, ya que es la medida mínima para evaluar el desempeño de sus operaciones. Revisa el histórico, compara contra otros fondos similares, y con los índices relevantes para conocer cuál puede ser el rendimiento esperado; la mayoría de las casas de bolsa donde adquieres participación en estos fondos van a ofrecerte una herramienta comparativa para contrastar estos resultados.
¿Qué industrias te interesan y cuáles puedes voltear a ver?
En tercer lugar, evalúa las industrias en donde tengas interés por participar, ya que aquí es donde se definirá en mayor medida las opciones de ETF que tengas a tu disposición. Como he señalado en ocasiones anteriores, hay canastas de acciones para prácticamente todo tipo de industrias, desde opciones muy generales y tradicionales, hasta otras más de nicho y especializadas.
Por ejemplo, hay fondos orientados a los videojuegos (no necesariamente todas sus empresas son desarrolladores o distribuidores, sino que incluyen intermediarios y proveedores, por ejemplo) que ahora mismo tienen bastante tracción, ya que su market share, hoy por hoy, supera al de otros mercados dentro de la industria del entretenimiento, como puede ser la música. Si te interesa este mundo, podrías revisar opciones orientadas en esta dirección.
Otros mercados que pueden resultar interesantes a futuro son el de las energías verdes, los combustibles fósiles y la industria minera. Puedes o no estar de acuerdo con algunas de las empresas que participan en estas industrias, pero son sólo algunos ejemplos de mercados que podrían ver un futuro interesante dentro de los siguientes años por la misma tendencia que todos podemos apreciar: complicaciones en la cadena de suministro, básicamente.
Claro que es imposible eliminar los riesgos por completo dentro de cualquier estrategia de inversión, y menos si consideramos que los ETF participan directamente en la bolsa de valores, un mercado con gran volatilidad. Esto no es algo negativo en sí mismo: al ser un mercado tan dinámico, siempre hay ganancias que pueden mitigar las pérdidas, y como me gusta recalcar, en un periodo de tiempo de 5 a 9 años, es muy poco probable que pierdas dinero con esta dinámica.
Considera los puntos que te comparto el día de hoy para trazar tu camino. Recuerda que si después de tu análisis considerando toda esta información, estás seguro de apostar a una industria en específico, estás tomando una decisión informada y esto es al final lo más importante.
Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.