Si eres un lector asiduo de este espacio, sabrás que mi recomendación general para quienes desean invertir es comenzar hacerlo a través de instrumentos como los ETFs. Las principales razones para ello es porque su manejo es muy sencillo, son fáciles de entender, y sobre todo, porque brindan una liquidez muy alta, en resumen son una forma “simple” de beneficiarse de la inversión en el mercado bursátil.
Me pareció adecuado abordar este tema en esta ocasión ante los últimos anuncios de empresas como Lala y Santander, que anunciaron sus planes para deslistarse de la bolsa de valores. Las reacciones han sido variadas, pero entre otros comentarios, algunas personas se han preguntado si vale la pena seguir invirtiendo en la bolsa, o si es un buen momento para comenzar a hacerlo.
Tanto si ya tienes inversiones en la BMV o en BIVA, o incluso si inviertes en bolsas de otros países (hoy es más fácil que nunca a través de distintas fintechs) como si está dentro de tus planes comenzar a hacerlo, mi respuesta es la misma: claro que sí. ¿Por qué? El mercado de valores es muy dinámico, y a largo plazo tiende al alza; por lo tanto, aunque ahora algunas empresas estén contemplando su salida, otras vendrán más adelante y las oportunidades de diversificar con ellas van a crecer.
Por todo ello, es que considero ahora más que nunca necesario el saber cómo invertir en ETFs para diversificar tu capital. Aclarando antes de entrar de lleno: no diré “este fondo es mejor que este otro” ni nada parecido, sino sólo los lineamientos generales que debes tomar en cuenta a la hora de utilizar este instrumento.
Para quienes no lo conocen
En palabras muy simples, se trata de canastas de acciones de empresas que cotizan en la bolsa. Esto significa que por sí mismos son un instrumento que te ayuda a diversificar, pues colocas tu capital en diferentes empresas e industrias; si una de ellas pierde, no todo tu dinero está en riesgo, y así consigues un buen balance entre riesgo y retorno lo cual es el objetivo de todos los profesionales que se dedican a la inversión..
Existen tres tipos principales de ETFs: aquéllos que replican un índice bursátil (como el IPC de la BMV), los industriales, que como su nombre lo indica agrupan a diferentes empresas de una industria particular y los que siguen una filosofía: ‘Valor’ que busca acciones baratas o ‘Crecimiento’ que busca acciones que crecerán. Sus características serán determinantes para tus inversiones, y por ello hay que saber decidir dónde y cuándo invertir en uno u otro.
Hora de tomar decisiones
Aquí cabe la primera pregunta para quienes deseen invertir en ETFs, ¿cómo elijo uno?
- Calidad. Como cualquier inversión, la primera pregunta que deberíamos hacernos, ¿en quién estoy confiando? Si bien no siempre es fácil saber todo sobre un fondo, hay un excelente indicador: el total de activos bajo administración (o AUM por sus siglos en inglés.) Considero que puedes confiar bastante en los fondos que alcanzan los mil millones de dólares y que, mínimo, para que entrar en tus consideraciones deberían tener por lo menos algunos cientos de millones en activos.
- Contenido. Parece obvio, pero lo más importante para elegir un ETF es conocer a qué le estás invirtiendo con cada uno. Existen miles de opciones, si bien empiezas con una idea: índice, industria o filosofía, es importante estudiar las empresas que tiene cada uno y evaluar si cumple con tu expectativa para tu estrategia de inversión.
- Trayecto. El tiempo de operación que tenga el fondo puede decirte mucho sobre su posible desempeño. Un historial de unos 4 años es un buen indicador para tomar una decisión con mayor confianza; un historial de un año o menos no te da suficientes elementos para poder evaluarlo bien.
- Diversificación. Cada canasta de acciones contiene un número determinado de empresas en ella. Mientras más empresas contenga, más diversificado estará; si bien hay algunos que pueden contener miles de empresas, un mínimo aceptable está por encima de las 20 y que ninguna represente más del 50% del total.
- Gastos. Un último punto que debes recordar, es que las instituciones que manejan los fondos tienen que cobrar una comisión por su manejo. Revisar y comparar el índice de gastos entre las distintas opciones muchas veces te ayudará a decidir entre uno y otro. Cómo parametro en general, la mayoría de los ETFs cobran menos de 1% y es importante entender que este porcentaje impactará en la misma proporción la ganancia que recibirás año tras año.
Tomar en cuenta estos 5 puntos, te ayudará a tomar una decisión sobre en qué opción te conviene más colocar tu dinero.
Las ventajas de los ETFs
Como he mencionado ya varias veces, siempre tienes que diversificar para mejorar las probabilidades de ganar y amortiguar riesgos. Un ETF hace esto al colocar tu dinero en las acciones de la canasta que elijas, las cuales pueden subir o bajar durante su jornada diaria en la bolsa. Si hay un alza en general en tu canasta de acciones, tendrás un rendimiento positivo, mientras que las pérdidas serán amortiguadas por las alzas.
La liquidez es su segunda gran ventaja. Debido a que operan en el mercado bursátil, puedes entrar y salir de ellos durante un mismo día, durante la jornada en la bolsa. Además, los dividendos obtenidos se pueden reinvertir en automático, y de esta forma no tienes que preocuparte por realizar nuevos movimientos, hasta que desees invertir en otro ETF.
Esto los vuelve un instrumento muy bueno para quienes no tienen mucha experiencia en bolsa o inversiones en general, ya que no necesitan ser unos grandes expertos en el mercado para poder hacer buenas inversiones. Por esto mismo, una “desventaja”, si es que la podemos llamar así, es que tú como usuario no puedes intervenir directamente en el ETF. Las instituciones que los dirigen determinan los porcentajes que destinan a cada acción y qué empresas colocan en ellos, así que si buscas a una empresa en específico y darle un porcentaje exacto de tu dinero, ésta no es la forma ideal para hacerlo.
Simón dice…
Por último, ¿hay alguna o algunas industrias en donde deberías voltear a ver? Mi respuesta es: sí. La industria del turismo (aerolíneas, hoteles, cruceros etc.) tuvo un año muy malo debido a la pandemia, con muchas de ellas tocando fondo y en crisis; este año, con el avance que hay en la vacunación y reactivación de actividades, tendrán una recuperación lenta pero sostenida, y es un buen momento para apostar a ellas.
Otras industrias como la maquila y los servicios financieros, han mostrado solidez y apuntan a mantenerse estables, por lo que también son opciones interesantes en donde puedes colocar tu dinero. Reitero: no tomes mis palabras como un instructivo que debes seguir al pie de la letra, sino como una guía general que debes mezclar con tu propia experiencia, planes y expectativas para armar el mejor portafolio posible de acuerdo con tus necesidades y tu visión del futuro.
Si ya estás invirtiendo en ellos, me gustaría saber qué otros factores consideras que deben tomarse en cuenta para utilizar ETFs, y sobre todo, cómo te está yendo al utilizarlos.
Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.