• Un antiguo filósofo, Dietrich Bonhoeffer, dijo que la estupidez es un enemigo más peligroso del bien que la malicia.
  • Uno puede identificar el mal pero con la estupidez se está más indefenso.
  • La razón es que una persona ignorante sabe huir de la situación cuando se ve atrapado.
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Es más peligroso tratar con una persona tonta que con una malvada. Cuando uno sabe que otra persona no tiene buenas intenciones, es fácil poner distancia, pero de la estupidez es algo mucho más complicado, según una teoría.

La razón es que la estupidez puede ser manipulada para ser utilizarla con malas intenciones.

En ocasiones la estupidez puede adoptar una apariencia divertida. Como esa enseñanza que dice: «Debatir con un idiota es como intentar jugar al ajedrez con una paloma: derriba las piezas, defeca en el tablero y vuela de regreso para reclamar la victoria».

Pero la estupidez tiene un lado oscuro que el filósofo Dietrich Bonhoeffer compartió mediante la siguiente teoría.

La maldad puede reconocerse fácilmente. Esto es lo que sucede cuando ves una película. Hay ocasiones que desde el primer momento reconoces quién es el villano de la historia. En la vida real también hay personas malas reconocidas como tales por los actos que llevan a cabo. En el momento que se identifica un mal se empieza a pensar en cómo combatirlo.

«Uno puede protestar contra el mal; puede ser expuesto y, si es necesario, impedido por el uso de la fuerza», dijo Bonhoeffer según Big Think. «El mal siempre lleva dentro de sí el germen de su propia subversión».

La estupidez, aunque no lo parezca, es un problema diferente que lo hace hasta casi más peligroso que la propia maldad. No se puede luchar contra ella tan fácil. No es algo que se tomen en serio por lo que en general se es más tolerante con este tipo de personas. De hecho, no se intenta derribar a alguien por ignorancia ni tampoco se les grita por no saber hacer ciertas cosas.

Además, este tipo de personas son bastante escurridizas, y cuando se ven atrapadas intentan salir de ahí como pueden. Son personas con las que no se puede debatir porque no están abiertos a la razón, según Bloghemia.

Por todas estas razones, la estupidez debe verse como algo mucho más peligroso que el mal, según Bonhoeffer. Y es que la estupidez tiene un gran potencial para dañar la vida de las personas.

A una persona ignorante la pueden manipular, y puede hacer algo bajo la influencia de alguien de no muy buenas intenciones, por lo hay que tener más cuidado. No solo se les utiliza para estos fines por su desconocimiento sino también porque nadie espera de ellos que cometan algún acto dañino para los demás.

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