• Una iniciativa propone recopilar los datos biométricos de millones de usuarios de celulares en un registro.
  • El propósito es para luchar en contra de los secuestros y la extorsión en el país.
  • Sin embargo, expertos opinan que los delitos podrían aumentar si este registro llega al mercado negro.

Una iniciativa propone recopilar los datos biométricos de millones de usuarios de celulares en un registro, el cual se utilizaría para combatir el secuestro y la extorsión.

Sin embargo empresas y grupos de derechos a la privacidad advierten que esto podría llevar al robo de datos.

La reforma coincide con la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de luchar contra la delincuencia utilizando métodos de inteligencia en lugar de la fuerza.

No obstante críticos afirman que pone de manifiesto las trampas de los gobiernos que pretenden recopilar más datos de los ciudadanos con fines policiales.

La iniciativa se discutirá en el actual periodo de sesiones en el Senado.

¿De qué va la iniciativa de los datos biométricos?

De acuerdo con el plan, América Móvil, AT&T y otros operadores se encargarían de recopilar los datos de los clientes.

Las huellas dactilares o la biometría ocular se enviarían a un registro gestionado por el Instituto Federal de Telecomunicaicones (IFT).

La iniciativa de datos biométricos podría elevar el robo de teléfonos, debido a que delincuentes buscarían eludir el registro al sustraer los aparatos y podría poner en riesgo la seguridad si los datos se utilizan mal.

América Móvil, propiedad del multimillonario mexicano Carlos Slim, AT&T y Telefónica declinaron hacer comentarios.

¿Cuáles son las consecuencias de este registro?

La Asociación de Internet de México dijo que el registro costaría cientos de millones de dólares, podría poner en riesgo empleos y violaría derechos humanos.

México desmanteló en 2012 un registro previo, después de que se descubriera que las llamadas de extorsión aumentaron 40% por la filtración de datos al mercado negro.

La nueva reforma podría ocasionar que criminales exploten a personas y condenarlas erróneamente por delitos, según Irene Levy, presidenta de la organización mexicana de vigilancia de las telecomunicaciones Observatel.

«Los delincuentes lo que hacen es pedirle a alguien que vaya y compre ciertas líneas telefónicas (…) y cuando haya algún delito cometido con estos números, este chico o chica que tomó el dinero por necesidad y registró sin saber las consecuencias, irá a la cárcel», dijo Levy, refiriéndose al capo del Cártel de Sinaloa que está preso en Estados Unidos.

¿Cómo evitaría las llamadas de extorsión?

María de los Ángeles Huerta, legisladora de Morena, dijo que el registro ayudará a combatir el secuestro en México.

Los delincuentes usan hasta 17 móviles para un secuestro, lo que hace casi imposible que la policía los localice, dijo Huerta.

El argumento a favor es que hay muy poco control de las más de 120 millones de líneas del país, 83% de las cuales utilizan tarjetas SIM de prepago disponibles en las tiendas de la esquina.

Tal como están las cosas ahora, se puede «comprar una tarjeta y ponérsela a tu teléfono, hacer una llamada de extorsión y luego tirar el teléfono a la basura», dijo Huerta.

El registro dificultaría el anonimato de los usuarios de móviles al exigir una prueba de identificación junto con datos biométricos.

Esa información estaría a disposición de las fuerzas del orden que la soliciten.

«Un dato biométrico no es tan falseable (…) si eres un delincuente horrendo, puedes decirle a tu mamá que se ponga, pero por lo menos vas a encontrar a la mamá del delincuente, ¿no?», dijo Huerta.

Solo 8% de los países con registros exigen también datos biométricos

El nuevo registro obligaría a instalar equipos biométricos, para capturar huellas dactilares o escáneres de iris.

Aunque 155 países de todo el mundo mantienen registros de usuarios de teléfonos móviles, México iría más allá que la mayoría.

Solo 8% de los países con registros exigen también datos biométricos, principalmente a los usuarios de tarjetas SIM de prepago, según el grupo global de la industria de telecomunicaciones GSMA.

Muchos de los países que conservan datos biométricos tienen un historial cuestionable en materia de derechos humanos, como China, Arabia Saudita y Pakistán.

Ningún país occidental recoge datos biométricos de los usuarios de teléfonos móviles.

La reforma podría excluir aún más a comunidades rurales

La reforma pone empresas como esponsables del costo de la recopilación de datos y su posterior envío al registro.

Además, el registro obstruirá el acceso a los móviles para los indígenas que pueden carecer de formas oficiales de identificación.

Perú introdujo la recolección de huellas dactilares en 2016, pero dio lugar a complicaciones en las zonas rurales.

Si los usuarios no entregan los datos, los operadores cortarán sus líneas, aislando a las personas que dependen de sus teléfonos para acceder a internet, dijo Elena Estavillo, excomisionada del IFT.

Con información de Reuters

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