• Según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) a octubre de 2020, se presentaron 2,700 reclamaciones por posible robo de identidad y 45,000 reclamaciones por fraudes bancarios.
  • El fin de año es normalmente uno de los periodos con alta transaccionalidad, y con ello también llegan los fraudes, si a eso le agregamos el ingrediente de la pandemia este año, se conforma la tormenta perfecta.
  • Juan Carlos Jiménez Rojas, director general de la Asociación de Bancos de México, explicó que ante la pandemia del coronavirus, el uso de la banca digital y electrónica creció exponencialmente.
  • Pero también se incrementó el número de fraudes telefónicos y por medios electrónicos para robar la información de los clientes de la banca.

Alma recibió una llamada de su banco, el asesor al otro de la línea telefónica se presentó y le comentó que habían detectado un movimiento sospechoso en su cuenta, por lo que requerían sus datos para comprobar que era ella.

En ese momento lo único que pasó por su cabeza era que su dinero estaba en peligro. Por ello, olvidó todas las recomendaciones que constantemente hacen las instituciones financieras: no se solicita información personal ni financiera por teléfono ni correo electrónico.

La ansiedad que le provocó esta situación tampoco le permitió corroborar la identidad de la persona que estaba al otro lado del teléfono con una llamada al número detrás de su tarjeta.

Alma dio toda su información financiera y personal, para así intentar arreglar el problema. A los pocos días su cuenta fue saqueada. No fue del banco de donde le hablaban, se trataba de defraudadores.

El fraude bancario, la pandemia y el fin de año

El fin de año es normalmente uno de los periodos con alta transaccionalidad. Y también con un alto número de fraudes.

Juan Carlos Jiménez Rojas, director general de la Asociación de Bancos de México, explicó que ante la pandemia del coronavirus, el uso de la banca digital y electrónica creció exponencialmente.

Pero también se incrementó el número de fraudes telefónicos y por medios electrónicos para robar la información de los clientes de la banca.

Según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), a octubre de 2020 se presentaron 2,700 reclamaciones por posible robo de identidad y 45,000 reclamaciones por fraudes bancarios.

Así es como te engañan los delincuentes por teléfono

La forma en que “trabajan” los defraudadores son muchas.

Te pueden llamar como a Alma, o enviar un mensaje o correo electrónico en el que te digan que tu cuenta ha sido bloqueada, te alerten de una transacción sospechosa o te pidan actualizar tus datos.

Por teléfono utilizan sistemas que permiten disfrazar el número para que aparezca el del banco en el identificador de llamadas, a esto se le llama Spoofing.

También está el fraude llamado vishing que son mensajes pre-grabados que pretenden ser del banco. Se comunican directamente o envían SMS pidiendo que llames a un número.

O mensajes de texto (SMS) que solicitan directamente los datos personales, fraude que recibe el nombre de Smishing.

Seguro te ha tocado alguno de estos mensajes, y siempre piensas, “yo ni tengo cuenta en ese banco”. Pero habrá quien sí la tenga, y eso es a lo que les apuestan los defraudadores a “pescarlos”.

La seguridad, una responsabilidad compartida

Jiménez Rojas explica que la mayoría de las veces se culpa a los bancos por la fuga de información de los clientes, pero también hay otras formas en que los datos se filtran.

Uno de los ejemplos que pone el directivo es cuando somos nosotros, los clientes quienes vamos por ahí dando nuestra información, porque nos dicen que “hemos ganado un premio, pero tenemos que dejar nuestro datos”, “para aprovechar una promoción”, o porque “te ganaste un viaje todo pagado, pero para hacer la reservación tienes que dejar los datos de tu tarjeta».

Y así, podemos hacer una lista de descuidos que tenemos y que nos hacen, en la mayoría de las ocasiones, el eslabón más débil en la cadena de seguridad de nuestros datos personales y financieros.

La seguridad es una responsabilidad compartida, dice Juan Carlos Jiménez Rojas.

Así que en tus manos también está que tus datos no estén regados por ahí. Además estas son las recomendaciones para cuando recibas este tipo de llamadas:

1. Cuidado con la información que te solicita el banco, podrías ser víctima de fraude

Si bien es común que los bancos hagan llamadas para avisarte de algún servicio, incluso recordarte las fechas de pago; también es cierto que nunca te solicitarán datos confidenciales como tu NIP, contraseña, Código de Verificación de tu tarjeta (CVV), incluso tu número de tarjeta, por ningún medio.

2. Verifica la identidad del asesor del banco para que no caigas en un fraude

Si te llaman del banco debes asegurarte de que efectivamente sean ellos, o de preferencia no ofrecer ningún tipo de información personal ni financiera.

Este tipo de llamadas están hechas de tal manera que pueden engañar a cualquiera “puedes escuchar la voz de una señorita muy amable que se presenta como ejecutiva del banco, y de fondo el típico ruido de un call center, incluso la música que normalmente escuchas del banco”.

Si tienes sospecha de que es una estafa la recomendación es que cuelgues y posteriormente realices la llamada a los números detrás de tu tarjeta, para verificar si existe algún problema con tu cuenta.

3. Utiliza los medios de notificación

La forma más práctica de saber los movimientos de tu cuenta son las notificaciones que hoy prácticamente todas las instituciones financieras ofrecen, con ellas es muy sencillo darte cuenta cuando algo malo ocurre.

Si no te has dado de alta en estas notificaciones, que pueden ser correos o mensajes cortos (SMS), es muy importante que lo hagas, así tendrás el control de esto.

Cada vez es más complejo detectar el fraude, así que la mayor recomendación es siempre estar alerta y no dar información ante cualquier llamada, mucho menos si no has verificado la identidad de la institución financiera.

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