• Más de 1,000 productores en todo el país se han capacitado para fomentar una nueva tendencia en la conservación de la fertilidad del suelo.
  • Los capacitadores enseñan prácticas desde la rotación de cultivos hasta la reducción de la labranza.
  • "La adopción de nuevas prácticas impulsa de manera progresiva los niveles de producción agroalimentaria a la vez que fortalece los cuidados del entorno en que se genera una cosecha”, explica el especialista Aristóteles Vaca Pérez.
  • ¿Ya conoces nuestra cuenta en Instagram? Síguenos

A través del Programa Nacional de Capacitación en Nutrición Vegetal y Conservación de la Fertilidad del Suelo, se han capacitado más de 1,000 productores en todo el país para fomentar una nueva tendencia en la conservación de la fertilidad del suelo.

Ante ello, el especialista en sector agroindustrial, Aristóteles Vaca Pérez aseguró que lo anterior abona a la construcción de un sistema agroalimentario sustentable.

Basado en el Programa Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural 2024, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) ha impartido 244 cursos para optimizar el empleo de insumos agrícolas y costos de producción. Esto, con el objetivo de producir alimentos sostenibles, inocuos, nutritivos y asequibles para la población.

“El trabajo en conjunto que se ha realizado para la capacitación de productores ha contribuido a que se ahonden en las necesidades nutrimentales de las plantas, procesos biogeoquímicos e interacciones de microorganismos y que genera un impacto en uno de los recursos más importantes del proceso agrícola que es el suelo”, señaló Vaca Pérez.

Desde la rotación de cultivos hasta la reducción de la labranza, los capacitadores enseñan prácticas que representan un enorme beneficio en lo que respecta al cambio climático, pues contribuyen a proteger a los cultivos de las altas temperaturas, la creciente escasez de agua y la precipitación pluvial errática y extrema.

Además de su contribución al medio ambiente, dijo Vaca Pérez, la agricultura sustentable propicia el abastecimiento adecuado de alimentos y potencia los recursos actuales y futuros del  suelo. “En otras palabras, la adopción de nuevas prácticas impulsa de manera progresiva los niveles de producción agroalimentaria a la vez que fortalece los cuidados del entorno en que se genera una cosecha”, explicó.

A la par, distintas iniciativas entre la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) han permitido la capacitación de 1,100 productores en bioinsumos para la nutrición vegetal y conservación de la fertilidad del suelo.

AHORA LEE: La población de China se reduce por primera vez en 60 años

TAMBIÉN LEE: La recesión e inflación impulsan los trabajos alternos: 4 pasos para contarle a tu jefe de tu negocio

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en FacebookInstagramLinkedInTwitterTikTok y YouTube