- Dania Swails contó que los sistemas de seguimiento de candidatos no leían su currículum.
- Swails, que trabajó en finanzas, renovó su currículum para que pudiera atravesar los sistemas con más facilidad.
- Simplificó el formato de su currículum y comenzó a recibir más llamadas para solicitudes de empleo.
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Dania Swails, de 28 años, ha trabajado en finanzas y está buscando otro empleo en la industria después de dejar su último puesto. La han rechazado en muchos trabajos a los que se postuló. Una reclutadora le sugirió que reelaborara su currículum para que un sistema de seguimiento de candidatos pudiera leerlo más fácilmente.
Tengo una licenciatura en gestión deportiva. Me gradué en 2019 y la pandemia comenzó en marzo de 2020. Entonces, algunas de las ofertas de trabajo que tenía (al igual que las perspectivas) no comenzaron hasta la siguiente temporada.
Sin embargo, mis oportunidades desaparecieron por la pandemia del covid-19.
Tenía una amiga que era corredora de bolsa. Ella dijo: “Oye, mi trabajo te capacitará para convertirte en corredora si eso es algo que te interesa”.
En ese momento, solo necesitaba un trabajo, así que me convertí en corredora.
Me metí en esto y realmente me gustó. Mi papá trabaja en finanzas. Él hace impuestos e inversiones. Me ha dicho toda mi vida que necesito investigar las finanzas. Cuando comencé en la industria, mi papá y yo solíamos estudiar todas las noches para mi examen de la Serie 7, que aprobé.
Después de trabajar como corredora, me contrataron para ser operadora de acciones. Realmente me metí en la investigación de datos y tendencias cuando trabajaba en ese rol. Estuve allí dos años y luego me despidieron.
Más tarde, entré en LinkedIn y encontré trabajo como analista. Era la primera vez que no trabajaba con clientes. Lo hice directamente para el banco. Me gustaba ser analista, pero simplemente no me gustaba la compañía.
Pensé: “Bueno, he estado en finanzas durante cuatro años. He administrado estas cuentas. He hecho esto. No he tenido problemas para encontrar un trabajo”.
Así que a finales de enero dije: “Estoy cansada de este empleador. Simplemente me iré. Estoy segura de que puedo encontrar algo más”.
Eso no sucedió.
Cuando era corredora de primer año, sentía como si me reclutaran en LinkedIn todos los días. Así fue como conseguí el trabajo como operadora de acciones. Incluso cuando me despidieron, solo estuve sin empleo durante tres semanas antes de volver a trabajar en un nuevo rol.
Sin embargo, ahora, meses después, todavía no tengo un puesto. Esto ha sido lo más difícil que nunca. Jamás había tenido una experiencia como esta.
LinkedIn siempre ha sido mi mejor amigo, pero ahora es mi peor enemigo: es como si se hubiera producido un cambio.
Renovando mi currículum
Me habían dicho que mi currículum era impresionante. También que es demasiado largo, demasiado corto, demasiado vago y que necesitaba cambiar el formato.
Tenía mi educación y mis habilidades a un lado, junto con mi información de contacto. También una plantilla que tenía un aspecto bastante elegante.
Siempre lo había usado y pensé que llamaba la atención de los reclutadores. No obstante, simplemente no tenía mucha suerte. Así que estuve cambiando mi currículum: agregando y quitando cosas.
Había empleos en los que cumplía todos los requisitos y aún así me rechazaban. Cuando era operadora de acciones, necesitaba de tres a cinco años de experiencia, pero me reclutaron cuando solo tenía un año y medio. Entonces pude asumir un rol más alto.
Y luego me convertí en una analista que necesitaba un poco más de experiencia de la que yo tenía. En la entrevista dijeron que les gustaba dónde estaba mi cabeza, así que me contrataron.
Después de dejar mi último trabajo, me postulé para puestos en los que no cumplía con todos los requisitos, pero pensé que podía hablar sobre mi experiencia. Me rechazaban automáticamente, así que decidí postularme solo para trabajos en los que cumplía con todos los requisitos. De todos modos, me rechazaban.
Llevo cuatro años en Cincinnati. Me gusta, pero también me gustaría ir a otro lugar, tal vez Miami, Filadelfia, DC o Chicago. Solicité trabajo y quité mi dirección de mi currículum para que no marcara en el sistema. Seguía sin conseguir nada.
Entonces, una reclutadora con la que trabajé dijo que mi currículum podría quedar atrapado en los sistemas de seguimiento de candidatos. Ella sugirió pasarlo por un sistema que vería si falla cuando lo compara con una determinada descripción de trabajo.
Cuando envié mi currículum y descripción de trabajo a través de este sistema, me sorprendieron los resultados. Decía que tenía pocas posibilidades de conseguir un empleo.
Mi currículum tenía guiones, que lo habrían desvirtuado porque a veces un ATS no los reconoce. También tenía más de 32 caracteres en el nombre del archivo. Me dijeron que eso no era bueno, así que lo acorté.
La reclutadora aseguró que el formato y la plantilla que usé no eran legibles y que el ATS no captaba mis habilidades o educación clave. También me dijo que si el currículum tenía más de una página, lo eliminarían automáticamente.
Tuve que renovar mi currículum por completo. Lo convertí en un documento simple: blanco y negro básico. En lugar de tener columnas separadas, la información va de arriba a abajo en orden cronológico.
No ha pasado tanto tiempo, pero he recibido dos llamada desde que lo actualicé.
Me alegré de tener el nuevo currículum, pero también me entristeció porque siento que perdí muchos trabajos, especialmente aquellos que realmente deseaba.
Dije: “Oh, sí, definitivamente calificaré para esto”. Configuraba mis filtros de LinkedIn. Solicitaba empleos que acaban de abrirse en las últimas 24 horas con menos de 10 solicitantes.
Es como: “Está bien, esto solo tiene tres solicitantes. Cumplo con todos los requisitos además de una licenciatura en finanzas”. Tengo la experiencia requerida.
Sin embargo, mi currículum fue automáticamente rechazado.
¿A dónde voy desde aquí?
Al final, probablemente conservaré ambas versiones de mi currículum. Quiero tener uno currículum que destaque cuando una persona realmente lo mire, que resalte entre los demás más simples y en blanco y negro.
Luego tendré el currículum que ingreso en el sistema del ATS.
Todo esto me hace sentir: “¿Cuál es el punto de tener reclutadores si vas a tener un sistema que lo marque todo?” Lo entiendo desde el punto de vista de recursos humanos. Si fuera reclutador, no querría revisar 5,000 solicitudes. No obstante, como alguien que busca trabajo, este sistema no funciona.
En mi último trabajo, mi salud mental se estaba deteriorando. Ahora tengo una nueva fuente de estrés. Una parte de mí siente que me están castigando por no permanecer en mi trabajo, como si me hubiera arriesgado demasiado.
No fui arrogante cuando me fui, pero sí tenía la mentalidad de que podía encontrar algo más porque tengo experiencia y tengo un título. Y en el pasado, siempre me reclutaban.
Cuando llevas cuatro meses desempleada, sientes que tal vez fuiste demasiado arrogante. Quizás no fui lo suficientemente humilde. Quizás debí aguantar.
Tal vez debí de quedarme hasta que hubiera algo más. Tienes todos estos escenarios que pasan por tu cabeza cuando simplemente no obtienes nada. Te desmoraliza.
Ahora, cuando presento la solicitud, a menudo siento que se trata solo de lo que se escanea en el sistema. Si puedes atravesarlo, entonces podrás demostrar tu valor o hacer que alguien se arriesgue contigo.
Pero primero tienes que pasar por el sistema.
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