• La Generación Z se enfrenta a una "crisis nacional", según el psicólogo social Jonathan Haidt.
  • Haidt declaró al Wall Street Journal que las mujeres de la Generación Z van a tener menos éxito que los hombres de la Generación Z.
  • Esto se debe en parte a que muchas mujeres de la Generación Z se enfrentan a problemas de salud mental como la ansiedad.
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Las mujeres aún no ganan tanto como los hombres en sus trabajos. Y, a medida que la Generación Z se incorpore al mercado laboral, la brecha salarial podría agravarse aún más.

De hecho, las mexicanas jóvenes quienes se sienten más incapaces de manejar una crisis financiera personal, de acuerdo con YouGov. Una encuesta hecha por la firma de investigación de mercados reveló que 38% de las mujeres entre 18 y 24 años y 30% de las de 25 a 34 años, dudan poder manejar un evento desafortunado.

La razón es que millones de mujeres de la Generación Z que apenas se unirán a la fuerza laboral sufren depresión y ansiedad.

Mujeres de la Generación Z, menos propensas a asumir riesgos

Jonathan Haidt, psicólogo social y profesor de la Universidad de Nueva York dijo que, si bien las brechas de género en algunos campos se han reducido en las últimas décadas, «podrían comenzar a ampliarse en 2030».

«Las mujeres de la Generación Z, al ser tan ansiosas, tendrán menos éxito que los hombres», añadió en entrevista para The Wall Street Journal.

Esa entrevista era sobre la crisis de la Generación Z. Intentaron poner especial atención a los perjuicios de las redes sociales y su impacto en la salud mental.

Según Haidt, las mujeres jóvenes en particular se enfrentan a retos que podrían obstaculizar su vida profesional. Y, de no enfrentarlo de manera adecuada, podría aumentar la brecha salarial en las próximas décadas.

De acuerdo con VoCes-19, una encuesta aplicada en línea para personas de 15 a 24 años en noviembre de 2020, 64% de las adolescentes presentaron síntomas de depresión. Entre las mujeres de mayor edad (18 a 24 años), 17% declaró haber sufrido una «depresión grave».

Con el auge de las redes sociales —especialmente Instagram— los índices de depresión se dispararon, según Haidt. Al mismo tiempo, la Generación Z estaba pasando menos tiempo real juntos; es decir, experimentaron su infancia «en gran medida solo a través del teléfono».

El psicólogo destacó que «nunca ha habido una generación tan deprimida, ansiosa y frágil».

La brecha salarial no es lo único que afectaría a las mujeres de la Generación Z

Durante 2022, las mujeres en México cobraron 14% menos que los hombres. Esto quiere decir que por cada 100 pesos que recibe un hombre en promedio por su trabajo al mes, una mujer recibe 86 pesos.

Sin embargo, hay ciertos sectores en los que las mujeres ganan más que los hombres, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Entre los más destacados están servicios inmobiliarios, construcción y minería, que cuentan con una baja representación femenina pero que accede a mejores puestos.

Esto no es inusual: Richard Fry, autor de un informe del Pew Research Center, dijo anteriormente que «hay pruebas de que la brecha salarial tiende a ser más estrecha al principio de la carrera de las mujeres».

No obstante, las diferencias salariales pueden agravarse a medida que envejecen los trabajadores. Las diferencias salariales aumentan con los años, con una diferencia de más de 2,000 dólares en los ingresos mensuales entre mujeres y hombres de 35 a 44 años. Eso en Estados Unidos.

Podría haber algunos factores que empujen en contra de esa tendencia histórica y de las crecientes preocupaciones por la salud mental que Haidt ha planteado.

El aumento de la matriculación en la universidad y la mayor probabilidad de que las mujeres de la Generación Z terminen una carrera podrían reducir la brecha salarial que se amplían o aparecen más adelante en sus carreras.

«Dadas las diferencias en su posición actual en el mercado laboral, así como sus niveles educativos en relación con los de los hombres, puede que sea realmente una historia diferente para este grupo de mujeres jóvenes», dijo Fry anteriormente.

Al mismo tiempo, los hombres sin titulación universitaria están abandonando la población económicamente activa, en parte, porque consideran que empleos mal pagados suponen un golpe a su estatus social.

Según un documento del Banco de la Reserva Federal de Boston, muchos hombres jóvenes que se enfrentan a un crecimiento salarial limitado prefieren no tener trabajo a tener uno mal pagado, lo que ven como un riesgo para sus perspectivas matrimoniales y su posición social.

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