- Lukashenko ha gobernado Bielorrusia, país de Europa oriental, durante más de 26 años.
- En 2020, manipuló una elección y declaró que ganó 80% de los votos, nombrándose presidente para un sexto mandato.
- Esta semana, puso en tierra un avión de pasajeros para detener al periodista Roman Protasevich.
Una serie dramática de eventos en los que un avión de pasajeros de Ryanair fue desviado y obligado a aterrizar en Minsk, Bielorrusia, provocó una protesta internacional después de que se reveló que la amenaza de bomba que fundamentó el plan era simplemente un ardid para arrestar al periodista Roman Protasevich.
Protasevich, de 26 años, es cofundador y editor en jefe de NEXTA, un canal de noticias con sede en Polonia que difunde clips de protestas masivas contra Lukashenko a través de la aplicación de mensajería encriptada Telegram. El joven es un opositor vocal del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. Además, estuvo exiliado en el país vecino de Lituania hasta que él y su novia, Sofia Sapega, fueron sacados del avión de Ryanair y detenidos.
La medida provocó la condena de los líderes mundiales, incluido Estados Unidos. Según CNN, la Unión Europea sancionó a Bielorrusia y pedirá a todas las aerolíneas de la UE que no sobrevuelen el país. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, agregó el lunes que pronto se establecerán más sanciones económicas contra el país.
Pero la raíz del drama que gira en torno al país de Europa del Este se encuentra en el propio Lukashenko. El hombre de 66 años ha mantenido un firme control del poder en Bielorrusia durante más de 26 años. Además, no tiene reparos en enfurecer a la comunidad internacional solo para detener a un activista.
Un hombre con antecedentes militares y lazos rusos
La historia del ascenso al poder de Lukashenko en Bielorrusia comienza en 1990. Entonces, tenía casi 30 años y era un joven militar prometedor que acababa de ganar una elección para un escaño parlamentario en la República Socialista Soviética de Bielorrusia.
Lukashenko cuenta con estrechos vínculos con la Unión Soviética, detallando una línea de tiempo de sus puestos anteriores en el ejército soviético y su pertenencia al ala juvenil comunista soviética. En 1993, se nombró a Lukashenko jefe de la comisión anticorrupción del parlamento bielorruso.
En 1994, Lukashenko ganó la presidencia con el 80,3% de los votos, cumpliendo la promesa de «recuperar el país del abismo». Desde entonces, ha logrado mantenerse en el poder.
El control de Lukashenko en el poder flaquea en 2020, y es apodado «el último dictador de Europa»
El control de Lukashenko en el poder ha vacilado en el último año cuando enfrentó una fuerte oposición en las elecciones de 2020. Temiendo ser derrocado, falsificó los resultados electorales, declarando que ganó el 80% de los votos y otorgándose un sexto mandato.
Esta medida provocó protestas en todo el país. El año pasado incluso el Reino Unido y Canadá impusieron sanciones contra funcionarios de Bielorrusia en un intento por parte de un grupo de naciones occidentales, mismo que intentó hacer responsable a Lukashenko por manipular las elecciones y reprimir las protestas pacíficas.
Según Politico, se estima que más de 35,000 bielorrusos fueron arrestados durante este levantamiento; miles enfrentaron abusos y torturas bajo custodia policial. Durante las protestas, Lukashenko intentó en múltiples ocasiones mostrar una fachada de fuerza; en un momento dado, lanzó un video de él mismo bajándose de un helicóptero vestido con un chaleco antibalas mientras portaba un rifle de asalto.
Vladimir Putin ha sido un aliado importante para Lukashenko en Biolorrusia
El presidente ruso Vladimir Putin es un fuerte aliado del líder bielorruso. De hecho, extendió un préstamo de 1,500 millones de dólares a Bielorrusia en 2020 como un «gesto de apoyo» y ayuda voluntaria de la policía rusa durante las protestas.
Al Jazeera informó que Rusia también envió periodistas vinculados al Kremlin para cambiar la forma en que se cubrieron las protestas en los medios estatales bielorrusos.
Un informe de 2020 de The Guardian indicó entonces que Lukashenko se estaba resquebrajando bajo presión, aunque continuó resistiéndose a los pedidos de su renuncia. Luego, algunos medios de comunicación apodaron a Lukashenko como «el último dictador de Europa», aunque algunos argumentan que, si bien es un dictador, no será el último.
Su manejo de la pandemia de Covid-19 en Bielorrusia generó críticas generalizadas y más llamamientos para que dimitiera. Pero Lukashenko ha mantenido su control sobre el poder.
Durante una visita a una planta de tractores de ruedas de Minsk el año pasado, respondió a una pregunta sobre elecciones justas diciendo: «Estoy respondiendo a su pregunta. Celebramos elecciones. Hasta que me maten, no habrá otras elecciones».
La represión generalizada de Lukashenko contra la oposición y la disidencia
Los analistas dicen que el aterrizaje del avión de pasajeros de Ryanair esta semana es una indicación de que Lukashenko continuará intensificando su represión contra los medios independientes y persiguiendo a los periodistas que están huyendo, incluso a costa de provocar a la comunidad internacional.
«Este es un mensaje político para los inmigrantes políticos bielorrusos de la nueva ola y, por otro lado, para sus partidarios, el llamado ‘pantano electoral'», dijo a Al Jazeera Igar Tyshkevich, un analista bielorruso con sede en Ucrania.
«El mensaje es que el gobierno es fuerte y puede llegar a cualquiera», agregó Tyshkevich.
Entonces, quizás el mejor resumen de la vida de Lukashenko podría, irónicamente, ser uno que escribió sobre sí mismo.
«Mi vida, al igual que la vida de otros presidentes, es muy ocupada. Te despiertas y sigues corriendo. ¿Qué se siente estar huyendo durante 25 años? Me acostumbré», dice una cita de Lukashenko que se muestra con orgullo en su biografía oficial en línea.
Continúa: «Esta rueda de hámster sigue girando y no hay forma de escapar. Si te detienes, seguirá moviéndose y te lanzará hacia atrás. Este es un modo de vida. Estoy acostumbrado».
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