- El cáncer está relacionado con factores que son modificables y otros que no.
- Estas condiciones que han de cumplirse y las dudas que aún se tienen sobre la patología han alimentado muchos de los mitos y bulos de la enfermedad.
- Estas son 9 de las falsas creencias que se tienen sobre el cáncer y que pueden generar una preocupación innecesaria.
La información que se divulga sobre los diferentes tipos de cáncer no ha quedado libre de mitos y creencias falsas.
En origen, muchas de ellas podrían estar motivadas por las incógnitas que aún quedan por resolver sobre el cáncer o por investigaciones anteriores incompletas —que no podían ampliarse con los recursos que se tenían disponibles.
Sin embargo, aunque en su debido contexto tengan una explicación aparente, lo cierto es que muchas de ellas podrían generar preocupaciones innecesarias. Incluso dificultar la toma de decisiones de los pacientes o familiares.
Algunos de estos mitos están estrechamente relacionados con características del cuerpo humano no modificables, que pueden influir en el desarrollo futuro de algunos tipos de cáncer, como la herencia genética.
Otros añaden más factores que sí se pueden modificar a la lista de los ya conocidos —el tabaco, el alcohol— como los alimentos procancerígenos.
Estas son 9 de las falsas creencias que rondan al cáncer, según expertos.
Los alimentos «cancerígenos»
De acuerdo con las declaraciones del Dr. Miguel Ángel Berenguer, oncólogo y miembro de Doctoralia en una entrevista con Business Insider España, hay bastantes mitos o falsas creencias con ciertos alimentos que son clasificados como procancerígenos o como anticancerígenos.
«Es innegable que cada vez hay más estudios que valoran el efecto en la incidencia del cáncer de ciertos alimentos como la leche o la carne, pero al igual que también aparecen estudios en el que no se puede probar esta relación, lo que a veces es confuso tanto para el paciente como para el profesional», reconoce Berenguer.
En su lugar, el oncólogo recomienda prestar atención a las dosis que se toma de estos tipos de alimentos.
El dolor del cáncer
El cáncer puede ser una enfermedad muy silenciosa. De ahí que algunos tumores se detecten en etapas ya avanzadas de la enfermedad.
No obstante, incluso si se identificase un caso de cáncer de manera temprana, hay maneras de aliviar el dolor que pueda llegar a sentir el paciente. Depende, según expertos consultados por National Geographic, de dónde se localice el tumor.
La quimioterapia es buena y mala
El tratamiento de quimioterapia contra el cáncer suele tener efectos secundarios que producen limitaciones en la vida cotidiana del paciente. Pero los avances médicos de las últimas décadas han ayudado a reducir el riesgo de efectos nocivos, según explica a Cancer Center el oncólogo Issam Alawin.
El mismo apunta al ciclo de las células tumorales en los momentos en los que están más activas. Pero, explica la oncóloga de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Marta Blanco, existen en el organismo una gran cantidad de células que también son muy activas en condiciones normales.
«Existen muchos tejidos que se renuevan constantemente, cuyas células tienen una gran capacidad de reproducirse, como las de la superficie de la piel, las mucosas y los folículos pilosos. Estas son las células que se ven afectadas con mayor facilidad, dando como resultado algunos de los efectos secundarios más comunes», explica a National Geographic.
Los tratamientos con hierbas medicinales
No hay ninguna hierba medicinal que pueda curar el cáncer, aunque algunas ayuden a tolerar los efectos secundarios de los tratamientos orientados a la patología.
De hecho, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, algunas hierbas medicinales pueden ser perjudiciales cuando se consumen durante la quimioterapia o la radioterapia porque pueden interferir con el funcionamiento de estos tratamientos.
La herencia del cáncer
La herencia genética podría ser uno de los factores determinantes de sufrir un caso de cáncer en el futuro. Pero lo cierto es que es poco probable. Estos casos suponen entre 5% y 10% del total de cánceres detectados. Cuando entre 90% y 95% son esporádicos, informan los NIH.
En palabras de la oncóloga, que existan distintos casos de cáncer en una familia no significa necesariamente que se tengan más probabilidades de padecerlo.
«Para sospechar que pueda haber predisposición familiar tienen que cumplirse una serie de criterios a valorar por los médicos, entre ellos la existencia de casos a edades más tempranas a lo habitual o la existencia de dos o más familiares de primer grado (padre/madre, hermanas/hermanos, hijos/hijas), con el mismo tipo de cáncer relacionado», explica.
El riesgo de padecer cáncer si ningún familiar lo ha padecido antes
De acuerdo con los NIH, cerca de 38% de hombres y mujeres del mundo recibirán un diagnóstico de cáncer. La mayoría de ellos «suceden a través de la vida de la persona como consecuencia natural del envejecimiento y la exposición a factores ambientales como el humo del tabaco y la radiación».
Asimismo, aclaran, la ausencia del diagnóstico de cáncer en parientes no certifica que se tengan menos riesgos de desarrollar tumores en el futuro.
Las posibilidades de contagio
El cáncer no es una enfermedad infecciosa, ni siquiera se puede heredar fácilmente, tal y como se ha ejemplificado con anterioridad. Por ende, el cáncer no se puede contagiar a otras personas.
No obstante, enfermedades como la hepatitis o el sida pueden llevar a desarrollar cáncer en el futuro. Por lo que la transmisión de estas patologías sí que podría aumentar las posibilidades de tener un tumor en el futuro por la evolución del cuadro clínico —no por transmisión de paciente a paciente.
Los riesgos de las operaciones de cáncer
También según los NIH, la probabilidad de que una operación haga que el cáncer se disemine a otras partes del cuerpo es extremadamente baja.
«Los cirujanos siguen procedimientos estándar y usan métodos especiales con varios pasos para prevenir que las células cancerosas se diseminen durante las biopsias o las operaciones quirúrgicas para extirpar tumores», explican los expertos de la institución.
La relación del cáncer y el estrés
No existe una relación directa entre el estrés y el cáncer, conforme a los artículos de divulgación del NIH. Es decir, este no es la causa ni empeora de forma directa la evolución de la enfermedad.
Aunque las hormonas del estrés que se liberan con la presión física, mental o emocional aumentan la presión arterial, aceleran el ritmo cardíaco y elevan las concentraciones de azúcar (glucosa) en la sangre.
TAMBIÉN LEE: Un pastelero italiano construyó su versión de la Comarca de “El Señor de los Anillos”
