- Amy Morin es psicoterapeuta, trabajadora social clínica con licencia, entrenadora de fortaleza mental y autora de éxito internacional.
- Ella explica que a veces nuestros propios pensamientos pueden detenernos, especialmente si tendemos a detenernos en eventos negativos, inseguridades y dudas.
- Morin dice que es importante confrontar pensamientos como “No soy lo suficientemente bueno” o “Estoy demasiado dañado”, y reemplazarlos con autoempatía al decir “Valgo la pena” o “Soy un sobreviviente”.
Muchas de las cosas que te dices a ti mismo no son ciertas. Y hay una gran posibilidad de que hayas adquirido algunas creencias poco saludables a lo largo de los años.
En el mundo de la terapia, llamamos a éstas “distorsiones cognitivas”. Todos las tenemos. La clave para desarrollar la fortaleza mental está en aprender a reconocer las mentiras que nos decimos y reemplazarlas con declaraciones más saludables y realistas.
No obstante, dejar de lado las creencias a las que te aferras y reformular tus pensamientos poco saludables no siempre es fácil.
Tu cerebro hará todo lo posible para mantenerte dentro de tu zona de confort. Te subestimará, te llenará la cabeza de dudas y tratará de convencerte de que no perteneces.
Creer en todas estas mentiras agotará la fuerza mental que necesitas para sentir y hacer las cosas de la mejor manera posible.
Entonces la elección es tuya. ¿Quieres que tu cerebro sea tu mejor amigo o tu peor enemigo?
Aquí hay siete mentiras que necesitas dejar de decirte a ti mismo en este instante si quieres ser mentalmente fuerte.
1.- “No soy lo suficientemente bueno”
Todos creen en esta mentira en algún momento. Si crees que no eres lo suficientemente inteligente, atractivo o ambicioso, pensar que no estás a la altura puede causar estragos en tu autoestima y rendimiento.
Si está convencido de que no eres lo suficientemente bueno, es probable que no lo intentes. No te esforzarás y no realizarás el trabajo necesario para volver realidad la vida de tus sueños.
2.- “Otras personas me detendrán”
Otras personas pueden decirte que no puedes tener éxito. Es posible que no te escojan para un ascenso laboral. Incluso pueden tratar de interponerse en tu camino cuando les cuentas tus sueños.
Pero convencerte de que otras personas te impedirán alcanzar tus metas solo te detendrá.
Si crees que no puedes confiar en nadie o crees que todos quieren meterte el pie, no desarrollarás la red de soporte necesaria para prosperar. Tus relaciones sufrirán y tus decisiones se verán afectadas negativamente.
3.- “No lo soporto”
Renunciar a tu trabajo porque crees que no puedes tolerar un segundo más estar en la oficina significa que te has convencido de que no puedes aguantar sentirte incómodo.
Un cambio sutil es el sustituir el pensamiento “No puedo soportar esto” a “Estoy eligiendo hacer esto”.
Empodérate para tomar buenas decisiones basadas en el hecho de que quieres algo mejor para ti, no porque no tengas las habilidades o la confianza para manejar las cosas que te molestan.
4.- “Mis problemas de salud mental me impiden ser fuerte”
Algunas de las personas más fuertes que he conocido luchan contra la depresión y la ansiedad.
La salud mental es muy parecida a la salud física. Puedes elegir hacer ejercicios que te fortalezcan, incluso cuando se trata de un problema de salud.
Volverte más fuerte se basa en las elecciones que haces diariamente. Así que recuerda que no importa que estés luchando, puedes elegir hacer algo para desarrollar tu fortaleza mental en este momento.
5.- “No tengo la fuerza de voluntad”
Todos tienen fuerza de voluntad. Depende de ti crear un entorno que te ayude a preservarlo.
Por ejemplo: no guardes helado en el congelador si sabes que eso saboteará tu dieta todas las noches.
Decirte a ti mismo que te falta fuerza de voluntad te dará una excusa para ceder a la tentación. En última instancia, puede convertirse en una profecía autocumplida.
6.- “Estoy demasiado dañado”
Creer que tus heridas emocionales te han dejado demasiado dañado para tener éxito le da a esas viejas heridas poder sobre tu presente y futuro.
Tus cicatrices pueden ser prueba de que eres un sobreviviente, en lugar de una víctima. Si tienes dificultades para resolver algo que te sucedió, busca ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarte a sanar viejas heridas y convertir tus luchas en superpoderes.
7.- “Soy muy diferente”
Nunca alcanzarás tu máximo potencial si desperdicias toda tu energía tratando de encajar. Destacar entre la multitud puede ser algo bueno.
La verdad es que probablemente no seas tan diferente como crees. Pero hay muchas maneras de aprovechar tus diferencias de una manera que te ayuden a ser el mejor.
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