- Tres descubrimientos recientes cambiaron la comprensión de los científicos sobre la naturaleza de los perros.
- Un estudio encontró que los cachorros jóvenes envejecen mucho más rápido que los humanos jóvenes, por lo que la regla general de que un “año canino” equivale a siete “años humanos” es incorrecta.
- Otra investigación reciente reveló que los perros comprenden el habla humana de la misma manera que nosotros.
- Los hallazgos también sugieren que los perros pueden usar el campo magnético de la Tierra para navegar.
A menudo parece imposible saber qué está pasando en la cabeza de los perros mientras hacen actividades cotidianas como comer, dormir o jugar.
Sin embargo, un puñado de nuevos estudios revelaron nuevos conocimientos sobre cómo nuestros compañeros caninos envejecen, perciben el habla humana y encuentran el camino a casa.
Un estudio publicado el mes pasado mostró que los perros entienden la comunicación verbal como nosotros: analizan el tono y luego el significado como aspectos separados del habla humana.
Los perros también pueden usar el campo magnético de la Tierra como una brújula para orientarse, reveló otra investigación reciente.
Además, un estudio publicado este verano encontró que los cachorros envejecen mucho más rápido que los perros mayores, lo que significa que probablemente estás subestimando el equivalente en edad humana de tu perro.
En conjunto, estos descubrimientos recientes pueden cambiar la forma en la que entiendes a tu mascota.
Hemos subestimado la edad de nuestros perros
En promedio, los perros viven 12 años. La esperanza de vida humana, al contrario, es al menos cinco veces mayor, razón por la que muchas personas siguen la regla general de que un “año perro” equivale a siete “años humanos”.
Pero esa proporción de uno a siete es incorrecta, según unos investigadores. Es un malentendido de cómo los procesos de envejecimiento de los perros se comparan con los de los humanos.
Un estudio publicado en julio descubrió que, basado en evidencia genética, los cachorros de Labrador y otros perros jóvenes envejecen más rápido que sus contrapartes mayores.
“Lo sorprendente es exactamente la edad que tiene un perro de un año, es como un ser humano de 30 años”, dijo Trey Ideker, coautor de ese estudio, en un comunicado de prensa.
Después de ese primer año o dos, los perros envejecen más lento a medida que pasa el tiempo, o más bien, lo hacen sus células.
Entonces, por cada año que envejece un perro, el aumento correspondiente en “años humanos” se reduce. Un labrador de 12 años tiene 70 años humanos, encontró el estudio.
En última instancia, para calcular el equivalente en edad humana de tu perro, necesitarás una calculadora. La fórmula de los investigadores es: la edad humana de un perro = 16 ln * la edad de tu perro + 31. (El ln se refiere al logaritmo natural de un número).
Los perros entienden el habla de la misma manera que nosotros
Cuando los humanos escuchamos a alguien hablar, nuestro cerebro divide el trabajo entre los hemisferios izquierdo y derecho. Primero, el derecho se enfoca en analizar el tono subyacente del hablante; luego el izquierdo procesa el significado de lo que hemos escuchado.
Los investigadores descubrieron en 2014 que los cerebros de los perros se reparten la tarea del procesamiento del habla de la misma manera, entre sus hemisferios izquierdo y derecho, aunque los científicos no estaban seguros del orden en que sucedía.
No obstante, un estudio reciente encontró que los perros entienden el tono primero, luego el significado, en el mismo orden que los humanos.
Los autores examinaron la actividad cerebral de 12 perros —seis border collies, cinco golden retrievers y un pastor alemán— utilizando una máquina de resonancia magnética funcional (fMRI).
Hicieron que los perros escucharan palabras de elogio conocidas como “inteligente”, “bien hecho» y “eso es todo”, así como palabras desconocidas como “como si” y «todavía» tanto en elogios como en tonos neutros.
Los datos mostraron que los perros procesaron “señales más simples y cargadas de emociones” con el tono primero, luego “señales aprendidas más complejas”, dijo Attila Andics, uno de los coautores, en un comunicado de prensa.
Los perros usan el campo magnético de la Tierra para orientarse
Los perros tienen una extraña habilidad para encontrar el camino a casa usando su sentido del olfato.
No obstante, esa no es la única herramienta de navegación a su disposición: los cachorros también pueden orientarse utilizando el campo magnético de la Tierra, según un estudio publicado en junio.
Las aves, las ballenas y los delfines también utilizan el mismo sexto sentido, llamado magnetorrecepción, para trazar sus largas migraciones.
“El campo magnético puede proporcionar a los perros un marco de referencia ‘universal’, que es esencial para la navegación de larga distancia, y posiblemente, el componente más importante que ‘falta’ en nuestra comprensión actual del comportamiento y la cognición especiales de los mamíferos”, afirmaron los autores del estudio.
Los investigadores utilizaron rastreadores GPS para estudiar cómo se orientaron 27 perros en el transcurso de 662 expediciones entre 2014 y 2017 en la República Checa.
Eligieron razas como terriers y perros salchicha, que están entrenados para encontrar presas como zorros en densos bosques y luego encontrar el camino de regreso a sus dueños.
Los investigadores encontraron que después de que los perros fueron liberados en el bosque, los animales típicamente volvieron sobre sus pasos hasta su punto de liberación siguiendo su propio olor.
Pero en un tercio de las expediciones, los perros tomaron un camino diferente a casa: en esos viajes, la mayoría de los perros comenzaron corriendo a lo largo de 20 metros a lo largo del eje norte-sur de la Tierra, incluso si la dirección de su destino no se alineaba con esa orientación.
Este “recorrido de la brújula” ayuda a los perros a descubrir dónde están el norte y el sur magnéticos, y dónde están en relación con esos puntos, según los autores del estudio.
“Esta carrera es fundamental para que el mapa mental se registre con la brújula magnética y para establecer el rumbo del animal”, escribieron.
Kateřina Benediktová, una de las autoras del estudio, dijo a Live Science que, a diferencia de los perros de caza, “lo más probable es que un ser humano se pierda sin una brújula y un mapa si recorre distancias comparables en áreas boscosas desconocidas”.
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