José Salgado

José Salgado

Economía Espacial

El próximo 31 de octubre tres astronautas americanos y uno japonés viajarán a la Estación Espacial Internacional a bordo de la primera misión operada de manera privada por la empresa SpaceX. Es decir, la Agencia Espacial Americana (NASA) y la Japonesa (JAXA) han pagado a la empresa de Elon Musk por transportar de ida y vuelta a los astronautas desde Florida hasta la Estación Espacial Internacional (ISS).

A pesar de ser un logro para la comercialización del espacio, no es algo innovador o disruptivo. De hecho, los vuelos privados al espacio existen como teoría desde hace más de 100 años y como una realidad práctica desde 1990 cuando la empresa de noticias Tokyo Broadcasting System pagó 10 millones de dólares para que un reportero viajara a la estación Mir durante una semana, realizando un reportaje desde el espacio cada día.

La Estación Espacial Mir, construida por los rusos en 1986, fue el primer laboratorio en la órbita baja de la Tierra.

La palabra Mir significa paz o mundo, y es realmente un testamento de la capacidad de utilización de recursos y resiliencia de los ingenieros rusos, ya que la tecnología utilizada para la construcción y operación de la nave era de lo más limitado. De hecho se dice que la diferencia entre los programas espaciales de los estadounidenses y los rusos se puede definir en el siguiente ejemplo: al darse cuenta que las plumas normales no funcionaban en la microgravedad, los americanos invirtieron 1 millón de dólares y usaron decenas de ingenieros para crear la pluma espacial que escribe boca arriba, mientras que por el otro lado, los rusos usaron simplemente un lápiz para resolver el mismo problema. 

Sin embargo al término de la Guerra Fría, Rusia pasaba por una dura crisis y el futuro de la Mir peligraba. Fue entonces cuando el empresario americano Walter C. Anderson vio la oportunidad de llevar a cabo su sueño de crear un canal privado de acceso al espacio que no dependiera o estuviera ligado a los problemas políticos de ninguna nación en particular. Así nació la empresa MirCorp, que se encargaría de “rentar” la estación Mir durante los dos últimos años de su vida activa.

Su nicho eran las personas de alto poder adquisitivo que quisieran tener una experiencia única, es decir los astronautas privados o turistas espaciales. Otra potencial fuente de ingresos era la industria del entretenimiento, de hecho Mark Burnett quien también produjo el reality show “Survivor” firmó un acuerdo para desarrollar un reality show llamado “Destino Mir” que consistiría en una serie de pruebas físicas y mentales, y donde el ganador obtendría un viaje a la estación Mir.

La crisis post Guerra Fría presentaba la oportunidad de rentar la Mir pero también significaba que la estación llevaba seis meses desocupada por falta de presupuesto. Esto quería decir que antes de pensar en mandar turistas, tenían que volver a hacerla operativa. Así pues, hace ya 20 años, MirCorp fue la primera empresa en el mundo en pagar la única misión privada tripulada por humanos. Algo que hoy en día ni siquiera SpaceX ha logrado.

Dos cosmonautas fueron los encargados de hacer las reparaciones necesarias a la estación Mir y hasta se dice que usaron cinta adhesiva en algunos puntos internos de la cápsula a falta de materiales. Los planes comerciales de MirCorp eran alentadores y habían ya firmado el contrato para mandar al primer turista espacial a la Mir, Dennis Tito, quien pagó un adelanto de un millón de dólares por asegurar su lugar en el cohete Soyuz con destino a la Estación. 

Como dato curioso, el valor del boleto en ese entonces era de 20 millones de dólares por una semana en el espacio, hoy en día la empresa Axiom vende el mismo servicio por 50 millones de dólares, con destino a una cápsula unida la Estación Espacial Internacional (operativa en 2024)

Tristemente, a pesar de los grandes planes que este grupo de visionarios tenía, la geopolítica e intereses nacionales fueron más poderosos que el avance espacial, y es que mientras la empresa americana MirCorp lograba con éxito “rentar” la estación rusa, el gobierno de los Estados Unidos veía con temor el uso de un recurso espacial en manos privadas, esto se entiende ya que los Estados Unidos consideran a cualquier objeto que sale de la atmósfera terrestre como un arma. 

Al mismo tiempo la NASA había firmado un acuerdo con Rusia para la creación de la Estación Espacial Internacional y ejerció una gran presión política para que los rusos destruyeran la Mir. Así el 23 de marzo de 2001, la estación que representaba la paz y el mundo y que hospedó a cientos de astronautas y cosmonautas de 13 distintos países, entró en la atmósfera terrestre creando un juego de luces en el cielo y estrellándose en medio del mar, cerca de las islas Fiji.

Ese fue el fin de la Mir y de MirCorp; sin embargo hoy en día estos dos pioneros de las actividades espaciales son poco o nada conocidos para la mayoría de las personas, pero representan logros igual de trascendentes y quizá hasta más que la llegada del hombre a la Luna hace más de 50 años.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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