Roberto Báez

Roberto Báez

Juego de Percepciones

Hace un par de semanas se estrenó la tercera temporada de una de las series que más me ha llamada la atención en mi etapa adulta, se trata de Succession.

El multipremiado melodrama que está disponible en HBO Max, expone no solo la historia de una familia disfuncional, sino también las feroces entrañas de las grandes corporaciones y sus relaciones de poder.

Desde la primera temporada me enamoré de esta a la que cariñosamente llamo mi telenovela corporativa favorita, ya que además de disfrutarla por simple entretenimiento, plantea situaciones que pueden significar una lección en el mundo de los negocios. 

¿De qué trata la serie? (sin spoilers)

Succession nos cuenta la historia de una complicada familia estadunidense, poseedora de una de las mayores fortunas en el mundo y dueña de un conglomerado de empresas que incluye medios de comunicación, parques de diversiones y una línea de cruceros.

El drama inicia cuando un acontecimiento forza a pensar a los miembros de la familia quién será el sucesor de Logan Roy, el patriarca, quien construyó la empresa desde sus cimientos y la ha dirigido por muchos años. 

Como en todo buen melodrama, las intenciones personales comienzan a apoderarse de sus cuatro hijos, quienes juegan un papel específico en la dinámica familiar, para buscar ser el siguiente comandante del gran emporio.

Lo que sigue a lo largo de las dos primeras temporadas y la que está en curso, es un carrusel de traiciones, difíciles decisiones de vida, desencuentros y por supuesto mucha pasión. Los Roy se han convertido ya en una de las familias ficticias más importantes en la historia de las series. 

Las entrañas del mundo corporativo

Para efectos de esta columna, lo interesante de Succession es que, más allá del drama personal de sus protagonistas, se desarrolla en medio de un entorno corporativo que adquiere una personalidad propia en el storytelling de la serie.

Como lo han hecho algunas otras series en el pasado (Mad Men, Scandal o la mítica House of Cards), el tema de la reputación, ya sea en sector público o privado, es un hilo conductor en todo momento, a nivel de marca personal y en el tema corporativo. Aquí se habla de las grandes ligas de las empresas, aunque en la realidad estos temas son propios de una compañía de cualquier tamaño.

Todas las acciones que dañan a la reputación están presentes: el nepotismo, la corrupción, la falta de transparencia, ética nula y el salto olímpico de las políticas de compliance inundan la serie, sin mencionar otras actividades delictivas aún más graves que son parte del drama. La palabra escándalo es el sello característico de cada episodio.

¿Qué lecciones podemos aplicar de Succession en la vida real?

Si bien estamos hablando de una ficción, quienes llevan años de experiencia en el mundo corporativo sabrán que tampoco es tan descabellada como parece. Los Roy bien podrían existir en el mundo real y manejar los hilos de una de las corporaciones más grande del mundo.

  1. Tener un plan de sucesión. El tema que da el nombre a la serie, las empresas deben pensar en los respaldos de sus posiciones clave, la persona que automáticamente ocupe un puesto para minimizar el impacto de una transición. En las empresas familiares muchas veces es más evidente esta situación, como lo podemos ver en la serie.
  2. No recargar el peso de la reputación corporativa en una persona. No solo sucede en los grandes imperios corporativos, en empresas de cualquier tamaño, magnificar la imagen de una persona puede ser un arma de doble filo, pues sobre ella se recarga también la reputación de la marca. Mantener identidades propias ayuda a que una crisis personal no se convierta también en una crisis empresarial.
  3. Alinear la comunicación con tus grupos de interés. En la serie vemos los malabares que tienen que hacer los encargados de relaciones públicas o comunicación corporativa, para transmitir un mensaje a empleados, accionistas o medios de comunicación, manteniendo una misma línea y protegiendo la reputación de la marca.
  4. Evitar las reacciones viscerales. Propias del drama, sí, pero más comunes de lo que parecen. no olvidemos que las empresas están formadas por seres humanos que sienten y que muchas veces tienen dificultad de separar los sentimientos de las decisiones de negocio. El tema aquí es tener los candados necesarios para evitar que una decisión visceral se convierta en una crisis de relaciones públicas.
  5. Mantener la ética como un valor. Las situaciones en la serie son completas bolas de nieve provocadas por malas decisiones cimentadas en una ética distorsionada. Como ocurre en la vida, las mentiras tarde o temprano salen a relucir y tienen consecuencias, la mejor política siempre será el manejo ético de las situaciones.

En ocasiones la ficción alcanza a la realidad y viceversa, en este caso los Roy nos regalan lecciones de supervivencia corporativa en un entorno que no está tan alejado de la realidad.

Ya para terminar, si lo suyo es el humor negro y el glamour, también podrán encontrar algunas lecciones en Dinastía, el remake del clásico de los ochenta, que cuenta con historias corporativas que tampoco son tan inverosímiles. ¿Ustedes conocen algún drama corporativo en tv o en streaming?

Recomiéndenme opciones, me encuentran en Twitter como @RobertoBaez.

Succession: 5 lecciones de supervivencia corporativa | Business Insider Mexico
Succession: 5 lecciones de supervivencia corporativa | Jonás Cortés – Business Insider México

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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