Hay una razón por la que los neandertales no sobrevivieron y los homo sapiens sí: éstos últimos desarrollaron herramientas de piedra y puntas de lanza, armas y estrategias de caza, y dominaron el fuego. Si esto fue determinante para la evolución, el desarrollo de software fue otro evento canónico que nos trajo a lo que hoy somos como humanidad, porque si las lanzas nos trajeron comida, los códigos sostienen hoy nuestra vida como la conocemos.
¿O es que te imaginas yendo todavía a la biblioteca con una ficha informativa escrita a mano para recolectar la información manualmente y tardar un montón de tiempo en encontrar lo que necesitas? Gracias a la programación, Google es ahora un conjunto inmenso de unos y ceros que te entrega en milisegundos justo la información que buscas.
Sin la programación, nuestra vida sería tan analógica como lo era hace 50 o 60 años, en donde enviar una carta podría tomar semanas o meses y en ocasiones se perdía. Nada comparado con nuestro odiado, pero útil inbox de correo y los millones de grupos de WhatsApp que tu tía usa para mandarte los buenos días y las buenas noches con imágenes.
Con la digitalización de la vida y con las cosas cada vez más pareciéndose a una computadora, hay muy pocos aspectos de nuestras vidas que no hayan sido tocadas por la programación, ¡hasta nos enamoramos a través de apps!
La programación es así de esencial para nuestra vida, pero qué ironía que son pocos quienes la estudian. Siempre he dicho que necesitamos más personas en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), porque son estos profesionistas quienes nos llevarán al fantástico futuro que vemos en las películas y series de ciencia ficción. Bueno, y son quienes nos han traído al mundo como hoy lo vivimos.
Además, esta carrera es muy redituable, no solamente porque son pocos y es mucha la demanda laboral, sino porque para ser un buen programador debes estudiar constantemente para actualizarte. Así como los idiomas, como el español o el inglés, hay cientos de lenguajes de programación, algunos predominan sobre otros, y los que se usan menos terminan por desaparecer. Si no estás al día y aprendes el lenguaje “de moda”, el que todas las empresas quieren usar para crear sus productos, ¡estás out!
La IA: el futuro
Dentro de esta carrera para no quedarte obsoleto debes saber programar la inteligencia artificial (IA). En este caso se programa un software para que éste por sí mismo pueda ampliar su conocimiento y ejecutar ciertas tareas. En muchas ocasiones te he hablado de estos usos de la IA, como para crear o detectar deepfakes, ayudarte a encontrar el amor, o incluso a mejorar tu creatividad al escribir.
Pero, ¿sabías que la IA también mejorará la programación? Sí, la misma IA podrá optimizar el mismo mundo de donde salió. Esta herramienta puede escribir líneas de código para crear atajos en el proceso de desarrollo de un software, esto puede significar entregar los productos con mayor rapidez. Y no, la IA no le quitará el trabajo a los programadores, les solucionará la vida, porque llegará un momento en el que la IA escriba todo el código y los programadores funjan un rol de guía para asegurar que se cumplan los objetivos.
Además, el rol del programador será fundamental para que la IA no se salga del corral. Ya existen indicios de que ChatGPT se puede estar haciendo tonta con el tiempo. Si soltamos a la IA a que aprenda por sí misma, aprenderá todo lo que está mal en los humanos, incluyendo sesgos y tonterías. Así es como los desarrolladores fungen el papel paternal que baby AI necesita para ser buena y útil.
De esta manera, podremos tener más y mejor software y en menor tiempo para aliviar las dolencias de este mundo en donde cada vez más dependemos de un programa para hacer el súper, trabajar o divertirnos. Porque la vida se definirá cada vez más por software, y detrás de cada solución a un problema de nuestra sociedad moderna, estarán nuestros amigos programadores, escribiendo en sus computadoras, usando IA y mejorando el mundo con ceros y unos.
El futuro será tan brillante y magnífico como el código que hoy se está escribiendo. Así que, si tú conoces a un programador, voltea a darle un abrazo y a agradecerle por lo que hoy tenemos y lo que vendrá. ¡Feliz día del programador!
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