- Las películas parecen ser cada vez más largas, lo cual es un gran negocio para los servicios streaming.
- Sin embargo, no es rentable para las salas de cine, ya que tienen que reducir el número de funciones y ventas.
- Además, las películas que superan las dos horas y media no ahora ya no son éxitos de taquilla.
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Cuando el público vaya a los cines para ver Dune: Part Two, disfrutará de una película épica de ciencia ficción. La cinta tiene una duración de casi tres horas.
Para ver las dos partes de la adaptación de Denis Villeneuve del primer libro de la serie Dune de Frank Herbert (la primera estrenó en 2021 y dura dos horas y 35 minutos), deberás apartar cinco horas y 20 minutos en tu agenda.
En el caso de Dune, una duración prolongada no parece ser un impedimento para el público: Part Two está obteniendo excelentes críticas y está lista para revitalizar la taquilla de 2024 .
Sin embargo, pasar más de dos horas en la sala de cine parece que se está convirtiendo en algo cada vez más común que no siempre se traduce en tiempo bien empleado.
Piénsalo: ¿The Hunger Games: The Ballad of Songbirds & Snakes necesitaba durar dos horas y 37 minutos? ¿Fue realmente necesario cada minuto de Joaquin Phoenix ordenando ejércitos a la batalla en Napoleon (dos horas y 38 minutos)?
A la gente le encanta ver a Keanu Reeves patear traseros en John Wick: Chapter 4, pero ¿eso se vuelve menos especial después de que lo hace durante casi tres horas?
Las cintas con una larga duración se han vuelto tan comunes que Netflix tiene una categoría llama “películas de 90 minutos” para aquellos que anhelan algo más relajado.
Y allá por 2022, Saturday Night Live hizo una parodia sobre la duración de las películas. En ella, Pete Davidson rapeaba sobre la necesidad de “películas cortas” mientras bromeaba diciendo que su película, The King of Staten Island, que duró dos horas y 17 minutos, “necesitaba todos esos minutos”.
Hay una variedad de razones por las que la duración de una película puede estar inflada. Tal vez un autor ultrafamoso no podía matar alguno de sus queridos momentos y era demasiado poderoso para que alguien protestara. Quizás los jefes del servicio streaming romperán nuevos récords de horas vistas con el estreno de la cinta.
“¡Las películas largas están bien!”, parece que Hollywood dice.
Sin embargo, los propietarios de las salas de cine no están de acuerdo.
Las películas largas están costando dinero a las salas de cine
Para una sala de cine, proyectar una película más larga a menudo puede significar menos funciones, lo que a su vez significa menos ventas en taquilla.
Y si el cine no quiere reducir sus funciones, tendrá que pagarle al personal para que trabaje más horas para mantener la sala abierta más tiempo.
“Las largas películas son difíciles para los operadores de salas de cine”, dijo Russell Vannorsdel, vicepresidente de la cadena Fridley Theatres (con sede en Iowa), a Business Insider.
“Lo que encuentras con estas películas largas es que el cliente necesita tener múltiples funciones para acoplar a su agenda. Quieres tantas funciones como sean posibles. No obstante, incluso ponerlas en dos pantallas te lleva a invertir más tiempo limpiando salas entre funciones. De repente, ya no tienes tantas funciones disponibles para tus clientes”.
Por supuesto, las películas largas no son nuevas. En la década de 1950, cuentos bíblicos como Ben-Hur y Los Diez Mandamientos —que duran tres horas— fueron los éxitos de taquilla.
Pero si avanzamos rápidamente hasta el Hollywood moderno, parece que todos los éxitos de taquilla impulsados por propiedades intelectuales (IP) están tratando de ser Ben-Hur y buscan que su duración coincida.
Una película larga que es un éxito de taquilla todavía vale la pena económicamente para exhibirla en una sala de cine. Sin embargo, un fracaso crítico y comercial como Argylle (dos horas y 19 minutos), no tanto.
“Es donde te preguntas: ¿dónde estás haciendo tu sacrificio?”, cuestionó a Business Insider Michael Barstow, vicepresidente ejecutivo de Main Street Theatres, que opera en Nebraska e Iowa.
“¿Es tu función de las 7 p.m.? Tal vez estás retrasando tu inicio a las 6 p.m. para poder tener una función de 9 p.m. o 9:30. O te concentras en tener una de 7 o 7:30, pero luego obtienes otra tarde a las 10 p.m. Eso definitivamente existe. Es más frecuente en nuestros complejos más pequeños de tres o cuatro pantallas, donde no podemos tenerlo en múltiples salas”.
Estos ejecutivos afirmaron que los cines pierden decenas de miles de dólares cuando se les quita tiempo de pantalla. Para una industria que todavía está tratando de recuperarse de la pandemia (The New York Times informó en 2023 que hay alrededor de 5,000 salas en funcionamiento en Estados Unidos, en comparación con las 5,869 salas en 2019), es preocupante para los negocios.
Algunos cines más pequeños están pensando de manera innovadora para ganar dinero.
Josh Frank, conocido en Austin por su Blue Starlite Drive-In, recientemente se hizo cargo de The Eastside Cinema, el último cine de pantalla única de la ciudad.
Al principio, programó producciones de Hollywood, incluyendo algunos que tenían una duración de más de dos horas y media.
“Nadie apareció”, dijo.
Fue cuando permitió que las organizaciones comunitarias seleccionaran sus ofertas que encontró su nicho. La única estipulación es que deben elegir títulos que duren menos de dos horas para que Frank pueda tener dos proyecciones por noche en la pantalla.
“Está funcionando a lo grande, enorme”, aseguró Frank. “Muestran documentales, películas alternativas, lo que ha galvanizado a la comunidad a venir al cine y compartir una experiencia con sus amigos”.
Las cadenas de cines no pueden ser tan atrevidas. Solo pueden esperar a que aparezcan los títulos cortos exitosos (los éxitos recientes Anyone but You y Bob Marley: One Love duraron menos de dos horas) y sacar provecho de tantas funciones que fueran posibles.
“Hacer películas, sin importar lo que sean, es un arte. Sin embargo, para mí hay un nivel de arte aún más interesante: puedes contar una historia y hacerlo exitosamente en 90 a 120 minutos”, dijo Vannorsdel. “Definitivamente sería un arte que beneficiar a las salas de cine”.
Las películas largas reinaron la taquilla, pero hoy son algunos de los mayores fracasos de Hollywood
Durante mucho tiempo se toleraron las películas largas porque tenían éxito. Aunque la industria criticó a James Cameron cuando estrenó Titanic —de tres horas y 15 minutos de duración— en 1997, se convirtió en la cinta más taquillera de todos los tiempos. Bueno, hasta que Cameron lanzó Avatar 12 años después y se llevó la corona.
¿Cuánto dura esta película? Dos horas y 42 minutos.
Entre las dos epopeyas de Cameron se encontraban las franquicias The Lord of the Rings, Harry Potter y Pirates of the Caribbean. Todas ellas duran más de dos hora y fueron éxitos.
Para decirlo de otra manera: las tres horas y 21 minutos de duración de The Lord of the Rings: The Return of the King claramente no obstaculizaron su éxito. La cinta dirigida por Peter Jackson recaudó más de 1,000 millones de dólares (mdd) en la taquilla mundial y ganó 11 premios Oscar, incluyendo mejor película.
Sin embargo, recientemente, las producciones con largas duraciones han fracasado en la taquilla.
Indiana Jones and the Dial of Destiny —que duró poco más de dos horas y media— tuvo un rendimiento inferior al punto que Variety informó provocó perdidas a Disney por casi 100 mdd.
Argylle, con un presupuesto de 200 mdd, recientemente superó los 75 mdd en la taquilla mundial. Y The Flash, cinta que confirmó que el público estaba cansado de las películas de superhéroes, duró poco menos de dos horas y media y solo recaudó más de 100 mdd en Estados Unidos.
“La experiencia del cine es única. Lo que la hace grandiosa es que eres una audiencia cautiva”, dijo a Business Insider el analista senior de medios de Comscore, Paul Dergarabedian. “No obstante, si estás cautivo por una película que es demasiado larga y no te gusta, no es divertido”.
La queja de que las películas son demasiado largas se ha hecho más fuerte. ¿Qué tienen que decir los estudios al respecto?
“Nunca he tenido noticias directas de ellos”, dijo Vannorsdel.
Los cineastas firman un contrato con estudios que prometen hacer películas de dos horas o menos, pero nunca se aplica
Business Insider tuvo una conversación franca sobre la duración de las películas con un ejecutivo veterano del estudio, siempre y cuando no se revelara su identidad.
El ejecutivo del estudio no se contuvo y admitió que “hay una falta de control institucional” cuando se trata de que los estudios mantengan bajo control la duración de las cintas, aunque no es por falta de intentos.
Uno de los secretos sucios de Hollywood es que cada estudio hace que sus directores de cine firmen un contrato en el que establecen que entregarán una película con una duración de dos horas o menos.
Desafortunadamente, esos contratos valen tanto como el papel en el que están impresos.
“Les diré que dependiendo del director y del estudio, probablemente se ignore más de lo que se cumpla”, afirmó el ejecutivo sobre el contrato.
“Ahí es donde se vuelve realmente interesante ¿Las personas que emiten los cheques quieren hacerlo cumplir? Y ahí es donde el asunto se pone en marcha”, añadió.
Estamos lejos de los días en que grandes ejecutivos de estudios como Jack Warner y David O. Selznick gobernaban Hollywood con un control dictatorial. Hoy, son los cineastas quienes tienen la influencia, especialmente si tienen un éxito rentable en su trayectoria.
“Cuando eres un director establecido, Netflix te paga lo mejor y te dice: ‘Adelante, danos tu visión’, eso les encanta”, explicó el ejecutivo. “Eso es lo que complica las cosas. Un director llega a un estudio y dice: ‘Oye, no me jodas, volveré a hacer películas en Netflix’”.
El gigante del streaming ha sabido seducir a ganadores del Oscar al mejor director. Por ejemplo, Alfonso Cuarón (Roma, 2018), los hermanos Coen (The Ballad of Buster Scruggs, 2018) y Guillermo del Toro (Pinocchio, 2022′); aunque la joya de su corona fue la cinta de gánsters The Irishman, de Martin Scorsese, que lleva mucho tiempo en desarrollo y estrenó en 2019.
Esta cinta tiene una duración de tres horas y 29 minutos. (La última película de Scorsese, Killers of the Flower Moon, tiene una duración similar, pero fue financiada por Apple y estrenó en cines con Paramount).
El ejecutivo dijo que cuando los jefes de producción le preguntan qué duración afectará la cantidad de funciones por día, su respuesta es más de dos horas y 20 minutos. Pero también dio un consejo.
“Lo que digo una y otra vez es que no se preocupen por la duración si está al servicio de la historia”, explicó. “Cuando no, entonces tienes que preocuparte por la duración. Y no es una situación inusual. Puedo decirte películas que hemos estrenado en el último año y que aún no se han estrenado en las que dijimos: ‘Tenemos que encontrar ocho minutos para cortar de esta película porque los necesita’”.
La diferencia entre la nota de “tenemos que recortar” en el Hollywood de hoy, en comparación con la de hace 15 años, es la arrogancia de teflón de los directores actuales.
“Si tienes un director establecido, es una pelea difícil de resolver, pero ¿adivinen qué? Eso es lo que se supone que deben hacer los jefes de estudio”, reiteró. “Es una parte fundamental de su trabajo”.
Cuando se trata de largas duraciones para títulos grandes, el ejecutivo no ve cambios en el corto plazo. Esto significa que las salas de cine tendrán que adaptarse.
“Creo que el público en general ha demostrado que si se trata del caso o del cineasta correcto, no les importa la duración”, dijo Barstow de Main Street Theatres. “Siempre hemos llegado a esto porque vamos a adaptar nuestras operaciones a lo que la gente quiere ver”.
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