Simon Dalgleish

Simon Dalgleish

Simón Dice

Los habitantes de la Ciudad de México pudimos disfrutar, por poco tiempo, una pequeña prueba de cómo sería la vida después de la pandemia; llo gracias a la disminución en algunas de las restricciones sanitarias. Salidas a comer, paseos en familia, viajes, y algunos hasta el cine; volvieron las actividades que dejamos de hacer durante más de un año, aunque fueran limitadas. Esto nos dio una esperanza de que estamos más cerca de salir de esta crisis mundial.

A su vez, durante estas últimas semanas, es posible que al regresar a estas actividades, hayas notado un impacto directo en tu bolsillo. Un montón de cosas que dejaste de hacer por más de 12 meses de repente están de vuelta; como somos humanos, es normal haber caído en la tentación de salir y gastar como antes de estar confinados.

Más allá de señalar si esto es bueno o malo —no es mi estilo dar juicios de valor a los hábitos de la gente—, quiero aprovechar este espacio para reflexionar. ¿Cómo hemos manejado las finanzas durante la pandemia y qué enseñanza nos ha dejado para el futuro?

Si tuviera que resumir los muchos aprendizajes del último año y medio en una sola palabra, definitivamente me inclinaría por “ORDEN”.

Si eres de los afortunados que mantuvieron sus ingresos regulares durante estos meses, es posible que después de meses de encierro notaste que ya tenías un ahorro no previsto; ello debido a los gastos que te ahorraste al quedarte en casa. Sin salidas a restaurantes, viajes, comida callejera, cines, bares o Ubers, quizá hasta sentiste un alivio en tus finanzas; si este fue el caso, debes reconocer que ha mejorado tu situación y estás en un buen momento de capitalizarlo.

El orden en las finanzas es lo que te permitirá utilizar este ahorro de una manera inteligente para tu futuro; así no te romperás la cabeza si debes regresar a tus actividades laborales prepandémicos.

Quiero compartirte las que considero buenas prácticas para ordenarte y aprovechar tus aprendizajes de cuarentena.

El primer paso es controlar y seguir tu presupuesto

Si antes de la pandemia vivías con la frustración de que el dinero no te alcanzaba para lo que querías, y durante la cuarentena esa frustración se trasladó a no poder salir a gastar, es hora de ser sincero contigo mismo y admitir que tu problema es el impulso de compra. Para ponerle un alto y empezar a sanear tus finanzas, establece un presupuesto con tus gastos mínimos y apégate a él.

Velo de esta forma: pudiste vivir durante más de un año sin esos gastos, ¿por qué no podrías continuar más tiempo sin ellos? Ahora es momento de ponerte este límite por voluntad propia, utilizar el mínimo necesario de tus recursos y seguir ahorrando para dar el siguiente paso.

Utiliza tus recursos de manera inteligente

Como lo comenté al inicio, muchas personas comenzaron a gastar tan pronto tuvieron la oportunidad. Posiblemente hiciste lo mismo, pero ahora quiero invitarte a que aproveches tus recursos para que trabajen por ti: invierte todo lo que comiences a ahorrar de ahora en adelante.

Piensa en todas esas salidas con los amigos los fines de semana que no tuviste, ¿cuánto gastabas en cada una antes de la pandemia? ¿500, 1,000 pesos? Este monto, aunque no necesariamente sea semanal, si lo inviertes quincenal o mensualmente, al final del año va a generarte un buen rendimiento que de otra forma sólo habría sido un gasto para un gusto momentáneo. Lo que me lleva al siguiente punto.

Vivir el momento vs. pensar en el futuro

No me gusta ser repetitivo, pero quisiera recordar que el objetivo de este espacio es charlar y compartir buenas prácticas, además de puntos de vista que te ayuden a tomar mejores decisiones financieras para tu futuro. En este momento más que nunca, si tienes un ingreso estable y gozas de buena salud, este es el momento de cuestionarte qué estás haciendo para prepararte ante el futuro y asegurar tu bienestar y el de tus seres queridos.

Ordenar tus finanzas y disciplinarte para tener un buen colchón económico requiere de pensar a largo plazo. Tienes que sacudirte el viejo y trillado pensamiento de “mejor vivo el momento, después habrá tiempo de preocuparse”; esta pandemia nos mostró que lamentablemente la vida no es así, y siempre será más cómodo tener un respaldo en caso de emergencias.

Tampoco quiero sonar alarmista o muy conservador con este punto: como señalé al principio, es válido darse gustos, salir a divertirse y viajar. Lo importante es tomar conciencia y reflexionar sobre qué hacemos con nuestro dinero, sobre lo que hemos vivido los últimos meses y como planificar mejor.

Toma el control de tus cuentas

¿Y cómo se empieza a planificar mejor en estos tiempos? No hace falta inventar el hilo negro: ahora tenemos un montón de herramientas tecnológicas que nos facilitan muchos procesos. Si le dedicas unos cuantos minutos a entender cómo funcionan, te aseguro que te ahorrarás un montón de dolores de cabeza, y también muchos pesos valiosos para aprovecharlos mejor.

Yo me crié en un ambiente que quizá era demasiado radical para la mayoría: siendo mi padre contador de profesión, siempre tuvo la obsesión de registrar estrictamente cada gasto que hacía para no perder de vista ni un centavo. Esto no es viable para la gran mayoría de las personas, quienes no tienen el tiempo de hacerlo ni los conocimientos técnicos para llevar un control tan preciso, pero el extremo opuesto tampoco es deseable: perder de vista por completo tus gastos.

Se debe encontrar un punto medio que funcione para ti y en donde te sientas cómodo con el manejo de tu dinero. Quizá no puedas llevar la contabilidad de cada gasto pequeño, pero sí puedes hacerlo con todos los que rebasen un cierto límite (como pueden ser 200 pesos, por ejemplo, pero eso lo dejo en tus manos y de acuerdo con tu situación).

Lo mínimo que debes hacer es revisar tus estados de cuenta cada vez que lleguen a tus manos, o a tu correo si te has vuelto paperless. Revisa cada cargo para detectar cualquier anomalía, por pequeña que sea; no quiero hablar mal de los bancos, ni tengo nada contra ellos, pero muchas veces se hacen cargos no autorizados por servicios no solicitados, que si no cancelas a tiempo, se convierten en una bola de nieve que comienza a crecer de a poco.

Como lo indiqué, usa lo que tienes disponible para controlar estos gastos: puede ser una simple libreta y una pluma, una hoja de cálculo en Excel, o incluso una app especializada que te ayude a llevar las cuentas. Las opciones son ilimitadas y al alcance de todos. Si tienes la app de tu banco o tarjetas en tu teléfono, activa las notificaciones para revisar todos los cobros que te hagan. Aquí puede que pienses que estoy exagerando, pero con estas simples medidas evitarás muchas frustraciones y dolores de cabeza,  cuando te das cuenta… ya demasiado tarde.

Ahora bien, he estado hablando por el lado de quienes pueden seguir trabajando desde casa y ahorrando en sus gastos corrientes. ¿Qué pasa para quienes tendrán que regresar a la oficina? El consejo es exactamente el mismo: pon orden en tus finanzas.

Muchos dejaron de comprar ropa y calzado al no tener que salir de casa, y ahora tendrán que renovar el guardarropa. Tendrán que volver a cargar gasolina con frecuencia y destinar una parte de su presupuesto para el transporte. Si se gestionan bien estos gastos para incluirlos dentro del presupuesto, confío que encontrarás la manera de seguir teniendo un ahorro que te permita invertir y poner tu dinero a trabajar.

Te invito a reflexionar sobre este tema mientras piensas si tomarás ese viaje que has estado posponiendo para estas vacaciones de verano, que estoy seguro de que te lo mereces, pero en el que tal vez te puedes gastar unos pesos menos e invertirlos en tu futuro.

orden financiero | Business Insider Mexico
Brenda Peralta | Business Insider Mexico

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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