Ya he hablado del metaverso, de los drones, la inteligencia artificial, incluso de los videojuegos, y este 17 de mayo, día del internet, platiquemos de un factor en común que tienen estos temas, y de lo que, en mi opinión, es lo mejor: nuestra conexión. Hace aproximadamente 50 años los servicios de internet eran esta nueva tecnología que no tenía tanto papel en nuestro día a día, pero la evolución y efecto que ha tenido en nuestra sociedad no deja de ser impactante.
Debemos reconocer que el internet no llegó únicamente a otorgarnos una nueva herramienta o a ofrecernos otro modo de entretenernos, cambió el mundo totalmente. Nos globalizó. Le dio la oportunidad a la comunicación de llegar de un punto del planeta a otro en tiempos inmediatos. Estamos más conectados, culturalizados y unidos que nunca.
¿A qué nivel impactó el internet?
No es como que el internet haya sido el primer modo de comunicación que existió. Teníamos los periódicos, revistas, televisión, teléfonos… en fin, como humanos siempre buscamos el modo de llegar a otros por más lejos que estén. El ser humano es social por naturaleza. El factor que distinguió totalmente al internet fue la bidireccionalidad masiva. Aparte de llegar a muchas personas en cuestión de minutos, nos podíamos comunicar con todos.
Ya sea para debatir en Twitter, convivir en Discord, o felicitar a alguien por su boda en Facebook, este se volvió un espacio seguro para que la gente se exprese, encuentre a más personas de su mismo clan y también eduque a los demás. Viendo videos en TikTok aprendí muchísimo de la cultura musulmana por una creadora de contenido que decidió utilizar su canal para educar a los que no somos parte de ella.
Y no nos ofrece puros momentos de felicidad, sino también de fuerza. La deconstrucción, la concientización de sesgos culturales que podemos tener y los movimientos sociales, ya ocurren en línea. Por ejemplo:
- #YoSoy132: en 2012, los estudiantes de la Ibero, al enterarse que Enrique Peña Nieto iba a acudir a su escuela, se reunieron para expresar su descontento por lo ocurrido en Atenco en 2006. Hubo muchísima gente, abucheos, carteles y Peña hasta terminó encerrado en el baño. Al siguiente día, las noticias salieron diciendo que la charla del futuro presidente fue todo un éxito en la escuela, y la rebelión pasó afuera de esta con gente “acarreada”.
Los alumnos no quedaron nada felices, así se pusieron de acuerdo por Facebook para subir un video mostrando su credencial de estudiante para mostrar la realidad de la situación. 131 videos reunidos, y el movimiento se llamó #YoSoy132 para mostrar que había muchos más.
- 9 de marzo, un día sin mujeres: este movimiento social llamó a todas las mujeres a hacer todo el ruido que pudieran el 8 de marzo, y el 9 a callar. No ir a la escuela o trabajo, a las tiendas, a redes; un día para mostrar la falta que hacemos en la sociedad. Esto ha sido posible gracias a todos los llamados realizados por todas las redes sociales.
- Black Lives Matter: este movimiento comenzó como un hashtag después de la muerte de Trayvon Martin ante las manos de un guardia, mientras compraba un snack en una tiendita en 2013. Desafortunadamente, el responsable fue absuelto. Ya lleva varios años el movimiento, pero llegó a ser impacto mundial en 2020, tras el caso de George Floyd, después de que un policía causara su muerte al cortarle la respiración por 9 minutos.
Este momento fue grabado, publicado y llegó a los celulares de todos. Así se desencadenó una serie de protestas en todo Estados Unidos y el resto del mundo. Y sí, en esta ocasión el responsable fue despedido y procesado ante la ley.
El internet abrió el micrófono a los que antes éramos audiencia. Los tres ejemplos que te acabo de mencionar son solo la punta del iceberg, hemos aprendido a hacer ruido a nivel mundial.
¿Cómo sobrevivir a la evolución del internet?
Claro, no todo es color de rosa, también tiene sus aspectos negativos. La inmediatez de las redes sociales nos hace vulnerables a creer en las fake news, también existen las personas que abusan virtualmente de otros desde la comodidad del anonimato, y los retos de las nuevas tecnologías, como los deepfakes o la inteligencia artificial sesgada.
Cada avance que vivamos tendrá su lado bueno y malo. Lo que debemos hacer como sociedad es simplemente ser abiertos, pero inteligentes. Cada que llegue una nueva tecnología a nuestras manos debemos aceptar con mente abierta, pero también es nuestra responsabilidad mantenernos al corriente y aprender de estas nuevas herramientas. No solo para saber protegernos de lo negativo, sino también para sacar su mayor potencial.
El tema es este: ya tomó ritmo este desarrollo, y no va a parar. La misma Ley de Moore nos explica cómo cada dos años se duplicará el almacenamiento en menos espacio. No hay cómo detenerlo, ni quiero hacerlo. Merecemos un mundo donde la innovación siga conectándonos a todos.
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