• Si necesitas conservar tu trabajo pero no lo amas, hay maneras sencillas de volverlo más atractivo.
  • Averigua qué tareas te dan más energía, encuentra oportunidades para crecer y recuerda que es temporal.
  • Piensa que tu trabajo actual puede servirte de “puente” para llegar a donde verdaderamente quieres llegar.

Si odias tu trabajo, es posible que fantasees con renunciar o con pasar el resto de tus días gozando del aire fresco y libre de las ataduras de un escritorio.

Pero, para la mayoría de nosotros, esa atractiva fantasía nunca se hará realidad. Esto es porque el trabajo, incluso el que odias, es una forma de ganar dinero y la mayoría de nosotros necesitamos el dinero.

Puede ser una medicina amarga cuando parece que todos los que te rodean, sabiamente o no, están abandonando sus trabajos; este es un fenómeno que algunos economistas llaman «la Gran Resignación».

En un análisis global entre 112,000 compañías la firma Gallup descubrió que el 51% de los empleados no estaban contentos en sus trabajos. No es de extrañar que 3.6 millones de empleados estadounidenses dejaran sus puestos en mayo de este año.

Afortunadamente para quienes sientan que están estancados, existen caminos hacia una mayor satisfacción y menos miseria laboral; caminos que no implican una revisión de su vida y su carrera, pero sí necesitan de reflexión y autoevaluación. La recompensa puede ser grande: puedes hacer algunas cosas de manera diferente; eso te ayudará a presentarte todas las mañanas a la oficina sin sentir un hoyo en el estómago y, probablemente, te volverán mejor en tu trabajo.

Varía mucho qué tanto se les puede dar forma y modificar algunos trabajos dentro de diversas industrias, pero es posible crear oportunidades para aprender y crecer en casi cualquier contexto laboral. Se trata de adoptar una «mentalidad de curiosidad», según Ron Friedman, psicólogo social y autor de «Decodificando la grandeza” (Decoding Greatness).

Ayuda mucho que en este momento los trabajadores tengan influencia sobre sus empleadores, y que los comercios minoristas estén haciendo grandes esfuerzos por atraer y retener talento en medio de una escasez de personas que buscan empleo. Lo más probable es que tu patrón quiera mantenerte emocionado y comprometido para no perderte.

Considera esta tu guía para ser más feliz en el trabajo, sin hacer demasiado esfuerzo.

Identifica tus fortalezas

El proceso de identificar tus fortalezas es una aventura, y probablemente puede durar toda tu carrera. Gallup tiene un cuestionario que puedes responder, al igual que la organización sin fines de lucro de psicología positiva VIA.

Aunque suene aterrador, también es una buena idea preguntarle a tus jefes, colegas y amigos cuáles consideran ellos que son tus mayores fortalezas. Laura Sapp, jefa de recursos humanos de IAC, un holding de 13 mil millones de dólares que opera marcas como Angi y The Daily Beast, dijo que hacerlo la llevó a probar suerte en la contratación.

Una vez que tengas más claro en qué eres excepcionalmente bueno —como la gestión de proyectos o el desarrollo de talentos—, descubre cómo modificar tu trabajo para que esas habilidades puedan brillar. Esa es una manera de moldear una posición en el trabajo o cambiar tu trabajo para hacerlo más significativo para ti.

Al principio, tu jefe puede dudar en dejarte reestructurar tus responsabilidades laborales, dijo Dan Cable, profesor de comportamiento organizacional en London Business School y autor de “Vivo en el trabajo” (Alive at Work). Pero podría convencerse cuando vea la calidad de tu propuesta, la mejora de tu trabajo y cómo te vuelves más comprometido  y apasionado. Después de todo, cuando hacemos un trabajo que se alinea con nuestras fortalezas, tendemos a ser mucho más productivos.

Realiza una ‘auditoría energética’

Es posible que sientas que todos los aspectos de tu trabajo se están agravando. Pero probablemente estés disfrutando algunas de estas cosas.

Sarah Greenberg, psicoterapeuta y coach de liderazgo, alienta a cualquiera que se perciba estancado a revisar cómo se siente mientras realiza diferentes tareas. Ella lo llama una «auditoría energética». Para usar su ejemplo, tal vez hacer una lluvia de ideas para el informe de un proyecto te haga sentir animado y en tu elemento; mientras que la parte de escribir el informe te provoque ganas de golpearte la cabeza contra la pared, o viceversa. Dependiendo de tu experiencia y jerarquía, es posible que puedas solicitar la ayuda de un colega con la parte de la tarea que a ti no te gusta.

Otro resultado que puede darte la auditoría energética es que descubras que hay partes de tu trabajo que sí te emocionan, por eso es tan importante diseccionar todas las partes de tu empleo. Hacer esto también puede ayudarte a que no abandones un puesto prematuramente.

Encuentra oportunidades para mejorar

Odiar el trabajo es una especie de trampa: estás menos motivado para aprender y crecer; sin embargo, aprender es «lo que más necesitas para conseguir otro puesto y mantenerte contento con tu trabajo actual», dijo Friedman.

Aquí tienes un ejemplo de cómo podría funcionar: Si tienes una posición gerencial con personas a tu cargo y acabas de asistir a una reunión que fue particularmente inspiradora, puedes analizar lo que sucedió en esa junta para que sepas qué hizo tan bien el presentador y cómo tú podrías imitar para liderar de una manera similar.

Ten en cuenta que, por lo general, esto es algo que debes iniciar tú mismo. «Si estás esperando que tu jefe o las personas de tu equipo detecten tu necesidad de crecimiento te sentirás profundamente decepcionado», dijo Friedman.

Recuerda que nada es para siempre

No estás atrapado aquí para siempre. En su práctica de coaching, Greenberg una vez asesoró a alguien que trabajaba en una startup y que se sentía frustrado por su extenso horario y no poder pasar mucho tiempo con su familia. Pero con la ayuda de Greenberg, la persona comenzó a ver su trabajo como un «puente» hacia la vida y la carrera que realmente quería.

En otras palabras, entendió que el trabajo era solo temporal y era la mejor manera de mantener a su familia en ese momento. Con la imagen de un puente en su mente «fue mucho más fácil para él aceptar la situación actual y sentirse bastante bien con los sacrificios que estaba haciendo en ese momento», dijo Greenberg.

Tampoco tienes que planear el resto de tu carrera en este momento. Amy Nguyen, una coach en felicidad laboral, les pide a sus clientes que enumeren de una a tres cosas en las que quieren enfocarse cada semana y que luego identifiquen el logro del que estarían más orgullosos. De esa manera estarán enfocados con la precisión de un láser y «no se sentirán abrumados».

Adoptar este tipo de enfoque a corto plazo puede resultar liberador. Es posible que este trabajo no te satisfaga para el resto de su carrera, pero durante el próximo mes, o tal vez incluso el siguiente año, puede ser que funcione. Si decides renunciar, puedes hacerlo sin necesidad de quemar las naves.

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