En México es un derecho fundamental establecido en la Constitución que toda persona tenga derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar, sin embargo, todavía nos queda un gran camino para alcanzarlo.
Aún y cuando todos somos responsables de la protección de nuestro medio ambiente, es una obligación de parte de nuestro gobierno garantizar este derecho, mismo que por el momento no se ha logrado. Es por ello que la sociedad está empezando a exigir la protección de sus derechos, amparándose por los recientes eventos de incertidumbre que se han generado por el desabasto de agua en el país.
¿Cómo se reconoce el derecho a un medio ambiente sano?
El derecho a un medio ambiente sano busca proteger cómo el ser humano se desenvuelve en el ecosistema. En México este derecho forma parte de nuestra Constitución desde hace muchos años. En su artículo cuarto no solamente se establece que se debe de promover un medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar de las personas, sino que obliga al Estado a garantizarlo y responsabiliza a cualquier individuo o entidad que atente contra él.
Sin importar su reconocimiento en México y en varios tratados internacionales, fue apenas el pasado 27 de julio cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que reconoce el acceso a un medio ambiente limpio, sano y sostenible como un derecho humano universal.
Es la primera vez que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo reconoce de manera expresa, elevándolo a un reconocimiento internacional y marcando el inicio para discusiones formales entre países para reducir injusticias ambientales.
¿Qué sucede en México?
Actualmente el país está viviendo ciertas crisis ambientales que están perjudicando de manera directa e indirecta a sus ciudadanos; entre ellas se encuentra el desabasto de agua en el norte del país.
Aún y cuando estas situaciones también fueron generadas por temas económicos y políticos, su impacto ambiental está desencadenando otros conflictos que están limitando el derecho fundamental de tener acceso a agua para el consumo y uso doméstico.
¿Qué están haciendo otras personas para defender su derecho a tener un medio ambiente sano?
El amparo es una herramienta que tenemos para protegernos en caso de que una autoridad viole cualquiera de nuestros derechos reconocidos por la Constitución. Es por ello que en estos últimos meses se han presentado varios amparos en contra del Estado puesto que no ha logrado garantizar el acceso al agua según el artículo 4 de la Constitución.
La autoridad ha decretado que el derecho al agua se encuadra en la categoría de las garantías indispensables para asegurar un nivel de vida adecuado, ya que es necesaria para la supervivencia y garantizar un medio ambiente sano. Por tal razón, el agua es indispensable y un bien de dominio público federal cuya preservación y protección es asunto de seguridad nacional.
Algunos recurren al amparo
Pese lo anterior, ciertas personas han recurrido al amparo contra las entidades del Gobierno como Agua y Drenaje y las autoridades municipales por 1) atentar contra el derecho a un medio ambiente sano al limitar el acceso al agua, 2) no ofrecer soluciones para atender el problema de desabasto y 3) permitir que se generen otros conflictos como afectaciones a la salud por la contaminación.
Ahora bien, aun y cuando nuestra legislación establezca que es responsabilidad del Estado garantizar estos derechos, ¿qué sucederá cuando nos acabemos los recursos naturales? En primera instancia el Estado debería ser el que promueva y busque soluciones, pero debemos recordar que su deber no puedo lograr lo imposible.
Las leyes, tratados internacionales y decretos que emiten las autoridades son solo un instrumento que promueven el derecho a un medio ambiente sano, el verdadero cambio está en las acciones que tomemos en conjunto.
¿Será que el reconocimiento al derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible por la ONU logrará algún cambio y presionará a los Estados y sus ciudadanos a tomar acción?
Correo: erickalucia981020@gmail.com
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