- El dar un ingreso básico universal de emergencia a población sin ingresos y trabajo por Covid-19 es una opción que ve posible la Cepal.
- En México, ese ingreso podría ser de un salario mínimo mensual que equivale a 3,700 pesos.
- La medida costaría a México 2% de su Producto Interno Bruto.
- El ingreso de emergencia ayudaría a la gente que no tiene recursos para mantener un consumo básico.
- Países como Brasil ya han tomado esta medida temporal con un ingreso de 114 dólares al mes.
- Otra medida sugerida por la Cepal, que promueve el desarrollo en América Latina, es la prórroga del pago de impuestos.
¿Cómo combatir el desempleo con ayuda económica? México puede echar mano de dos medidas clave para enfrentar el daño causado por el coronavirus: repartir dinero a la población más vulnerable y posponer el pago de impuestos, dijo este viernes la Cepal.
“Se trata de darle seguridad económica a las personas en un momento de enorme incertidumbre y que nos pilla en una precariedad en el empleo”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La medida se conoce “ingreso básico universal” o “ingreso de emergencia” que consiste en dar dinero directamente a la población que no recibe apoyos de programas sociales y cuyos empleos están en riesgo o lo han perdido ya.
“Esto nos parece indispensable para mantener el consumo mínimo de las personas”, dijo Bárcena.
Un ingreso básico universal
Las medidas para contener el contagio por coronavirus han implicado el cierre de negocios y la reducción de la movilidad en las calles, lo que ha provocado efectos negativos de pérdida de empleos, reducción o desaparición de los ingreso de las personas.
Un ejemplo: Juan lleva una semana en su casa de la Ciudad de México sin recibir ingresos pues el restaurante donde canta para amenizar a los comensales cerró. No tiene ingreso pues este depende de los clientes que le pagan a cambio de una canción. Ahora vive de sus ahorros, con su esposa que no tiene un trabajo remunerado. Rondan los 60 años años pero no alcanzan la edad para recibir recursos del programa para adultos mayores.
Es a esa población a la que un ingreso básico universal por parte del gobierno debe estar dirigido, población que se emplea en el sector informal, de los más vulnerables en esta pandemia, de acuerdo con la Cepal. Pero también a los formales que perdieron su ingreso.
La medida, que plantea una ayuda económica a esas personas con desempleo durante el periodo más crítico de los efectos negativos por el coronavirus, es temporal, no permanente. Al menos entre 3 y 6 meses, explicó Bárcena en videoconferencia de prensa desde Chile, sede del organismo que dirige.
¿Un salario mínimo ante coronavirus?
México no ha explorado esta opción hasta ahora pero si lo hiciera tendría un costo adicional, aunque permitiría atender a la población que quedará afectada en esta crisis.
Si México diera el monto de un salario mínimo como ingreso básico universal equivalente a 3,746 pesos mensuales a la población de entre 18 y 67 años que hoy no reciben ingresos o transferencias, le costaría “2% del Producto Interno Bruto”, según cálculos de la Cepal.
“Ayudaría muchísimo”, expresó Bárcena, mexicana que dirige la Cepal, organismo que promueve el desarrollo económico y social en la región, dependiente de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Si México da ese cheque por un año le costaría unos 498,000 millones de pesos (mdp) y si lo hiciera solo de abril a diciembre de este año le costaría 374,000 mdp. Buscaría llegar a unos 11 millones de personas.
“Es posible absorberlo”, dijo Bárcena.
Las ayudas a adultos mayores
Y México ya tiene una ventaja: los programas de transferencias de ayuda económica a poblaciones como adultos mayores con desempleo, consideró Bárcena.
“Ya tiene una población que cubre con sus transferencias sociales muy importante a los adultos mayores”, destacó.
El gobierno federal dijo que a más tardar el 10 de abril todos los beneficiarios del programa de pensión universal a los adultos mayores recibirán el equivalente a dos periodos de ese ingreso.
Pero eso no es suficiente, pues los que laboran el sector informal sin prestaciones de seguridad social como ahorro para el retiro, atención médica, ingreso periódico, son una población invisible difícil de alcanzar por la falta de registros.
A esa población con desempleo hay que atender con la ayuda económica, dijo Bárcena.
“Llegar directamente a los hogares, llegando a ellos a través de un ingreso de emergencia para apuntalar el ingreso de los trabajadores formales como informales, la llegada a los informales es difícil”, dijo.
Brasil aprobó en días recientes un ingreso de emergencia a parte de su población equivalente a 114 dólares mensuales. Chile y Perú también analizan propuestas similares, de acuerdo con la Cepal.
Posponer la declaración anual
El gobierno de México puede sumar prórrogas en el pago de impuestos a su caja de herramientas para apoyar a empresas y personas en medio de la crisis económica causada por el coronavirus, sugirió la Cepal.
“Quizá prórrogas en países donde la tasa tributaria es muy bajo, como es el caso de México” dijo Bárcena.
La recaudación de México representa alrededor y apenas el 16% de su PIB, una de las tasas más bajas de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y de las más bajas de América Latina.
“No nos referimos a exenciones de impuesto necesariamente”, precisó Bárcena.
El gobierno de México dijo que no dará exenciones de impuestos y que su cobro sigue en pie.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) ha pedido al gobierno facilidades tributarias que incluyen diferir el pago de impuestos o bien pagarlos en parcialidades.
Su propuesta busca tener liquidez o recursos en estos meses para mantener su operación y conservar sus puestos de trabajo.
Los ingresos tributarios cayeron en febrero 1.9% real respecto al mismo mes de 2019, de acuerdo con datos de Hacienda.
El presidente López Obrador dijo que necesita la recaudación de impuestos para tener recursos para los programas sociales.
Una medida del gobierno para evitar el desempleo es repartir como ayuda económica un millón de créditos a micronegocios y pequeñas y medianas empresas, la mitad para formales y el resto para informales.
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