• Los psicodélicos se están probando para ver si pueden ayudar contra la depresión y otras enfermedades mentales.
  • Un estudio publicado en Science muestra cómo los psicodélicos pueden cambiar físicamente el cerebro.
  • El estudio demostró que los psicodélicos ayudaban a hacer crecer las "ramas" de las células cerebrales, cuando se probaron en animales.
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Los psicodélicos tienen fama desde hace tiempo de transformar el cerebro y evocar experiencias que alteran la mente.

Un nuevo estudio muestra cómo ciertos compuestos psicodélicos pueden introducirse en las células cerebrales y hacer que vuelvan a crecer sus enlaces conectivos. Aunque se basa en investigaciones con animales y pruebas de laboratorio, el estudio se publicó en la prestigiosa revista Science.

Los científicos saben que sustancias como el MDMA, el LSD y la psilocibina —compuesto psicoactivo de los hongos «mágicos»— son prometedoras como tratamientos para la depresión y la ansiedad.

Sin embargo, este estudio muestra una nueva perspectiva sobre cómo actúan exactamente estos compuestos en el cerebro. Además, arrojan luz sobre por qué pueden ayudar a los pacientes.

Así alteran los psicodélicos físicamente el cerebro

La estructura de las células cerebrales es similar a un árbol, y las ramas que tiene cada una se llaman dendritas. Estas se encargan de recibir señales de otras células cerebrales y desempeñan un papel esencial en el funcionamiento de nuestro cerebro.

El estudio demostró que psicodélicos como el DMT y la psilocina —forma activa de la psilocibina—, pueden ayudar a que las «ramas» que atrofian con el tiempo crezcan.

Esas células cerebrales dañadas y sus ramas se relacionan con una amplia gama de trastornos cerebrales. Estas van desde enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer hasta enfermedades psiquiátricas como la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

En cultivos celulares, los psicodélicos impulsaron a las neuronas a regenerar sus dendritas. Los tratamientos que estimulan el crecimiento de estas neuronas pueden ser útiles para tratar enfermedades mentales.

David Olson, autor principal del estudio, explicó a Insider que éste demuestra que psicodélicos como la psilocibina y el DMT pueden actuar dentro de las células cerebrales.

Olson es director del Instituto de Psicodélicos y Neuroterapéuticos de la Universidad de California en Davis. También es cofundador de Delix Therapeutics, empresa que trabaja en el desarrollo de compuestos psicodélicos que no causen alucinaciones. Esto, como posibles nuevos tratamientos para las enfermedades mentales.

Los psicodélicos podrían tener ventajas sobre los antidepresivos

Muchos de los antidepresivos que se comercializan son inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y actúan aumentando los niveles de serotonina en el cerebro.

Y, aunque estos fármacos han demostrado engrosar las dendritas del cerebro con el tiempo, tardan mucho en empezar a funcionar.

Olson afirma que el estudio demuestra que existen diferencias en la manera en que los psicodélicos actúan en el cerebro, en comparación con la serotonina. Eso sugiere que los psicodélicos podrían tener algunas ventajas únicas como tratamientos.

Se trata de «localización, localización, localización», dijo Olson. «Creo que está muy claro que los medicamentos basados en psicoplastógenos tendrán una respuesta más sólida en términos de crecimiento de neuronas corticales que los basados en serotonina».

Dijo que, a medida que comprendamos mejor cómo funcionan exactamente las células cerebrales y cómo pueden volver a crecer, se podrá ayudar a orientar nuevos tratamientos para enfermedades como la depresión y el TEPT.

Aún es necesario verificar el efecto de los psicodélicos en las células

Un comentario publicado junto al estudio señalaba que, aunque esta investigación es un «logro clave en la comprensión del mecanismo de acción de los psicodélicos», se necesita más investigación para entender mejor la relevancia de este hallazgo en humanos.

Según el estudio, se debería estudiar cómo actúan exactamente los psicodélicos en el interior de las células para fomentar el recrecimiento de células cerebrales y qué efecto tienen estos cambios en la función cerebral.

Pero añadió: «Estos hallazgos son un importante paso adelante para un campo de estudio en rápida expansión y muy necesario».

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