• El fondo de emergencias debería contemplar al menos 6 meses de tus gastos, pero en la pandemia muchos se dieron cuenta de que apenas podían ajustarse para 4 - 7 semanas. 
  • Por eso, es necesario hablar sobre la importancia del ahorro y los obstáculos que nos fijamos para no conseguirlos. 
  • Si alguna vez has dicho "ahorrar es muy difícil", "¿para qué, si solo puedo ahorrar poquito?" o el clásico "ahorro lo que me sobre", necesitas replantear tus hábitos antes de que una nueva crisis te golpee. 

Durante la mayor parte de 2020 escuchaste la palabra resiliencia, es decir, esa capacidad para adaptarse y recuperarse ante una situación. Y esto aplica también al bolsillo: ¿qué tanto, el año pasado, puso a prueba tu resiliencia financiera?

Regina Reyes-Heroles, especialista en finanzas personales, explica que la resiliencia financiera es un conjunto de herramientas que te permiten protegerte a ti y tu patrimonio. Estas pueden ser desde seguros y ahorro hasta Afores o el clásico fondo de emergencias.

La realidad es que son pocos los mexicanos que tienen ese famoso fondo de emergencias con por lo menos seis meses de gastos fijos, y que en caso de desempleo, reducción de sueldo o una enfermedad, podría ser un respiro.

¿Tienes un fondo de emergencias?

Al llegar la pandemia muchas personas que tenían ahorros se dieron cuenta que solo les alcanzaba para cubrir entre 4 y 7 semanas de sus gastos fijos, no los 11 meses que hoy llevamos en medio de esta crisis de salud.

La verdad es que seguro al leer estas cifras ya se te hizo un nudo en el estómago, pues hoy, más que nunca, vimos que a todos nos puede pasar. Lo peor es que eso no es todo, el fondo de emergencias nunca es una prioridad porque algunos no podemos ni con nuestros gastos fijos.

Casi la mitad de la población, tiene problemas para enfrentar el pago de la renta, la luz, el agua, el internet y otros gastos mensuales.

Lo primero que debemos hacer es controlar y recortar gastos de manera periódica. También, estar listos ante lo inesperado, como el desempleo o la enfermedad.

Regina Reyes-Heroles recomienda hacerte estas preguntas antes de tomar cualquier medida:

  • ¿Cuáles son los riesgos en tu día a día?
  • ¿Qué tengo en mi patrimonio?
  • ¿Está seguro mi patrimonio?
  • ¿Qué pasa si mañana no estoy?
  • ¿Qué pasa si mañana pierdo mi empleo?
  • ¿Tengo dinero para enfrentar una emergencia?
  • ¿Ya me hice todas las preguntas incómodas?

Después de responderlas, lo siguiente será pensar en cómo resolverlo, aunque (spoiler alert) la respuesta es sencilla: ahorrar.

Guardar en tiempo de vacas gordas te servirá en tiempo de vacas flacas

El ahorro aminora el problema inmediato del desempleo; también permite conseguir esos objetivos que te has impuesto y minimiza tus dificultades; sin embargo, “ahorrar es muy difícil” es un mantra que nos hemos repetido una y otra vez hasta que lo hemos interiorizado.

Pensar que ahorrar es muy difícil forma parte de algunos de los mitos que hasta hoy te han impedido hacer un colchón o, incluso, pagar los gastos fijos. Sin embargo, de hacerlo, podrás incrementar tu fondo de emergencias y enfrentara de mejor manera cualquier crisis futura.

Presta atención a los siguientes mitos y, si alguno te suena incómodamente familiar, recuerda que todo está en tu cabeza y que ahorrar es una decisión que tomamos día con día.

Mito 1. Cuando gane más, podré ahorrar más

Si con lo que tienes hoy no has podido ahorrar, mucho menos lo harás cuando ganes más y estés lanzando billetes como el meme de Leonardo Di Caprio.

La realidad es que no es un problema de ingresos, es un problema de administración, así que no importa si ganas mucho más, si no sabes administrarte, tendrás exactamente el mismo resultado: cero ahorros.

Mito 2. No tiene caso, solo puedo ahorrar poquito

El ahorro nunca será suficiente para ahorrar mucho, si te pones metas muy altas siempre pondrás por delante que no puedes ahorrar más.

Lo importante del ahorro es que se genere el hábito, no importa si es poco o mucho. Al final del día, cualquier dinero, por poco que sea, se acumula con el tiempo y te permitirá hacer frente a los imprevistos económicos futuros.

Mito 3. No me alcanza para ahorrar

Cuando el ahorro no está dentro del presupuesto como un rubro más, no existirá.

No importa el tamaño de nuestros ingresos, lo que importa es cómo lo utilizas y qué tanto respetas el presupuesto.

El control comienza en saber a dónde quieres poner cada peso que tienes y responsabilizándote de tus finanzas. Piensa que esa será la diferencia entre si te vas a descontrolar o endeudar en un futuro, ante cualquier nueva adversidad, o si podrás aminorar el golpe echando mano de tu fondo de emergencias.

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