• Frozen celebra el aniversario 10 de su estreno en cines este 27 de noviembre.
  • Además de ser un éxito en taquilla, el musical animado de Disney impulsó el regreso del sing-along. 
  • El sing-along invita al público a ir más allá de ver y escuchar una película, para que participen interactivamente cantando.
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Hace 10 años llegó a la pantalla grande un fenómeno musical que cautivó a un público numeroso y diverso, y cuyas canciones se han convertido en clásicos.

Frozen, que estrenó mundialmente el 27 de noviembre de 2013, ahora es ampliamente reconocida como una de las películas animadas de Disney más memorables y queridas, ya sea por su recaudación económica o por la recepción que obtuvo de parte del público.

La revisión de Frozen del género de las princesas de Disney claramente resonó en audiencias de todas las edades. Su mensaje de empoderamiento y autodeterminación aborda las preocupaciones actuales sobre el género, la sexualidad y la identidad. 

Frozen
© 2013 Disney Enterprises, Inc.

Asimismo, la música fue fundamental para comunicar estas ideas, especialmente la canción “Let It Go”.

Gran parte de este atractivo musical se debe al sing-along, término que en español se traduce como “cantar en conjunto”. Esta actividad invita al público a ir más allá de ver y escuchar una película, para que participen interactivamente cantando.

Se podría suponer que la popularidad de las canciones de Frozen es un fenómeno nuevo en el espectador y el consumo de cine. Sin embargo, continúan una tradición centenaria de canto cinematográfico que se ha olvidado.

El sing-along en la historia del cine

En las décadas de 1910 y 1920, los movimientos de canto comunitario se convirtieron en una actividad musical popular compartida en Gran Bretaña, Australia, Estados Unidos, etc.

Se consideró que el canto comunitario fomentaba la apreciación musical, los ideales patrióticos y la salud mental individual. A menudo se llevaba a cabo en los cines.

Aunque comúnmente se usaban cancioneros o diapositivas de canciones ilustradas, también se hicieron muchas películas para el sing-along. Estas proporcionaban las letras de las canciones en la pantalla para apoyar el canto colectivo.

El estudio de animación Fleischer innovó presentando una nueva animación de una bola que rebotaba sobre la letra en su serie de dibujos animados para cantar Song Cartune entre 1924 y 1927. Continuó como la serie Screen Songs hasta la década de 1950.

En la década de 1930, los clubes de Mickey Mouse y otras proyecciones de cine para niños incluían rutinariamente cantos comunitarios para unir a la audiencia entre sí y fomentar la lealtad a la marca.

El auge de la radiodifusión y la televisión a mediados del siglo XX significó que las canciones migraran a estos nuevos medios. Ahora, se esperaba cada vez más que el público imaginara su participación compartida con una audiencia dispersa, mediada por estas nuevas tecnologías.

Los programas de radio Gillette y Palmolive Community Sing de la década de 1930 —transmitidos por la cadena estadounidense CBS— indicaron la manera en que las canciones sing-along se utilizaban cada vez más como vehículo de patrocinio y publicidad.

De manera similar, en Australia, la marca local Airplane Jelly utilizó canciones para promocionar sus productos en los cines.

La bebida británica Ovaltine también utilizó canciones para conectarse con los consumidores en transmisiones de Radio Luxemburgo y eventos vinculados con cineclubs. 

La reutilización retro de estos ejemplos en años más recientes indica cómo el sing-along se ha convertido en una reliquia nostálgica del pasado.

El sing-along y Frozen

Frozen ha aprovechado esta historia. En enero de 2014, dos meses después del éxito de taquilla inicial de la cinta, Disney la relanzó en una versión sing-along.

Esta incluía letras en la pantalla y un copo de nieve que rebotaba sobre ella para guiar al público, inspirada en la bola del estudio de animación Fleischer.

Esta versión se lanzó posteriormente como una edición especial en DVD en noviembre de 2014. Fue tan popular que Disney puso a la venta una versión sing-along de la banda sonora. El CD incluía versiones instrumentales de las canciones y venía con un libro de letras.

Como es típico de la sinergia de promoción cruzada de Disney, sus parques temáticos también comenzaron a albergar eventos sing-along en 20214.

La atracción For the First Time in Forever: A Frozen Sing-Along Celebration abrió sus puertas en Hollywood Studios de Walt Disney World Florida en julio de 2014. Después, se presentó en otros parques temáticos de la compañía, incluyendo versiones de las canciones en diferentes idiomas.

El sing-along aprobado por Disney ha estimulado una actividad generalizada de los fans y las canciones en las redes sociales. En 2015, una proyección familiar de esta versión de Frozen en el Hyde Park de Londres rompió un Récord Mundial Guinness por la mayor cantidad de personas cantando en vivo en una transmisión de radio.

Las canciones de Frozen se han convertido en un elemento básico para los coros escolares y comunitarios, con innumerables ejemplos subidos a YouTube

Durante la pandemia del Covid-19, los coros virtuales que interpretaban canciones de Frozen brindaron una oportunidad para el contacto humano durante los meses de aislamiento y encierro.

YouTube y TikTok también están llenos de innumerables videos de fans cantando estas canciones. El canal de televisión Disney Junior UK incluso organizó un concurso en Facebook en el que invitó a los espectadores a enviar sus interpretaciones de “Let It Go”. La compilación ahora acumula más de 250 millones de vistas.

En la actualidad, cuando la asistencia al cine debe competir con los servicios de streaming, los eventos especiales y la participación interactiva de la audiencia se están volviendo cada vez más populares.

El renovado interés y popularidad de las canciones sing-along, gracias en parte al éxito de Frozen, proporciona una manera de atraer nuevamente al público. 

Con dos secuelas más de Frozen en proceso, parece que el público cantará junto con Anna y Elsa durante los próximos 10 años.

Este artículo se publicó originalmente en inglés.

*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.

*Malcolm Cook es profesor asociado de estudios cinematográficos en la Universidad de Southampton.

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