Simon Dalgleish

Simon Dalgleish

Simón Dice

En línea con el tema que comenté en este espacio en la ocasión pasada, he podido observar en las noticias una cantidad considerable de información sobre una «crisis» entre las startups y unicornios de la región. Despidos, reducidos márgenes de crecimiento y un desempeño por debajo del esperado, son algunas de las características que se destacan en diferentes artículos sobre el ecosistema startup latinoamericano.

Las startups como apuesta de inversión son un sector que por su naturaleza trae un alto nivel de riesgo. Existe un ambiente de muy alta competitividad, en donde una empresa se enfrenta a competidores directos e indirectos por una limitada oferta de clientes, capital privado y de riesgo, y donde una contingencia puede tirar en semanas el trabajo y esfuerzo de años.

De esto último fuimos testigos hace dos años, cuando después de un par de meses de comenzar la pandemia, compañías como Airbnb y WeWork, por mencionar dos casos bien conocidos globalmente, se enfrentaron a un panorama incierto que las puso al límite, y del cual no han terminado de recuperarse. Quienes apostaron por ellas y tuvieron rendimientos históricos durante los años anteriores, vieron mermadas sus ganancias en apenas unas semanas, siendo algo que nadie podía haber prevenido.

Entonces, ¿las startups no son un modelo atractivo para invertir? ¿Hay que evitarlas? ¿Son todas lo mismo? Analicemos cada uno de estos puntos para, como es usual, hacer una evaluación que nos ayude a tomar una decisión.

Apuntar al lucro, no al crecimiento

Desde 2018, el número de startups denominadas «unicornios» (empresas en crecimiento cuyo valor de mercado llega a 1,000 millones de dólares, o ‘one billion’ en inglés) en América Latina comenzó a aumentar con el paso del tiempo. Lideradas en números por las startups brasileñas, cada vez más empresas han trabajado para obtener grandes inversiones y ser acreedoras de este anhelado título.

Desde mi punto de vista, ser un unicornio no implica necesariamente que la empresa tenga su futuro asegurado, sino que es una validación del mercado y una apuesta a favor a su modelo de negocio. Un ejemplo un poco extremo de este enunciado sería Theranos, la fallida startup médica que prometía hacer cientos de análisis y pruebas clínicas con una sola gota de sangre como muestra; su promesa atrajo miles de millones de dólares en inversiones, que se perdieron tras descubrirse el fraude de su tecnología inoperativa e inexistente.

Claramente no todos los unicornios van a ser un fraude, pero el ejemplo nos sirve para ver que esta etiqueta no es una garantía de éxito y ganancias a largo plazo. Tampoco quiere decir que no debas invertir en startups, sino que al hacer una elección de este tipo debes fijarte en otros factores más allá del crecimiento.

El más importante de estos factores es el lucro o ganancia que puede generar el negocio de la empresa. Cuando tienen un objetivo bien definido más allá de simplemente crecer sin un rumbo claro, como inversionista es más fácil evaluar si son una apuesta rentable a largo plazo, hacer proyecciones y estimaciones sobre posibles ganancias y sobre todo saber cómo puede compensarse el riesgo de invertir en estas empresas.

Las opciones de inversión entre las startups

Invertir directamente en una startup puede ser difícil si no eres un gran inversionista con millones de dólares en Venture Capital (VC) para apostar a una empresa o si no formas parte de un fondo de inversión. Por fortuna, como hemos explicado antes, hay diferentes formas de participar dentro del ecosistema startup siendo un pequeño inversor.

Haciendo referencia a los ya conocidos ETFs, puedes buscar opciones que repliquen los índices de bolsas de valores extranjeras donde ya hay startups cotizando. La brasileña Nu, por ejemplo, debutó en Wall Street el año pasado, y hay opciones de ETFs que incluyen una participación en ella.

Otra opción son los SPAC, de los cuales hablé hace un tiempo. Si bien es un instrumento que sigo sin considerar como una alternativa favorable de inversión, dejo a tu criterio evaluar si existe alguna opción que se ajuste a tu perfil y que apunte precisamente a la adquisición de una startup que consideres interesante.

Una tercera opción es el crowdfunding. En México, las empresas de crowdfunding deben contar con la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para operar y recaudar fondos para sus proyectos; en el caso concreto de financiamiento de startups, podemos mencionar a Play Business y Arkangeles, quienes ya han sido publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF) cómo Instituciones de Fondeo Colectivo Autorizados.

¿Qué viene para el ecosistema de startups?

Reforzaré el mensaje que he sostenido desde el inicio del año: estamos ante una temporada de ajustes y balances en la economía a nivel mundial, donde no hemos terminado de ver todos los cambios que nos esperan financieramente hablando. Podemos esperar ver más despidos y números rojos en el ecosistema startup regional en los siguientes meses, será una tendencia que afectará más a ciertos sectores que a otros, pero que igualmente pasará tarde o temprano.

Muchos fondos de inversión ya están pidiendo cuentas a las empresas sobre el capital invertido, así que también veremos menos anuncios de inversión después de pasar un par de años en donde veíamos grandes anuncios y fondos históricos con frecuencia. La pugna por recursos se hará más fuerte, lo que puede traer una mayor competitividad entre empresas.

¿Hay alguna startup que te haya interesado mucho en el último año? ¿Apostarías tu dinero a su crecimiento ahora que has leído esto, o harás un análisis más minucioso de su mercado?

ciclo natural de startup

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en FacebookInstagramLinkedInTikTok,Twitter y YouTube