• Asimo, el robot de aspecto humanoide desarrollado por Honda en el 2000 para abrir una nueva era en la robótica, dejará de funcionar este jueves.
  • Fue concebido para ayudar a los seres humanos en sus tareas diarias a través de infinidad de funciones pero terminó siendo solo un anfitrión para visitas de jefes de estado a Japón.
  • Aún así, Asimo se ha convertido en un icono, algo que Honda piensa aprovechar vendiendo productos asociados a su imagen.
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Asimo, el robot de aspecto humanoide desarrollado por Honda hace más de 20 años, se jubila este jueves.

Similar a los deportistas que en sus primeros años prometían mucho más de lo que fueron, Asimo se va tras recorrer una trayectoria irregular que deja varios aciertos pero también desaciertos.

Asimo cambiaría el futuro de los robot humanoides y de las personas

Según muchos fanáticos de la robótica, Asimo no solo no tendría que jubilarse sino que a estas alturas debería estar en los hogares de medio planeta; y con ello haber hecho más sencilla la vida de miles de millones de personas.

En vez de eso, el robot de Honda pasó los últimos años estrechando la mano a cada jefe de estado que visitó Japón y golpeando balones de futbol, entre otras actividades. Pero ayudar, lo que se dice ayudar a la humanidad, no mucho.

Al menos, no directamente.

Asimo iba a ser toda una revolución. Aunque hoy muchos no lo recuerdan, su nombre es el resultado del acrónimo que surge de Advanced Step in Innovative Mobility, es decir, un paso avanzado en movilidad innovadora.

El robot de Honda nació con la misión de ayudar a personas con movilidad reducida a caminar, moverse y valerse por sí mismos.

Con el paso de los años la compañía japonesa prometió que la capacidad de Asimo de relacionarse con los humanos permitiría que el robot ayudara a los más pequeños de la casa con los deberes e incluso que fomentara en ellos el amor por la ciencia o las matemáticas.

Por tanto este robot humanoide sería una máquina imprescindible para cualquiera.

Las expectativas distaban mucho de la capacidad que tendría Asimo para llenarlas

La historia del robot arranca mucho antes de todas estas promesas, relató la propia compañía en su web en 2013.

Concretamente, inició en 1986, cuando unos ingenieros de la compañía se plantearon un reto que por aquel entonces parecía casi irrealizable. Este fue crear un robot que caminara.

«ASIMO es la culminación de dos décadas de investigación en robótica humanoide por parte de los ingenieros de Honda. Puede correr, caminar por pendientes y superficies irregulares, girar suavemente, subir escaleras y alcanzar y agarrar objetos. También puede comprender y responder a sencillas órdenes de voz. Tiene capacidad de reconocer el rostro de un grupo de personas», explicó.

Pero surgió una dificultad. Las funciones de Asimo eran impresionantes en encuentros de expertos en robótica, pero no eran prácticas para la vida diaria de la personas.

Finalmente, ¿para qué iba alguien a necesitar un robot que subía pronunciadas pendientes? ¿A quién le importaba que pudiese girar o subir escaleras? ¿Tenía alguna utilidad que pudiera agarrar objetos más allá del hecho de decir que podía hacerlo?

¿De verdad era imprescindible que pudiera responder a órdenes de voz, una tecnología que ni siquiera hoy, 20 años después, está del todo asentada en dispositivos preparados específicamente para ello?

Además hay que añadir su precio. Asimo era cualquier cosa menos barato, y conseguir uno se convirtió pronto en una misión imposible.

En 2011 los portales especializados calculaban que la última versión del robot estaba en más de 2.21 millones de dólares.

Con el paso de los años, Honda asumió que la revolución robótica que iba a traer Asimo no iba a ser la que ellos habían pronosticado.

Entonces Asimo fue relegado a misiones más protocolarias que llevar la compra a casa o ayudar a resolver cuentas matemáticas. En los últimos años, el robot ha estrechado la mano, entre muchos otros, del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El gobierno nipón lo convirtió en un símbolo de la obsesión del país por ser el líder de la próxima revolución de la robótica. En 2018, Honda anunció finalmente que no desarrollaría más Asimo.

¿Fue Asimo un fracaso? no necesariamente, según los expertos

Por una parte, algunas de las tecnologías de Asimo como el reconocimiento facial o su capacidad de interactuar con los seres humanos sirvieron de base para el desarrollo de tecnologías que hoy se pueden disfrutar.

Por ejemplo, en septiembre del año pasado Honda anunció un plan para desarrollar un robot avatar. Esto es una máquina que se podrá controlar de manera remota y que vendrá equipado con una mano con múltiples dedos y su control remoto contará con IA.

¿Hubiesen podido los ingenieros de Honda imaginar un dispositivo así sin la experiencia de haber desarrollado varias versiones de Asimo?

Quizá no podrían haberlo hecho sin un conocimiento tan profundo de qué necesitan de verdad las personas de la robótica en un mundo hiperconectado.

Por otra parte, Asimo es algo más que una simple máquina. Aunque su campo de acción finalmente solo fue en el ámbito de las recepciones reales y las demostraciones en convenciones de tecnología y museos de ciencias, la creación de Honda supo ganarse el corazón del público, especialmente de los amantes de la tecnología.

Así lo ha entendido también la empresa nipona que aprovechó el anuncio de la jubilación de Asimo para aclarar que piensan seguir comercializando productos asociados al robot humanoide, informó Japan Times.

Asimo ha acabado su misión, pero su historia continúa.

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