- Cordada Obscuras quiere hacer historia como la primera cordada con un integrante ciego que sube las siete montañas más altas del mundo.
- Con cuatro de las siete cimas alcanzadas, los mexicanos Rafael Jaime y Omar Álvarez se aventurarán al Monte Everest en las próximas semanas.
- Los alpinistas compartieron con Business Insider México las cinco lecciones que aprendieron en la montaña y llevarán al “techo del mundo".
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Cordada Obscuras, integrada por los mexicanos Rafael Jaime y Omar Álvarez, iniciarán una nueva expedición este abril con el objetivo de llegar a la cima del Monte Everest, la montaña más alta del mundo.
Jaime perdió la vista a los 18 años como consecuencia de un retinoblastoma lateral, que es cáncer en las retinas de los ojos. El nacido en Salamanca, Guanajuato, enfrentó la incertidumbre sobre lo que sería su vida y sus inseguridades para replantearse sus capacidades para vivir sin depender de nadie.
El deporte se convirtió en su aliado para canalizar la depresión que padeció, sumando múltiples éxitos en maratones, triatlones (incluyendo el Ironman) y Ultramaratones (como el Ultraman). Por si fuera poco, Jaime se convirtió en alpinista porque estar en la cima de una montaña le hizo reafirmarse que “la vida no es tan difícil” ni “tan mala”.
Por su parte, Álvarez comenzó su vida en la montaña tras la muerte de su padre, quien le pidió que llevara sus cenizas a la cumbre del Pico de Orizaba. al hacerlo, se enamoró del deporte, la filosofía de la montaña y se convirtió en su propósito de vida.
Jaime y Álvarez se conocieron en 2019 se manera accidental mientras escalaban el Iztaccíhuatl. Ambos se dieron cuenta que tenían buena química y nació un sueño: escalar las siete montañas más altas del mundo, un reto que en el mundo del alpinismo es conocido como el Seven Summit.
Fue así como los mexicanos lanzaron Cordado Obscura, un proyecto que quiere pasar a la historia del alpinismo mexicano e iberoamericano como la primera cordada con un integrante ciego que conquista el Explorers Grand Slam.
Hasta la fecha, ya lograron conquistar cuatro de las siete cimas: Aconcagua, la más alta de América del Sur y la más fría del mundo; el Denali, la más alta de América del Norte; el Monte Elbrus, la más alta de Europa; y el Kilimanjaro, la más alta de África.
Este 2023, Jaime y Álvarez buscarán sumar el Monte Everest a su lista de cubres alcanzadas. Sin embargo, antes de iniciar su expedición al “techo del mundo”, platicaron con Business Insider México sobre las lecciones que han aprendido a la montaña.
De acuerdo con ambos alpinistas, muchas de ellas las aprendieron el año pasado en una expedición al Manaslu, la octava montaña más alta del mundo y conocida como la “hermana del Everest”.
No hay que dejar de ver los pequeños grandes detalles de la vida
En 2022, Cordada Obscuras emprendió la expedición al Manaslu, su primer acercamiento a una montaña con una altura superior a los 7,000 metros, para tener una idea de qué podían hacer y que no en el Everest.
Para Jaime y Álvarez, la “montaña es su gran maestra”, y buscan trasladar la filosofía que emprenden en ella a su día a día, así como con los mexicanos y latinoamericanos que siguen sus expediciones a través de sus redes sociales.
Al llegar a las faldas del Manaslu, Álvarez no pudo evitar impresionarse por el cuerpo montañoso, que también lo llevó a decir: “Wow, qué maravillosa es la vida que tiene este tipo de escenarios”.
Sin embargo, el mexicano confesó que la rutina de la vida diaria también lo ha orillado a dejar de ver esos “pequeños grandes detalles”.
“Muchas veces empiezas a confiarte de que en casa tienes un baño y duermes calientito en una cama. La montaña te pone los pies en la tierra y te dice: ‘Oye, ¿quieres ir al baño a las 3 a.m.? Vas a sentir frío porque estamos a -40ºC”, contó.
“La montaña me mostró que no debo dejar de ver esos pequeños detalles. Como consecuencia, me llevaron a un proceso vulnerable en el que no pude aclimatar (su cuerpo) correctamente”, agregó. “Hay muchos factores que estuvieron involucrados y le pueden pasar a cualquier persona”.
Busca compañeros de vida que te acompañen en todo momento y te ayuden a tomar las mejores decisiones
En el Manaslu, Cordada Obscuras enfrentó grietas inmensas en las que no podían ver en dónde estaba el fondo y largos tramos de escaladas verticales en hielo.
Sin embargo, los alpinistas que buscan llegar a la cima de montañas como esta deben aclimatar su cuerpo por arriba de los 7,500 metros sobre el nivel del mar.
En el Everest a esto se conoce como la “Zona de la Muerte”, ya que los niveles de oxigenación son mínimos y empieza una muerte lenta de los neuronas. Para superarla, se debe mejorar el volumen de oxígeno o VO2, que es la capacidad de transportar oxígeno por la sangre y, por ende, a los músculos.
Álvarez compartió con Business Insider México que él no pudo aclimatar su cuerpo en el Manaslu, lo que puso en riesgo su vida.
“Rafa y yo estábamos a 6,400 metros sobre el nivel de mar en una noche que difícilmente voy a olvidar el resto de mi vida”, contó. “Recuerdo muy bien que una tos muy poderosa y burbujeante llegó a mí, acompañada de taquicardia y un cansancio extremo”.
A la mañana siguiente, Álvarez descubrió que padecía un edema pulmonar, a lo que Jaime respondió diciéndole: “No te esperes ni un segundo más. ¡Tienes que bajar en este momento!”
Cordada Obscuras existe gracias a la sincronía y la confianza que ambos mexicanos han construido juntos. Y aunque hay personas que pueden pensar que Álvarez lleva a Jaime a la montaña, lo cierto es que ambos se acompañan y motivan.
No obstante, por el riesgo que corría la vida de Álvarez, el dúo tuvo que separarse por primera vez en la montaña para regresar al campamento base.
“Tuve que caminar varias horas en muy malas condiciones. Llegué al campamento base con una saturación de oxígeno del 42% y los doctores no creían que había bajado yo solo”, recordó. “Muy cerca de perder la vida, esa noche me comuniqué con Rafa con lágrimas en los ojos y ese sentimiento de hermandad que hoy nos acompaña”.
“Quieres caminar con ese ser humano que te acompaña en todo momento y que te ayuda a tomar las mejores decisiones. En este caso, la decisión que Rafa me ayudó a tomar me salvó la vida”, añadió.
Antes de decir “no puedo”, inténtalo
El Manaslu llevó a Cordada Obscuras a enfrentar momentos adversos, que según Jaime incluso los sacó de su punto de control mental, emocional y físico.
“Dormíamos en una carpa a 4,000, 5,000 y 6,000 metros de altura y cada hora escuchamos vientos que parecen que la van a desgarrar”, recordó. “Te cuestionas: ‘¿en dónde estoy metido?’
“Todas esas veces que cruzamos muchísimas grietas impresionantes en donde no quieres meter un pie ni caerte porque sabes que un mal paso te puede costar la vida. Ahí, personalmente me cuestioné: ‘¿qué estoy haciendo aquí? ¿por qué me estoy arriesgando?’”
De acuerdo con el mexicano, esta situación es muy parecida a cuando enfrentamos retos desconocidos en nuestra vida diaria. Hay miedo y las personas no pueden evitar pensar si el esfuerzo vale la pena. En la montaña es lo mismo.
“Una vez que tienes la experiencia, haces rotaciones y pasas por ahí dos o tres veces, las cosas se vuelven más fáciles”, explicó. “El aprendizaje que me llevé es: antes de dudarlo y decir ‘no puedo’, inténtalo. La vida se vuelve más fácil”.
Esta lección también incluye aprender a adaptarse a la dificultades que surgen en el camino. Para Jaime, esto ocurrió cuando tuvo que separarse de Álvarez y decidió continuar la expedición.
“En ese momento me adapté a no comunicarme con Omar, a que él me guiara. Me tuve que adaptar e ir agarrando la mochila de un sherpa nepali”, dijo.
Sherpa es una etnia que habita en las regiones montañosas de Nepal, en el Himalaya
“Una frontera era el idioma. Ambos hablábamos inglés, pero el inglés de los nepalis suena rarísimo. Me hacía señas. Te adaptas y buscas herramientas. Al menos lo intentas”, agregó.
Tocar fondo no es del completamente malo
Cordada Obscuras no alcanzó la cima del Manaslu y, de acuerdo con Jaime, de las personas que intentaron lograrlo esa temporada, solo 4% lo consiguió.
“Aunque en todas estas montañas de cierta manera te juegas la vida, también dependes de tu preparación, de otros factores que te rodean y un poquito del azar”, dijo a Business Insider México.
Y aunque no hicieron cumbre, los alpinistas consideran que las lecciones que aprendieron fueron mucho más valiosas, especialmente como preparación para el Everest.
“Creo que a veces es necesario este tipo de circunstancias donde parece que no acaricias el éxito. Gracias a que no hicimos cumbre aprendimos más que si hubiéramos llegado. Hubiera sido un tema de ‘bueno, hay que mejorar algunas cosas, pero todo nos salió bien en este 99% de efectividad”.
“El hecho de que no saliera bien, de cierta manera, te genera muchos aprendizajes. A veces es necesario tocar fondo y que sucedan este tipo de cosas para aprender”, reiteró. “Tocar fondo no es del todo malo”.
La preparación para alcanzar un sueño nunca termina
Haber experimentado una compleja experiencia en el Manaslu no significó el fin del sueño de Cordada Obscuras de alcanzar el Everest. Es por ello que, cuando regresaron, continuaron su preparación para llegar al “techo del mundo”.
Según Jaime, en la etapa de preparación aprenden a economizar el peso en la espalda —que puede llegar a ser de hasta 20 kilos—, que es necesario para ser más ligero y aprovechar el máximo de su energía.
También les permite tomar decisiones sobre cómo moverse, qué tanta ropa llevar, cuál es el equipo adecuado, por cuál tipo de comida deben optar y el tipo de entrenamiento que deben reforzar.
Todas las montañas son diferentes y tienen particularidades, por lo que antes de subir al Everest, Cordada Obscuras hizo otras expediciones: Argentina, en donde alcanzaron cimas de más de 6,500 metros de altura y ayudó en su preparación para la aclimatación; y Canadá, que completó su ciclo escalando en hielo.
“En el Everest vamos a enfrentar paredes de 90º de hielo y, en promedio, probablemente tendremos 40 metros de escalada en donde, evidentemente, tenemos que estar más que preparados”, reconoció Álvarez.
“Queremos estar preparados para cualquier circunstancia que podamos enfrentar en el Everest y en otras montañas”, aseguró Jaime.
Para los mexicanos, llegar a la cima del Everest no significa el fin de Cordada Obscuras ya que continuarán escalando otras cimas que requieran otro tipo de técnicas de alpinismo.
Además, su misión incluye ser “los ojos de muchos mexicanos para que puedan ver la cultura que hay allá afuera, lo hermoso que tiene la naturaleza y lo alto que se puede llegar”, recordó Jaime.
“Vamos a seguir ondeando la bandera mexicana, retando, motivando e incentivando a la gente”, finalizó.
Puedes apoyar a Cordada Obscuras a cumplir con el Seven Summit donando aquí.
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