- Pasé 48 horas en Medellín, la segunda ciudad más poblada de Colombia.
- Entre las cosas que más me sorprendieron estuvo su comida típica y su icónico café, al que llaman “tinto”.
- Medellín es un excelente lugar para salir de fiesta y sus habitantes están orgullosos de sus músicos que han saltado a la fama.
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Medellín, apodada la “Ciudad de la Eterna Primavera”, es la capital del departamento de Antioquia y la segunda ciudad más poblada de Colombia, con más de 2.5 millones de habitantes.
También fue el hogar del Cartel de Medellín de Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha. La organización criminal se dedicaba al tráfico de cocaína, terrorismo y fue uno de los protagonistas del conflicto armado colombiano entre 1980 y 1993.
Hoy, la ciudad vive alejada de aquella imagen de inseguridad y violencia que la rodeó. Turísticamente, renació al enfocarse en sus tradiciones, la calidez de sus habitantes, el futbol (es hogar del Atlético Nacional y el Deportivo Independiente Medellín) y el arte.
Este último va desde las obras del famoso Fernando Botero, el graffiti que decora sus paredes y cuenta su historia, y el reguetón.
Sin tener mucha idea de qué esperar, este fin de semana pasé 48 horas en Medellín. Comí su comida típica, bebí café y aguardiente y disfruté de la rumba.
Aquí te comparto las cinco cosas que más me sorprendieron de la ciudad.
1.- La comida típica antioqueña es abundante, incluso para los mexicanos
Al igual que muchos viajeros, una de las cosas que más disfruto de viajar a nuevos lugares es probar su comida típica, y Medellín no iba a ser la excepción.
La primera recomendación que me dieron fue probar la Bandeja Paisa, que está conformada por frijoles, arroz blanco, huevo frito, carne molida, chorizo, plátano, aguacate, una arepa y chicharrón.
Si eres mexicano, ve borrando la imagen que tienes del chicharrón que comemos en tacos o que compramos preparados en parques. Aunque en Medellín también está hecho con la piel del cerdo, es mucho más carnoso.
Aunque todos los componentes de este platillo van por separado, la idea es que vayas mezclándolos mientras los vas comiendo.
El platillo es muy abundante y llena rápido; sí, incluso para los mexicanos que estamos acostumbrados a comer en grandes cantidades y repetir porciones.
Mi mejor consejo para enfrentarlo es tener el estómago vacío e ir lento para disfrutar de su sabor. Además, de acuerdo con lo que me comentaron mis anfitrionas, no es de mala educación dejar comida en caso de que estés demasiado lleno.
Otro platillo que probé y que es muy similar fue la Cazuela de Frijoles Antioqueña, que básicamente tiene los mismos ingredientes: frijoles, plátano, aguacate, chorizo, elote, chicharrón y papa. La gran diferencia es que aquí todo va mezclado.
¿Qué me faltó probar?: Sus perritos calientes, que parecen el platillo ideal después de una noche de tragos. Además de la tradicional salchicha y el pan, estos “hot dogs” también llevan tocino, queso, papas fritas, salsa de piña, mostaza, salsa de tomate y salsa rosada.
2.- Su café, también conocido como tinto, está más cargado de lo que imaginas
Colombia es famoso mundialmente por su café, y el más típico es el tinto, que si lo escuchas por primera vez, seguramente te llevará a pensar en el vino.
El tinto es un café negro muy concentrado que puede tomarse por la mañana, en la sobremesa, en las oficinas, cuando visitas la casa de un amigo o familiar o cuando necesitas un “shot” de energía.
Como amante del café, siempre quise probar un tinto en Colombia. Sin embargo, los años que llevo bebiéndolo no me preparó para lo fuerte que estaba.
Con temor a que me diera gastritis, tuve que decepcionar a todos los colombianos pidiendo un vaso de leche para poder rebajarlo y disfrutarlo.
Al final, el tinto me ayudó a bajar la Bandeja Paisa que me acababa de comer y me dio suficiente energía para salir a bailar por varias horas, aunque una noche previa dormí dos horas y pasé gran parte del día viajando desde México.
Mis anfitrionas me platicaron que ellas normalmente beben uno o dos tintos al día, pero llega un punto en la vida de todos los colombianos que prácticamente se hacen inmunes a sus efectos.
El abuelo de una de ellas incluso puede beber cinco tintos mientras pasa las tardes jugando ajedrez con sus amigos. No tengo idea de qué le pasaría a mi cuerpo con tanta cafeína.
3.- Los habitantes de Medellín están orgullosos de sus músicos
Aunque muchos pueden asociar a Puerto Rico como la cuna del reguetón, en los últimos años Medellín ha sido bautizada como la “Capital Mundial” de este genero musical.
Y no es algo raro, ya que esta ciudad vio nacer a grandes figuras que han puesto a “perrear” a personas de todo el mundo, como Maluma, J Balvin, Nicky Jam y Karol G.
Hoy también están despuntando mundialmente reguetoneros como Blessd, Feid, Nath y Ryan Castro.
Los habitantes de Medellín reconocen su talento musical, están muy orgullosos de aquellos que saltan a la fama y los envuelven de amor siempre que regresan a casa.
Por ejemplo, durante las 48 horas que pasé en la ciudad, Karol G presentó su nuevo sencillo “Provenza” en el icónico barrio que lo inspiró.
Visité Provenza minutos después de la presentación de la cantante y lo que me sorprendió fue la cantidad de personas que se tomaban fotos con un letrero del Teatro Victoria que anunciaba la canción.
Una chica incluso iba caracterizada como Karol G, con todo y la peluca azul que muchos utilizaron en su presentación en Coachella. Mientras se tomaba fotos, muchos le gritaron frases de aliento como “¡Bichota!” y «¡Eso mamita!”.
En mi visita a Medellín también asistí a “Medallo en el Mapa”, el concierto de tres horas de Maluma que marcó su regreso a su ciudad natal.
Antes de que pudiera terminar de cantar su primer canción, la famosa “Hawái”, el reguetonero rompió en llanto conmovido por el recibimiento de su gente.
“Para mí es importante que me quieran en mi casa. Si a mí me quieren en mi casa, me importa un c*** lo demás”, dijo Maluma más adelante.
En Medellín también defienden a sus músicos a capa y espada. Por ejemplo, J Balvin, quien ha recibido múltiples críticas después de que Residente sacó una canción de más de ocho minutos en la que lo llamó hipócrita, imbécil y racista.
En redes sociales también fue criticado porque en el video musical de “Perra” mostró a dos mujeres afrolatinas como perras. De acuerdo con algunos colombianos, el artista no debería ser cancelado por ello, ya que fue una mala decisión de alguno de sus asesores.
4.- La fiesta, también conocida como rumba, empieza temprano y los establecimientos están preparados para todo
En Colombia, “salir de rumba” significa salir a bailar o de fiesta. Al ser un barrio lleno de bares y clubes nocturnos, Provenza es uno de los sitios favoritos de Medellín para hacerlo.
El día que lo visité, las calles estaban saturadas de colombianos y extranjeros que buscaban disfrutar la noche. Mis anfitrionas me dijeron que, en dicha ocasión, había más gente por la presentación de Karol G.
Aunque me pareció normal ver a personas bailando por las calles y bebiendo tragos —como la cerveza local Club Colombia o el tradicional Aguardiente (al que también llaman “Guaro”)—, lo que sí me brincó fue lo temprano que inician las fiestas en Medellín.
Mientras que en la CDMX acostumbramos tener un precopeo alrededor de las 9:00 y 10:00 de la noche, y comenzamos a llegar a los antros entre 11:00 p.m. y 1:00 a.m., en Provenza los clubes estaban saturados de gente desde las 8:00 p.m.
Locales me explicaron que para ellos es normal salir de trabajar y comenzar a beber. Es por ello que “la rumba” empieza tan temprano para ellos.
Asimismo, sus clubes nocturnos suelen cerrar a las 3:00 a.m., mientras que en la CDMX no es raro que muchos sigamos la fiesta en los antros hasta las 6:00 a.m.
El club que visité se llama La Oscura e, inevitablemente, algo en su baño me llamó la atención.
Bajo un letrero neón que decía “Para conquistar”, había un carrito lleno de artículos como enjuague bucal, desodorante, cera y spray para el cabello, toallitas húmedas, loción, paletas, chicles y un gran recipiente lleno con condones.
El miembro del staff de La Oscura me comentó que teníamos la libertad de tomar cualquiera de los artículos que necesitáramos para tener una buena noche.
La oferta me pareció singular. En primer lugar, porque invita a todos sus clientes a practicar el sexo seguro; en segundo, porque en la CDMX no se acostumbra que los clubes ofrezcan condones u otros artículos para ligar, exceptuando algunos lugares LGBTQ o que tienen activaciones con marcas.
5.- Su sitio turístico más famoso también fue uno de los más peligrosos del mundo
Uno de los taxistas con los que conviví este fin de semana me recomendó visitar la Comuna 13, ubicada al occidente de la ciudad y que acoge más de 18 barrios.
Al igual que las otras comunas, se construyeron de manera informal en las faltas de la montaña. En su mayoría, sus habitantes eran desplazados rurales en conflicto con las guerrillas o paramilitares, por lo que se asentaron de manera irregular. Construían una casa encima de la otra, lo que recuerda a las favelas de Brasil.
Al ser ignorados por el gobierno de Colombia, las guerrillas del ELN, FARC y los CAP buscaron respaldarlos. Sin embargo, terminaron reclutando a niños como soldados, informó Pasaporte para Viajar.
El Cártel de Medellín aumentó la violencia en el lugar, que fue testigo de múltiples balaceras y operaciones, como la Orión. Esta finalizó con 80 civiles heridos, 17 homicidios por la Fuerza Pública, 71 personas asesinadas por paramilitares, 12 personas torturadas, 92 desapariciones forzadas y 370 detenciones arbitrarias.
Asimismo, la Comuna 13 vio múltiples “falsos positivos”, terminó que utilizó la prensa para llamar a los asesinatos de civiles a manos del ejército, quienes los hacía pasar como guerrilleros.
Con un pasado tan violento, la Comuna 13 logró cambiar radicalmente su imagen. Esto se logró gracias a la inversión de las autoridades para mejorar sus servicios, como con la implementación de escaleras mecánicas gratuitas para sus habitantes. El objetivo de esto era que pudieran subir y bajar con mayor facilidad.
De acuerdo con Felipe, el guía que me acompañó en mi tour por la Comuna 13, hoy es el sitio turístico más visitado de Medellín. Esto se logró gracias a sus proyectos de inclusión social que incluyen el arte graffiti, el baile urbano y el comercio local.
Escuchando su historia, me sorprendió no ver policías mientras recorría la Comuna 13. Eso no parecía asustar a los turistas, quienes no tienen miedo de tomarse fotografías con sus cámaras y celulares.
Felipe me explicó que esto se debe a que sus mismos habitantes están decididos a cuidarla y hacer todo lo necesario para mantenerla.
BONUS: Los colombianos son grandes anfitriones
Mis anfitrionas eran de Bogotá —o “rolas”, como se hacen llamar— y no dudaron en recalcarme lo cálidas que son las personas de Medellín. Incluso me dijeron que siempre están dispuestas a ayudar a quien lo necesite, sin esperar nada a cambio.
Pude comprobarlo durante las 48 horas que pasé en esta ciudad. Aunque también reconozco que pude sentir el cariño de todos los colombianos con los que conviví, incluso si no eran de Medellín.
En todo momento me hicieron sentir bienvenida. Me explicaron con detalle su cultura, tradiciones y frases para que yo también pudiera empezar a utilizarlas. Me enseñaron a tomar “Guaro” y a salir de rumba.
Pero lo que más me sorprendió fue que también estaban emocionados por conocer sobre mi país, México. Desde cómo es mi vida en la CDMX, cuál es la percepción que tenemos de los colombianos, las frases coloquiales que utilizamos y cuáles son los retos que estamos viviendo.
Hasta el momento, considero que los colombianos son los mejores anfitriones que he tenido el placer de conocer.
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