• El uso de la realidad virtual puede ayudar a personas con autismo a potenciar sus habilidades de comunicación e incluso a tratar sus fobias en un ambiente controlado.
  • La tecnología también puede crear ambientes virtuales que ayuden a personas dentro del espectro autista a prepararse para encuentros o situaciones que pudiesen resultar estresantes.
  • En México se estima que 1 de cada 115 niños tiene autismo, es decir, alrededor de 400,000; sin embargo, la incidencia en la adolescencia y vida adulta se desconoce.
 

La realidad virtual es implementada en cada vez más campos; desde el entretenimiento hasta capacitaciones laborales, esta tecnología se ha convertido en una herramienta práctica y necesaria.

Su uso en el campo de la medicina también es algo cada vez más común; sin embargo, existe una rama en particular en la que su aplicación resulta particularmente efectiva: las terapias para personas con autismo.

Actualmente existen varios métodos para ayudar a que niños y jóvenes adultos con altos niveles de autismo se integren a la sociedad; se ha visto que la tecnología potencia sus resultados. También facilita terapias más personalizadas y en ambientes controlados.

¿Qué beneficios tienen la realidad virtual y aumentada en las terapias de autismo?

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Terapeutas de autismo en Estados Unidos empezaron a utilizar tecnología realidad virtual a mediados de la década de 1990. La usaban para crear ambientes virtuales que ayudaran a personas dentro del espectro a prepararse para encuentros o situaciones estresantes.

Para Cecilia Manera, psicóloga de la Clínica Mexicana de Autismo y Alteraciones del Desarrollo (CLIMA), esta tecnología es de gran ayuda en la actualidad.

“Los niños con autismo tienen dificultades para predecir conductas, sobre todo aquellos pequeños con un nivel intelectual un poco más complicado. Este tipo de tecnología ayuda a que ellos puedan predecir lo que va a suceder en lugares que ellos aún no conocen y adaptarse de una manera más fácil”, dijo a Business Insider México.

De acuerdo con la doctora, este tipo de herramientas podrían ser particularmente útiles para niños que presentan dificultades con procesos de adaptación; o altos niveles de estrés al estar en lugares con varios estímulos (como una nueva escuela, un centro comercial o un restaurante).

“El niño, en un ambiente mucho más tranquilo, tiene la posibilidad de entender lo que pasa a su alrededor sin estar físicamente en el lugar. Es un método de entrenamiento para que no se sientan aturdidos”, dijo.

Las terapias de realidad virtual ayudan a desarrollar habilidades de comunicación

Un estudio de la ONG Autism Speaks encontró que el uso de realidad virtual potencia habilidades de comunicación; además, mejora el desarrollo en un ambiente social en jóvenes adultos.

En este estudio, cuatro personas entre 18 y 35 años fueron expuestos a sesiones de realidad virtual que simulaban diferentes tipos de interacciones sociales (como una entrevista de trabajo). Eso les permitió enfrentar nuevas situaciones con el fin de mejorar sus habilidades de comunicación.

A lo largo de las pruebas, investigadores de la organización monitorearon la actividad cerebral de los participantes; y observaron que las regiones del cerebro asociadas con el «entendimiento social” se iluminaron de una manera que ninguna otra terapia había logrado.

“La realidad virtual y programas basados en la utilización de avatares podría ser una terapia especialmente prometedora para las personas con autismo que se sienten incómodas realizando interacciones sociales”, comentó Daniel Smith, director senior en Autism Speaks en un comunicado.

La Realidad Virtual ayudaría contra el miedo de hablar en público

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Otro estudio de la Sociedad Internacional para la investigación del autismo (INSAR), comprobó que esta tecnología permite a niños con autismo a combatir su miedo a hablar en público.

El ejercicio constó de usar una audiencia simulada con avatares que desaparecían poco a poco si la persona realizando el discurso no tenía contacto visual. Básicamente, se les pedía a los niños que participaron mirar a toda la habitación en lugar de enfocarse en un solo punto para ayudarlos a lidiar con la ansiedad.

Los resultados obtenidos en ambos sugieren que la plataforma de realidad virtual podría ser una herramienta prometedora para mejorar habilidades sociales, cognitivas y funcionales.

La realidad virtual también ayuda en el tratamiento de fobias

Además de ayudar a mejorar capacidades de comunicación, la tecnología VR también puede ser usada para ayudarles a superar fobias.

Algunas de las fobias que enfrentan los niños en el espectro autista pueden ir desde el temor a espacios con una gran concentración de personas (como el transporte público) hasta fobias más específicas, como el miedo a los perros o incluso los globos.

El uso de terapia cognitiva conductual suele ser el tratamiento común para tratar fobias; pero este método requiere de ejercicios de visualización e imaginación que podrían ser complicadas para personas dentro del espectro.

“Cuando los metes en una tecnología, aplicas una terapia cognitiva conductual; haces un proceso de ‘role-playing’ con aproximaciones sucesivas. Si el niño está en un proceso tecnológico, es mucho más fácil controlar las variables y acercar al pequeño a la fobia. Por ejemplo, si le tiene miedo a las arañas, puedes controlar muchísimo mejor a una virtual que a una en vivo”, explica Manera a Business Insider México.

Un contexto controlado

“El contexto es mucho más controlado en la parte tecnológica y, en el caso de nuestros pequeños, es mucho más motivante por el principio de sistematización que ellos tienen. Eso nos da una variable más positiva”, agregó.

Un estudio de la Universidad de Newcastle en Londres, exploró los efectos de terapia inmersiva con realidad virtual para tratar fobias en niños con autismo.

El ejercicio se realizó en la denominada Habitación Azul, que simula en un ambiente de 360 grados alguna situación vinculada al miedo del niño.

Dentro de esta habitación, que no requiere el uso de lentes especiales, el paciente explora diferentes escenarios usando un iPad, con ayuda de un terapeuta.

Los resultados del estudio revelaron que cerca de 45% de los niños que participaron no habían presentado nuevamente su fobia a seis meses de realizar el tratamiento.

¿Cuál es el panorama del autismo en México?

En México no existen datos oficiales sobre el número de personas que presentan Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Sin embargo, de acuerdo con un estudio financiado por Autism Speaks y dirigido por el doctor Eric Fombonne, de la Oregon Health & Science University, en colaboración con la doctora Cecilia Manera y CLIMA, en México se calcula que 1 de cada 115 niños tiene autismo. Es decir, alrededor de 400,000 en todo México.

Sin embargo, la incidencia en la vida adulta, así como el conocimiento de su situación en la adolescencia se desconoce.

Facebook/ CLIMA Bajío

“Con base en esta prevalencia y datos poblacionales en México de personas entre 0 y 19 años de edad, los autores estiman que hay aproximadamente 94,800 individuos con TEA entre 0 y 4 años de edad y 298,000 entre 5 y 19 años”, se lee en el estudio.

Presupuesto, el obstáculo para aplicarlo

En cuanto al uso de este tipo de tecnologías en México, Manera comenta que en CLIMA empezaron a hacer pruebas con Google Glass hace unos años, pero aún no se tiene el presupuesto para traer toda la tecnología.

Pero sí utilizan software para trabajar habilidades sociales y de lenguage como Social Skill Building y el Sistema Pedagógico para Autismo Infantil (SAPAUI), desarrollado por estudiantes del Tecnológico de Monterrey en 2003.

“Si utilizamos la parte tecnológica, más no la realidad virtual porque no contamos con la tecnología. Pero estaríamos encantadísimos de la vida en que se pudiera trabajar [con ella], porque es muchísimo más fácil para nosotros trabajar con estos pequeños a través de la parte tecnológica. Los niños se motivan mucho más a través de este medio que con el punto de vista tradicional”, agregó.

Sobre los retos actuales que presenta México frente al autismo, la doctora Manera habla sobre los diagnósticos oportunos, que la tecnología nueva llega muy tarde a México y la falta de profesionales en el autismo en nuestro país.

“Somos muy pocos los que trabajamos específicamente en este sector. En México, doctores certificados para bebés somos muy pocos; yo soy la única certificada en León. Son retos muy marcados para nosotros”, dijo.

“Estamos atrasados en la parte tecnológica, en la parte teórica y en los profesionales, ya que no existe una cantidad suficiente para atender a las familias”, finalizó.

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