- Algunas pequeñas ciudades en México se convirtieron en oasis de relativa prosperidad gracias a las remesas.
- Estos recursos ayudaron a los mexicanos a soportar los gastos médicos en medio de la pandemia.
- Pero estos recursos implican un dudoso estatus migratorio y que parte de la fuerza de trabajo está fuera del país.
Alberto Burgos, uno de los miles de migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, con esfuerzo pudo enviar dinero extra a su familia durante 2020. Con estos recursos, conocidos como remesas, muchas personas hicieron frente al devastador impacto de la pandemia.
Para ayudar a su familia, Burgos cultivó plantas en un enorme vivero en Alabama. Este joven de 35 años escarbó en sus ahorros para transferir un tercio más de lo que envió en 2019 a su pueblo natal en el centro de México.
Burgos forma parte de un creciente número de mexicanos con permiso de trabajo en Estados Unidos. Ellos impulsaron un aumento de más del 10% en las remesas hacia México el año pasado a más de 40,000 millones de dólares (mdd). En cambio, los envíos de dinero a otros países cayeron.
Las históricas remesas convirtieron a la pequeña ciudad natal de Burgos, Jantetelco —que anualmente envía a muchos migrantes a trabajar en viveros estadounidenses y en otros lugares—, en un oasis de relativa prosperidad. Incluso, en medio de la peor recesión que ha azotado a México desde los años 30.
«Regresar a México me puso muy triste esta vez; es difícil ver gente sin nada», dijo Burgos. «Gracias a Dios, pude apoyarlos porque no perdí mi trabajo».
Las remesas suavizaron el golpe económico que trajo la pandemia a México
Debido al aumento en la demanda de flores entre los estadounidenses —que intentan alegrar sus hogares y disfrutar de la jardinería durante los cierres de actividades—, Burgos trabajó el año pasado nueve meses en Estados Unidos; tres más de lo habitual, afirmó.
La pandemia provocó una contracción de un 8.5% del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano en 2020. Pero las remesas suavizaron el golpe, ayudando a los residentes de Jantetelco, en Morelos, a reparar sus hogares. Ese dinero los ayudó a cubrir facturas médicas privadas, ante la saturación en los hospitales públicos.
Además, las remesas totales a México del año pasado equivalieron a alrededor de un histórico 3.8% del PIB; según cálculos de economistas, incluido Jonathan Heath, subgobernador del banco central de México. Más del 95% proviene de Estados Unidos, según datos oficiales.
El volumen de remesas subraya la dependencia de México de su vecino del norte; pese a que el expresidente Donald Trump intentó acabar con la migración a través de un muro fronterizo y amenazó con imponer sanciones comerciales.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador aclama a los migrantes como «héroes». Pero la dependencia de México a las remesas muestra la dificultad para cumplir su promesa de crear condiciones económicas que hagan innecesaria la migración.
¿A qué destinan los mexicanos el dinero de las remesas durante la pandemia?
Ya que el 60% de los migrantes mexicanos lleva al menos 20 años viviendo en Estados Unidos, su acceso a seguridad social allá ha impulsado las remesas; según datos del Migration Policy Institute.
Desde la crisis financiera de 2008-2009, el porcentaje de migrantes mexicanos con ciudadanía estadounidense aumentó significativamente, dijo Jesús Cervantes, experto en remesas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA).
Además, la cifra de mexicanos que obtuvieron ciudadanía estadounidense aumentó en casi un tercio. Ahora representan casi 37% del total, según la base de datos IPUMS USA.
Esas razones hicieron que las remesas a México fueran «más resistentes» que las de otros países, añadió Cervantes. Gran parte del dinero recibido en México el año pasado se destinó a la atención médica y vivienda.
En Jantetelco, a dos horas de la Ciudad de México, María Elena Sandoval —de 78 años—, dijo que salvó su pie de una trombosis gracias a una cirugía privada pagada con dinero de un hijo que vive en Estados Unidos.
Su municipio, de unos 18,000 habitantes, recibió alrededor de un 25% más en remesas entre enero y septiembre respecto al mismo periodo de 2019; según datos del banco central.
Las remesas ayudan a los mexicanos a sobrevivir la crisis que trajo la pandemia
Durante el tercer trimestre, la remesa promedio por persona en esa localidad fue de unos 425 dólares. Esto equivale a casi dos meses del salario mínimo de México.
En tanto, los políticos mexicanos tradicionalmente no hablaban de las remesas; dado el estado migratorio de muchas personas que mantienen a sus familias en México.
No obstante, López Obrador ha celebrado repetidamente sus contribuciones. Además, recibe con beneplácito el intento del presidente estadounidense, Joe Biden, de implementar una reforma que resolvería el estado migratorio de muchos mexicanos que viven en Estados Unidos.
«Las remesas son una vulnerabilidad porque es un ingreso que no controla el país», explicó Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank of America. «Si ves el bosque completo, no son una buena historia porque significa que el país perdió un factor de producción».
Con información de Reuters.
