- Desde OpenAI hasta Gemini, la inteligencia artificial se apoderó de Silicon Valley y del mundo en 2023.
- Expertos en inteligencia artificial dieron a Business Insider sus predicciones sobre lo que le deparará a la tecnología en 2024.
- Dijeron que la inteligencia artificial se convertirá en parte de nuestra vida diaria y que OpenAI enfrentará una gran presión.
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La industria de la inteligencia artificial tuvo un 2023 salvaje.
Un año que comenzó cuando ChatGPT se convirtió en la aplicación de más rápido crecimiento de todos los tiempos terminó con la llegada de Gemini, la respuesta de Google al modelo de inteligencia artificial fenomenalmente exitoso de OpenAI.
En el camino, la inteligencia artificial ha transformado casi todos los rincones de la industria tecnológica y ha provocado temores de fatalidad existencial.
Varios expertos dijeron a Business Insider que es poco probable que las cosas se desaceleren en 2024, ya que es probable que la inteligencia artificial se convierta en una parte aún más importante de nuestras vidas el próximo año y que todos —desde Google hasta Elon Musk— busquen la corona de OpenAI.
Estas son sus grandes predicciones para esta tecnología para los próximos 12 meses:
1. La inteligencia artificial estará en todas partes
Google terminó el año con éxito con el lanzamiento de Gemini, un modelo de inteligencia artificial que, según dice, puede igualar al GPT-4 de OpenAI, y planea lanzar versiones más avanzadas en los próximos meses.
Para no quedarse atrás, OpenAI planea lanzar una tienda GPT a principios de 2024. Esta permitirá a los usuarios crear y vender sus propias versiones de ChatGPT.
Es parte de una tendencia que, según los expertos en IA, hará que la tecnología se convierta en una parte mucho más importante de nuestra vida diaria; a medida que las empresas de tecnología la integren en la mayor cantidad posible de sus productos y la adopción de la IA se generalice.
«Creo que 2024 será el año en el que realmente comencemos a ver una adopción generalizada de todas estas herramientas de IA», dijo Charles Higgins, cofundador de la startup de capacitación en inteligencia artificial Tromero y doctorante en seguridad de la IA.
«Con un modelo como Gemini, la parte importante es la accesibilidad. Ya está integrada en los productos a los que estás acostumbrado y utilizas. Por lo tanto, el uso de un conjunto de herramientas de IA se convertirá en la norma y no en la excepción», afirmó.
Otra tendencia a seguir en 2024 son los modelos de código abierto. A diferencia de los sistemas cerrados como GPT-4 y Gemini, estos modelos están disponibles gratuitamente para que cualquiera pueda usarlos y modificarlos.
Meta ha apostado fuerte por esta forma de IA, haciendo que su modelo Llama 2 sea ampliamente accesible e iniciando una alianza de «ciencia abierta» con otras empresas tecnológicas como IBM.
Sin embargo, el enorme costo de entrenar modelos de IA significa que es poco probable que alternativas verdaderamente abiertas desarrolladas por las grandes empresas tecnológicas se vuelvan populares en el corto plazo.
«Los modelos de entrenamiento son muy, muy caros», dijo Sophia Kalanovska, cofundadora de Tromero dijo a Business Insider.
«Así que la comunidad de código abierto todavía depende de grandes empresas como Meta para publicar sus modelos, porque solo ellas tienen los recursos para entrenarlos», dijo.
2. OpenAI sentirá la presión
OpenAI ha presenciado un éxito rotundo con ChatGPT desde su lanzamiento a finales de 2022; sin embargo, en las últimas semanas han habido señales de que el chatbot ha tenido algunos problemas.
Los usuarios se han quejado de que el rendimiento de ChatGPT se ha deteriorado e incluso se niega a realizar algunas tareas, y OpenAI dice que está investigando informes de que el chatbot se está volviendo «más flojo».
«Creo que ChatGPT ha sido bastante malo durante las últimas tres semanas. Ha habido errores de red bastante constantes y las respuestas se han vuelto mucho más cortas», dijo Kalanovska.
El extraño comportamiento del chatbot es otro ejemplo de lo mucho que aún se desconoce sobre cómo funcionan los modelos de lenguaje grande (LLM, por sus siglas en inglés); sin embargo, también ha aumentado la presión sobre OpenAI después de semanas de caos en la empresa.
La dramática salida y regreso de Sam Altman como CEO ha dejado el liderazgo de la compañía líder en inteligencia artificial luciendo inestable; con clientes saltando a la competencia y Microsoft presentando sus propios sistemas de IA para disminuir su dependencia de OpenAI.
Con Gemini y otros modelos rivales como Grok de Elon Musk uniéndose a la contienda, el próximo año podría ser aún más difícil para OpenAI.
«Sea cual sea el drama, hay una grieta en su armadura en este momento», dijo Higgins. «Esto sacudió el barco y creo que los otros grandes jugadores ciertamente están buscando dar un paso al frente y aprovechar».
3. Las empresas de inteligencia artificial se enfrentarán a una inminente batalla por los derechos de autor
En este momento, existe una enorme interrogante legal que se cierne sobre toda la industria de la inteligencia artificial.
Casos como la demanda de Getty Images contra Stability AI —que irá a juicio en el Reino Unido el próximo año— y la demanda presentada por la comediante Sarah Silverman y otros autores contra OpenAI en Estados Unidos, giran en torno a una simple pregunta sin respuesta: ¿Es legal entrenar modelos de inteligencia artificial con datos que incluyan contenido protegido por derechos de autor?
«Es una cuestión abierta en la mayoría de los países», dijo a Business Insider el doctor Andrés Guadamuz, profesor de derecho de propiedad intelectual en la Universidad de Sussex.
«Creo que en 2024 vamos a tomar potencialmente una o dos decisiones que ayudarán a aclarar las cosas; pero esto llevará mucho tiempo, probablemente entre cuatro y cinco años, para resolverlo adecuadamente», dijo.
Esta disputa legal plantea una amenaza existencial para la industria de la inteligencia artificial. Las principales empresas de tecnología han admitido que tener que pagar por las enormes cantidades de datos protegidos por derechos de autor utilizados para entrenar modelos de IA probablemente haría imposible entrenar modelos tan grandes y complejos como GPT-4.
«Si los casos se resolvieran mañana y todas las empresas de IA perdieran, se enfrentarían a graves consecuencias. Esto porque probablemente tendrían que pagar sumas enormes», afirmó Guadamuz.
Sin embargo, añadió que si bien una serie de derrotas legales devastadoras para las empresas de IA en Estados Unidos y el Reino Unido retrasarían considerablemente la revolución de la tecnología, probablemente no la detendrían por completo.
El desarrollo de la inteligencia artificial, dijo Guadamuz, probablemente se trasladaría a países con reglas más relajadas.
4. Se necesitará una regulación urgente
Es sabido que los políticos estadounidenses no lograron introducir nuevas leyes que frenaran la influencia de las redes sociales; ahora, la historia parece estar en peligro de repetirse con la inteligencia artificial.
La UE finalmente acordó este mes un conjunto de controles para las herramientas de IA generativa después de tortuosas negociaciones; sin embargo, a pesar de albergar una serie de audiencias en el Congreso sobre la tecnología, Estados Unidos no parece estar más cerca de regularla.
Los expertos dicen que eso debe cambiar en 2024, ya que la inteligencia artificial ya está afectando una amplia variedad de trabajos y crecen los temores sobre el impacto en el mundo real del contenido generado por IA.
«2024 es el año en el que será necesario empezar a avanzar en la regulación de la IA», afirmó Vincent Conitzer, profesor de informática en la Universidad Carnegie Mellon.
«Hay muchas iniciativas regulatorias que parecen bastante sensatas a un alto nivel; pero los detalles reales de implementación son muy importantes y aún faltan y no se han probado.
«Descubrir esos detalles es un desafío, porque la regulación avanza lentamente y la IA es ahora un objetivo que avanza extremadamente rápido», dijo.
Guadamuz estuvo de acuerdo y agregó que los reguladores probablemente tendrían que intervenir ahora en lugar de esperar a que los tribunales decidan cuestiones difíciles sobre la inteligencia artificial.
«La ley siempre va rezagada a la tecnología. Por lo tanto, necesitamos que intervenga la regulación, en lugar de esperar a que se decida la jurisprudencia», afirmó.
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