• Actualmente, solo el 2.7% de los océanos del mundo están en una zona protegida.
  • Pero los océanos son un importante sumidero de carbono, algunos más eficaces que las selvas tropicales.
  • Los líderes reunidos en Davos afirmaron que se ha subestimado el papel de los océanos en la lucha contra el cambio climático.
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Proteger y restaurar los océanos y su ecosistema es crucial para combatir la crisis climática, pero hay que hacer más, dijeron expertos durante el Foro Económico Mundial de Davos.

Ofrecen un hábitat para la vida marina y proporcionan una fuente vital de ingresos para las comunidades costeras. Pero, los océanos, también actúan como un «sumidero de carbono». Esto significa que tienen el potencial de absorber más carbono de la atmósfera del que emiten.

El «carbono azul»

Las plantas y los árboles que crecen en las aguas costeras, como los manglares, las algas y las praderas marinas, son formas de «carbono azul». Es decir, que absorben y almacenan carbono.

Según un estudio, los manglares pueden ser hasta 10 veces más eficientes en la absorción y almacenamiento de carbono que las selvas tropicales. Además, son un amortiguador esencial contra las inundaciones para las comunidades costeras.

Anna Gelderd, de la Marine Conservation Society, explicó a Insider que el océano absorbe alrededor de 25% de las emisiones de carbono producidas por el hombre y 90% del calor generado por esas emisiones.

«Sin él, la Tierra se habría calentado mucho más rápido y a temperaturas más altas», afirma.

Pero hay una trampa: «El calentamiento global y la acidificación de los océanos pueden reducir su capacidad para hacer esto; mientras, la pérdida de hábitats y la alteración de los fondos marinos por actividades como la pesca de arrastre de fondo pueden liberar estas reservas de carbono almacenadas durante tanto tiempo, acelerando aún más el calentamiento global», explicó Gelderd.

«El océano almacena carbono de varias maneras. Un proceso clave es la llamada ‘bomba biológica’. En él, diminutos microorganismos de la superficie realizan la fotosíntesis, extrayendo dióxido de carbono de la atmósfera», añadió Gelderd. «Esto constituye la base de la red alimentaria marina y a medida que este carbono asciende por ella, parte de él se hunde en las profundidades marinas en forma de materia fecal o muerta».

Peter Thomson, enviado especial del secretario general de la ONU para los océanos, dijo a los asistentes al «Ocean20: Building a Sustainable Blue Economy» celebrado en Davos que se estaba empezando a reconocer la importancia de los océanos en las conversaciones sobre clima y sostenibilidad. «La economía azul sostenible es el futuro de la seguridad humana en este planeta», afirmó.

Colaboración para proteger los océanos

En el último año se ha avanzado mucho en la protección de los océanos. El Marco Mundial para la Biodiversidad, acordado en la COP15 de Montreal en diciembre de 2022, supuso un gran paso adelante para los océanos. Más de 190 países firmaron el acuerdo de la COP15 para comprometerse a proteger 30% de la tierra y los océanos para 2030: el compromiso «30X30», como se le conoce.

Actualmente, solo 2.7% de los océanos se encuentra en una zona protegida.

«Era vital que el acuerdo 30X30 incluyera el océano; esto no era en absoluto un resultado dado antes de que empezara la conferencia, así que ha sido una auténtica victoria», dijo Gereld a Insider.

«Ahora la atención se centra en la entrega, con solo ocho años por delante, ya no basta con que la inclusión del océano sea una idea tardía. Debe considerarse en pie de igualdad con los entornos terrestres tanto en los acuerdos internacionales sobre biodiversidad como en los centrados en el clima», añadió.

Thomson afirmó que las promesas realizadas en la conferencia COP15 sobre biodiversidad —que no debe confundirse con la COP27, conferencia sobre crisis climática— no recibieron la atención mundial que merecían.

Thomson también destacó los éxitos logrados en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente celebrada en Nairobi en marzo de 2022 —en la que las naciones resolvieron hacer frente a la contaminación por plásticos— y en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio celebradas en junio, en las que se firmó un acuerdo para poner fin a las perjudiciales subvenciones a la pesca. «2022 confirmó que el multilateralismo está vivo y goza de buena salud», afirmó.

Sin embargo, Thomson advirtió que hay que seguir trabajando. «Si no alcanzamos esos objetivos, asistiremos a una cascada de extinciones de especies», afirmó.

Se esperan más resultados en la conferencia IMPAC5 de febrero en Vancouver, y potencialmente más noticias a lo largo del año. Thomson confía en que la reunión de IMPAC5 «ponga algo de fuerza» en el Marco Mundial para la Biodiversidad y encuentre formas de hacer realidad los compromisos.

La conservación de los océanos requiere dinero y la implicación de los gobiernos

Thomson afirma que los pequeños países insulares en desarrollo necesitan fondos de inversión para ayudar a restaurar el océano. «Tenemos que idear nuevas formas de financiar la economía azul sostenible». Añadió que hay que «ayudar a ese flujo de fondos del norte al sur».

Brooke Hadeed, asociada de la organización sin ánimo de lucro Social Finance, con sede en Estados Unidos, dedicada a la financiación y el asesoramiento de impacto, subrayó la importancia de equilibrar los medios de vida económicos de los habitantes de las comunidades costeras con la necesidad de proteger los ecosistemas oceánicos. Más de 3,000 millones de personas dependen del océano para su subsistencia. Hadeed se basó en su propia experiencia al crecer en Trinidad y Tobago.

«En los pequeños estados oceánicos, lo usan para lo que se puede porque es lo que hay que hacer para sobrevivir», dijo. Añadió que «es necesario tener una alternativa real para que se produzca ese cambio».

Aunque Hadeed apoyó el apoyo financiero internacional, afirmó que existe una necesidad real de organizaciones no gubernamentales y organizaciones comunitarias sobre el terreno. Dijo que un problema común era la financiación de proyectos a corto plazo en lugar de programas a largo plazo. «Se consiguen muchos proyectos piloto, pero luego la financiación se agota», explicó.

Runa Khan, fundadora de la ONG Friendship, afirmó que el dinero no es el único factor importante en la ecuación de la conservación de los océanos.

«El dinero es un factor muy importante, siempre que se sepa qué hacer con ese dinero», dijo Khan. «Para mí, la responsabilidad más importante es del gobierno y los ciudadanos del país».

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