• Por tradición los hombres han sido los encargados de llevar el café de especialidad en las fincas, una actividad que, en su mayoría, es heredada.
  • Martina Luna y Elvira Trejo ahora son las encargadas de llevar las fincas de sus familias y recibieron la taza de plata en el  Concurso Nacional de Calidad de Taza.
  • La catadora QGrader, María Teresa Hernández, asegura que es importante difundir el café de especialidad hecho por mujeres.

Por tradición los hombres han sido los encargados de llevar el café de especialidad en las fincas; esta es una actividad que, en su mayoría, es heredada de generación en generación y ahora las mujeres se abren paso.

Como Martina Luna y Elvira Trejo, quienes ganaron la taza de plata en la categoría de naturales y Honeys, y lavado, respectivamente, en la 5ta edición del Concurso Nacional de Calidad de Taza.

En entrevista con Business Insider México, ambas reconocieron los retos que han sorteado para llegar hasta donde están y qué viene para el café de especialidad del país.

Una taza de plata desde el primer sorbo

Martina Luna

Martina Luna de la Finca Tapula, de Zongozotla, Puebla, confiesa que uno de sus mayores retos fue poder migrar del maíz al café, luego de que por generaciones en su familia el campo fuera destinado al maíz.

Por los cambios climáticos, el grano del maíz ya no se adaptó a las tierras de su familia, por lo que el suegro de Martina inició la siembra del café pero por distintas plagas y enfermedades, tuvieron que dejarlo.

Sin embargo, cuando las tierras pasaron a manos de Martina y de su esposo, ambos inician con plantaciones de estilo Marsellesa.

A pesar de desconocer el procedimiento del café de especialidad, Martina decidió participar por primera vez en el concurso y se llevó la taza de plata.

«Como productores buscamos un mejor precio para así poder llevar y crecer nuestras parcelas», dijo Martina en entrevista.

El café de Martina se produce a una altura de 900 metros sobre el nivel del mar y han logrado un café de especialidad con distinción de catadores QGraders.

Un café de especialidad de 1,800 metros de altura de Chiapas

café de especialidad
Elvira Trejo

Por otro lado, la historia de Elvira Trejo es una herencia desde sus bisabuelos, quienes iniciaron con la siembra de café en la Finca San Juan del Vesubio en el muncipio de Yajalón, Chiapas.

A 1,800 metros sobre el nivel del mar, la finca volvió a tomar la ruta del café cuando Elvira heredó las tierras de sus padres. «Desde siempre se ha cultivado café de calidad», asegura Elvira.

Ahora como la siguiente generación en la finca, Elvira quiere posicionar su café como uno de especialidad y llevar su trabajo como mujer dentro de una industria, donde solo el 30% de participación es de mujeres.

«Queremos dar a conocer que las mujeres estamos en el mundo del café, que las mujeres tenemos la capacidad y la decisión de también dedicarnos al campo, principalmente del café», dijo.

Elvira habla del café como si fuera su hijo, cuidar de él como lo hace con su familia y con la atención que esta requiere, desde la selección de los granos hasta cuando es lavado.

«(El mundo del café) es todo un conjunto de retos, de los cuales podemos salir adelante las mujeres», dijo.

Solo 30% de las fincas de café son dirigidas por mujeres

café de especialidad
María Teresa Hernández Catadora y Jueza 5to Concurso Nacional de Café del Yara Champion Program Coffee

María Teresa Hernández, catadora Q Grader y jueza en la 5ta edición del Concurso Nacional de Calidad de Taza, asegura que la falta de representación femenina en el campo se debe al peso de la tradición y costumbres.

Sin embargo, nuevas generaciones como Elvira y Martina se ven más involucradas en el campo, gracias a las capacitaciones que se les otorga. No obstante la catadora sostiene que se necesitan más iniciativas de empoderamiento.

«Considero que para incentivar la participación de mujeres en el campo debemos de promover mayor difusión de aquellos cafés donde está involucrada la mano de la mujer productora de café», dijo.

Además, en algunas localidades existen cooperativas que producen nanolotes o microlotes de café con productoras mujeres.

¿Cómo saber que se está tomando un café de especialidad?

Hernández asegura que los procesos de un café de especialidad son más detallistas en los cuidados, por lo que se necesita más capacitación en la cadena productiva.

Y es que según la experta, el corte del café debe ser selectivo en una maduración más óptima, a diferencia de lo comercial donde se cortan todos los granos, ya sean verdes, maduros o rojos.

Después, se requieren otros procesos de lavado —dependiendo si es natural o no— y finalmente se lleva al proceso de tostado.

La catadora asegura que para el consumidor final es difícil distinguir una taza de café de especialidad, sin embargo pueden acudir con baristas y especialista para lograr distinguir los sabores.

Los precios del café de especialidad pueden ir desde los 600 a 700 pesos por kilo, uno de los obstáculos que enfrentan los productores de café.

«Tenemos el deber de difundir estos cafés y de educar al consumidor final
para que valoren el proceso que conlleva (…) realizar una taza de café de especialidad», concluyó.

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