• La inversión creció 20% mensual en junio, pero un desplome anual de 25%, en parte por un avance lento de la construcción no residencial que refleja la falta de inversión en infraestructura por parte del gobierno federal.
  • En el caso del consumo, aumentó a un ritmo más débil, casi 6% mensual en junio y pero se redujo 20% anual en el mismo mes, y se explica en parte por la debilidad de servicios relacionados a turismo y esparcimiento que continuaron cerrados en el primer mes de la nueva normalidad.
  • La caída en anual en la inversión es fuente de preocupación sobre la perspectiva de crecimiento del país.

La inversión en México creció 20% en junio —el primer mes de la nueva normalidad— respecto a mayo; sin embargo, aún le falta un largo camino para recuperarse de las abruptas caídas que tuvo durante la Jornada Nacional de Sana Distancia, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

A pesar del crecimiento mensual experimentado en junio —el primer repunte de este indicador después de cuatro retrocesos consecutivos desde enero—, en términos anuales la inversión cayó 25%. Es decir, se dejó de invertir una cuarta parte de lo que se observó en junio de 2019.

Un patrón similar se observó en todos los componentes dentro del indicador de inversión fija bruta: una recuperación mensual al margen del confinamiento, pero una debilidad en términos anuales, lo que pone en duda el impulso que le puede dar la inversión a la recuperación del país.

La inversión en el sector de la construcción creció 14% en junio con respecto a mayo, pero disminuyó 27% en comparación al mismo mes del año pasado.

«Si bien la inversión en maquinaria y equipo se recuperó con la apertura de la economía, la inversión en el sector constructor aún permanece baja. Su deterioro comenzó desde el año pasado, por la falta de confianza del sector empresarial en la economía», dijo en una nota Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco BASE.

Dentro del componente de la construcción, la residencial tuvo una recuperación mensual de 21%, lo que contrastó con la no residencial de 4%, una diferencia sustancial, a pesar de que ambos indicadores registraron mínimos históricos durante el cierre de abril y mayo.

«La no residencial obedece a proyectos del gobierno, refleja que en el presupuesto no hay más que lo que ya conocemos: el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto y otros proyectos carreteros», señaló en entrevista telefónica, José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

«Al final del día en su conjunto tienen un desempeño con respecto a lo que se presupuestó; de ahí que la inversión fuera modesta», agregó.

En el componente de inversión en maquinaria y equipo, se recuperó 26% mensual en junio, pero cayó 25% en términos anuales.

Dentro de este componente, la inversión en maquinaria y equipo nacional, despegó 35% mensual en junio, con una caída en términos anuales de 38%. En tanto, la importada, avanzó mensualmente 19%, con una caída anual de 15%.

La inversión es un indicador esencial para medir el grado de recuperación económica ya que permite comparar en que medida las empresas están adquiriendo maquinaria para nuevos proyectos —lo que genera y mantiene empleos.

Así como la inversión en México, el consumo privado repunta, pero no convence

El consumo privado logró avanzar casi 6% mensual en junio. Después de un desplome de 20% en abril y casi 2% en mayo. Este repunte de junio es el primer avance desde enero. Así como la inversión fija bruta, el consumo privado reportó un desplome anual, pero de 20% en el mismo mes, según datos del Inegi.

Aunque todos los componentes del consumo privado crecieron mensualmente, cayeron de forma anual. Esto indica que aún no se recuperan por el confinamiento del Covid-19.

En el caso del consumo dentro del país, el consumo de bienes aumentó 6% mensual, y cayó 20% en junio. Dentro de este componente, destaca el contraste entre el crecimiento de bienes y servicios. Por un lado, el consumo de bienes aumentó casi 8% mensual, pero los servicio repuntaron solo 2% en el mismo mes.

«Hay varios componentes del sector servicios que aún no se reactivan por ejemplo todo lo que es hotelería, servicios de alojamiento, diversión; esparcimiento, deportivos y viajes, en junio seguían cerrados o su apertura fue parcial», indicó José Luis de la Cruz.

En la parte de bienes importados, el crecimiento en junio fue de 11% mensual, pero el desplome anual fue de 25%.

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