- Elon Musk está demandando a OpenAI y a su director ejecutivo, Sam Altman.
- Musk acusó la asociación de la empresa con Microsoft de poner en peligro su misión sin fines de lucro.
- El CEO de Tesla fue cofundador de OpenAI a finales de 2015, pero luego lo abandonó.
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Elon Musk está demandando a OpenAI y a su CEO, Sam Altman, alegando que la asociación del fabricante de ChatGPT con Microsoft está poniendo en peligro su misión original sin fines de lucro.
«OpenAI, Inc. se ha transformado en una filial de facto de código cerrado de la mayor empresa tecnológica del mundo: Microsoft», argumentaron los abogados de Musk.
«Bajo su nueva junta directiva, no solo está desarrollando sino que está refinando una inteligencia artificial general (AGI) para maximizar las ganancias para Microsoft, en lugar de hacerlo para el beneficio de la humanidad», agregaron.
La demanda, presentada el jueves, también nombra al cofundador de OpenAI, Greg Brockman. Los abogados afirmaron que su giro hacia una división de «beneficios limitados» viola el contrato de ser una empresa de código abierto sin fines de lucro, tal como se estableció por primera vez a fines de 2015.
La demanda detalla cómo el Acuerdo Fundacional de OpenAI dice que su «tecnología resultante beneficiará al público y la corporación buscará abrir la tecnología de código abierto para el beneficio público cuando corresponda. La corporación no está organizada para el beneficio privado de ninguna persona».
La compañía creó OpenAI LP, un híbrido con y sin fines de lucro, en 2019.
OpenAI dijo en una publicación de blog en ese momento que la idea era que los inversionistas y empleados obtuvieran un «rendimiento limitado» si lograba con éxito su misión.
OpenAI añadió que daría beneficios adicionales a su entidad sin fines de lucro.
Elon Musk fue uno de los cofundadores de OpenAI
La empresa fue fundada por Altman, Musk y Brockman en diciembre de 2015 como un laboratorio de investigación sin fines de lucro.
Elon Musk dejó OpenAI en 2018, sin embargo, sus abogados afirmaron en la demanda que «continuó haciendo contribuciones a OpenAI» hasta mediados de septiembre de 2020.
Los abogados también argumentaron que OpenAI mantuvo a GPT-4 «en completo secreto» y que la AGI «representa un peligro particularmente agudo y nocivo para la humanidad» cuando está en manos de una empresa con fines de lucro como Google.
En los últimos meses, Musk ha criticado la estructura de propiedad de OpenAI y ha cambiado para centrarse en obtener ganancias.
«No me queda claro cómo la estructura OpenAI es legal en absoluto. Me ofrecieron acciones en varios puntos, pero me pareció poco ético/ilegal aceptarlas», escribió Musk en X el mes pasado.
En noviembre, Musk comentó sobre la estructura corporativa después de que Altman fuera brevemente destituido como CEO de OpenAI: «Que OpenAI sea (semi) independiente es probablemente mejor para el mundo que fusionarse con Microsoft. Menos concentración de poder».
Microsoft ha invertido miles de millones en OpenAI e hizo su primera contribución en 2019.
En enero, el CEO de Microsoft, Satya Nadella, dijo que no tiene ningún problema con la estructura de propiedad de OpenAI. Nadella agregó que solo quiere que el fabricante de ChatGPT tenga «buena gobernanza» en lugar de control de la empresa.
OpenAI no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de Business Insider, realizada fuera del horario laboral habitual.
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