• Business Insider analizó los costos de fabricación de los smartphones actuales para determinar cómo se relacionan con lo que los consumidores acaban pagando.
  • Frente a unos márgenes de hasta el 70% en la gama alta, el sector se enfrenta al problema de que los teléfonos más económicos cada vez dan menos beneficios.
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Los teléfonos inteligentes actuales, sobre todo los de las gamas más altas, cada vez alcanzan precios más altos y a día de hoy ya pocos se sorprenden cuando hay lanzamientos por arriba de los 20,000 pesos.

Pero también es cierto que los smartphones no solo se han convertido en un dispositivo indispensable para el día a día, sino que cada vez son más las funciones y tecnologías que llevamos en el bolsillo.

Innovar para desarrollar estos productos no es nada barato —todas las tecnológicas tienen presupuestos multimillonarios en investigación y desarrollo—, a lo que hay que sumar el precio de los componentes y a lo que cuesta la fabricación y el ensamblaje.

Todos estos costos de fabricación los tiene que asumir la marca y son los que más influencia tienen sobre el precio final que el consumidor se encuentra en la tienda.

Por eso Business Insider España se puso a investigar cuánto les cuesta a las marcas de tecnología producir cada celular y cuál es la diferencia con el precio al que te lo venden a ti.

Gama alta: los costos rondan los 400 dólares

Samsung Galaxy S23 Ultra, uno de los smartphones de gama alta de 2023.
Samsung Galaxy S23 Ultra, uno de los smartphones de gama alta de 2023. BI España

Para calcular cuánto invierten los fabricantes para producir cada smartphone, el analista Counterpoint Research es el que ofrece datos más completos, ya que tiene en cuenta el precio de todos los componentes del terminal y los suma.

Empezando por los teléfonos más caros, Counterpoint ofrece información sobre varios modelos de las últimas generaciones de buques insignias de fabricantes líderes como Samsung, Google, Apple y Xiaomi.

Tabla: Roberto Corrales – BI España  Fuente: Counterpoint Research  Descargar los datos  Creado con Datawrapper

El único modelo de 2023 del que dispone de datos es el Samsung Galaxy S23 Ultra, que a Samsung le cuesta 469 dólares por unidad fabricar en su modelo de entrada de 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento.

Qualcomm es la marca que más obtiene por este dispositivo gracias al uso del procesador Snapdragon 8 Gen 2 y de módem de conectividad de la marca, con la que consigue el 34% del precio del costo. La propia Samsung es segunda, con un 33%, ya que fabrica componentes como la pantalla OLED y varias de las cámaras.

Este costo es prácticamente idéntico en el iPhone 14 Pro Max, el smartphone de gama más alta de Apple del año pasado y durante buena parte de 2023. Cada unidad tiene un coste de producción de 464 dólares en su variante de entrada con 128 GB de almacenamiento.

Cuestión de precios

Eso sí, la distribución del costo es diferente. El procesador A15 Bionic desarrollado por la propia Apple le representa un costo del 20% del precio final de cada unidad, el mismo porcentaje que se lleva Samsung por la fabricación de la pantalla AMOLED que utiliza el último modelo. 

En general, fabricar cada iPhone 14 Pro Max le cuesta un 3.7% más a Apple que su predecesor.

Este rango de 400 a 500 dólares es el más común para el costo de los terminales de las gamas altas: el Google Pixel 7 cuesta 413 dólares, frente a los 516 dólares del Xiaomi 12S Ultra, ambos del año pasado y contemplados por Counterpoint.

Viendo estos datos no sorprende por qué las marcas apuestan cada vez más a gamas altas con precios más altos y es tremendamente positivo que estos smartphones más caros son los que mejor están aguantando la caída de ventas que experimenta el sector en los últimos 2 años.

Qué sabemos de la gama media y de entrada

Fairphone 3
Fairphone 3

En las gamas medias y de entrada, que concentran la mayoría de ventas en mercados como el mexicano, el panorama es bastante más complejo. Y es que hay muchos menos datos que en la gama alta.

Counterpoint solo ha analizado un terminal que no sea de gama alta en los últimos años: se trata del JioPhone Next, el primer celular de la empresa de telecomunicaciones india Jio. 

Este smartphone Android de gama de entrada y con conectividad 4G lanzado en 2021 tiene un costo de producción de 58 dólares en el que la memoria (22%) y la pantalla (21%) son los elementos que más suben el precio final para la marca.

Otro terminal de gama media del que sí hay datos es el FairPhone, el penúltimo modelo de la marca neerlandesa del mismo nombre, que se caracteriza por su apuesta por reducir el impacto medioambiental de la industria y generar un efectivo positivo en toda la sociedad.

Los últimos informes de transparencia de la empresa muestran que el Fairphone 3, el penúltimo terminal de la marca, lanzado en 2019, tenía unos costos de fabricación del 41% del precio final, es decir, unos 200 dólares por unidad.

El margen en la gama alta oscila entre el 70% y el 50%

Lógicamente los precios finales que pagan los usuarios están muy por encima del costo de fabricación que asumen las marcas, pero lo que puede que no sepas es que este balance cambia mucho según la gama.

En los teléfonos de gamas altas, los márgenes son mucho más altos no solo en cantidad, sino también en proporción. 

Los casos analizados en los que son más elevados son el iPhone 14 Pro Max (1,150 dólares) y el Samsung Galaxy S23 Ultra (1,072 dólares), frente a modelos recientes que se quedan muy por debajo como el Google Pixel 7 Pro (570 dólares) o el Xiaomi 12S Ultra (426 dólares).

«La gama alta suele tener márgenes muy elevados, entre el 50% y el 70% según el proveedor y el modelo», asegura Runar Bjørhovde, analista de la firma Canalys.

En las gamas medias puede verse como estos márgenes se reducen tanto en cantidad como en porcentaje sobre el costo final.

El margen del JioPhone Next es de apenas 22 dólares (su precio es de tan solo 80 dólares) mientras que en el caso del Fairphone es de 290 dólares y llega al 59% de ratio, pero es un caso particular en la gama media por la filosofía sostenible de la empresa neerlandesa.

«En los segmentos más competitivos, los márgenes son mucho más ajustados y se sitúan entre el 20% y el 30%», añade Bjørhovde.

La utilidad final para los fabricantes está entre el 20% en la gama alta y el 2% en los smartphones más asequibles

Aunque el ejercicio de restar el costo de fabricación al precio final es revelador para saber quién tiene la voz cantante en la industria de la tecnología, lo cierto es que el beneficio final que obtiene la empresa está muy por debajo.

Y es que la industria tiene muchos más gastos inherentes más allá de los componentes y el ensamblaje, que a menudo igualan o incluso superan a la factura de la producción. 

Los más importantes son los gastos de innovación y desarrollo de productos, los costos de operaciones y ventas, que suelen incluir también el marketing, los impuestos, las tasas aduaneras y los gastos de transporte y logística.

«Los márgenes reales de los dispositivos de gama alta pueden rondar el 20-25%, y los de gama baja, que compiten más en precio, son de entre el 5 y el 2%», matiza el experto de Canalys.

En el caso particular de Fairphone este margen de beneficios es aún menor, y la empresa reconocía en su informe de transparencia de 2019 que solo el 1% del costo que se pagaba por cada dispositivo acababa en sus cuentas.

Cambios en las cadenas de suministro

Superado el problema de escasez de semiconductores y otros componentes que vivió la industria de la tecnología durante la pandemia de covid-19, los principales retos de los fabricantes se centran ahora en otros aspectos como la inflación o el lento desplazamiento de la cadena de suministro para que dependa menos de China.

«Los proveedores buscan diversificar geográficamente sus cadenas de suministro para reducir riesgos y asegurarse de que pueden satisfacer la demanda, independientemente de pandemias, perturbaciones naturales o tensiones geopolíticas. Esto tiene un cierto costo, pero las economías de escala y la centralización de la producción en una región tienen ventajas evidentes», según el analista.

Pero el gran reto no es otro que enfrentarse a una realidad compleja en la que los fabricantes de smartphones, pese a la subida general de precios, tienen márgenes más bajos en los últimos años.

«Si nos fijamos en los precios de los últimos 5-7 años, los precios de venta al público han aumentado considerablemente, pero la innovación ha incrementado aún más los costos de producción, lo que ha provocado una reducción del margen de beneficio de los dispositivos», explica Bjørhovde.


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