- Amy Morin es psicoterapeuta, licenciada en trabajo social, asesora de fuerza mental y autora de bestsellers internacionales.
- Si temes trabajar desde casa en un futuro próximo, no te preocupes. Hay formas de prepararse emocional y mentalmente para seguir adelante.
- Fija límites claros entre el trabajo y las horas libres, ya sea trabajando en un espacio de oficina designado o poniéndote ropa de trabajo hasta que te desconectes.
- Aprovecha las ventajas del trabajo desde casa, como poner la lavadora antes de la reunión de media tarde, pero también presta atención a tu salud mental y haz lo posible por ser flexible y mantener una actitud positiva cuando afrontes desafíos.
La pandemia forzó que muchas personas empezaran a trabajar a distancia, el cambio inicialmente parecía temporal. Pero, para algunos, el home office se ha convertido ahora en una situación a largo plazo —si no es que permanente—.
Y, aunque trabajar desde casa puede ser un sueño hecho realidad para algunas personas, la idea de trabajar desde el sofá de forma continúa es una pesadilla para otros.
Tu forma de pensar sobre el trabajo a distancia jugará un papel importante en lo feliz que serás haciéndolo. Una actitud negativa probablemente garantizará una experiencia bastante desalentadora.
Afortunadamente, si te encuentras refunfuñando al tratar de convertir tu sala de estar en una oficina, hay algunas cosas que puedes hacer para prepararte mental y emocionalmente para trabajar desde casa a largo plazo —aunque no sea tu situación laboral ideal—.
1. Crea un espacio de trabajo saludable
Trabajar desde la cama en pijama puede parecer divertido al principio. Pero, después de unas semanas, es probable que desarrolles una variedad de dolores, tanto emocionales como físicos.
Para que esto funcione, necesitarás un espacio de trabajo saludable. Para algunos, esto podría significar un escritorio en la esquina —junto a un juego de auriculares con cancelación de ruido—. Para otros, un espacio de trabajo saludable podría ser una oficina aislada con luz solar natural.
Piensa en cómo puedes mantener una buena postura —para evitar el dolor de espalda— y cómo puedes crear un espacio que evoque un estado de ánimo positivo y te ayude a ser productivo.
2. Decide cómo vas a equilibrar la vida laboral y la vida familiar
Ya sea porque tu abuela te llame durante el día ahora que piensa que estás desempleado, o porque te encuentres respondiendo correos electrónicos mientras ves la televisión a altas horas de la noche, es importante encontrar maneras de equilibrar la vida laboral con la vida personal cuando todo sucede bajo el mismo techo.
Puede que encuentres la necesidad de evitar responder llamadas personales durante las horas de trabajo como una forma de mantenerte productivo. O puede que quieras esconder físicamente tu laptop y esos informes impresos por las noches para no ver cosas que te recuerden al trabajo.
Y, si bien no hay nada malo con un poco de acción cruzada —como lavar la ropa mientras escribes—, es importante crear estrategias que te ayuden a sentirte mejor. Lo que funciona para ti puede ser un poco diferente de lo que funciona para los demás. Así que experimenta con estrategias que te ayuden a sentir que estás trabajando lo suficiente y, a la vez, disfrutando de tu vida fuera del trabajo.
3. Presta atención a tu estado emocional
¿Te aburres cuando trabajas en casa? ¿Te sientes solo? ¿Ansioso?
Las investigaciones muestran que verbalizar tus sentimientos puede reducir su intensidad y su duración. Así que solo decirte lo que sientes puede ayudar a que te empieces a sentir un poco mejor.
Una vez que le pones nombre a tus emociones, también te haces más consciente de cómo te enfrentas a estos sentimientos. ¿Picas mucho cuando te aburres? ¿Pasas más tiempo en las redes sociales cuando estás solo? ¿Pospones las cosas cuando estás ansioso?
Si es así, trabaja en la búsqueda de habilidades más saludables para lidiar con estos sentimientos. Escribir en un diario, practicar un hobby y respirar profundamente podrían ayudarte a manejar las emociones sin introducir nuevos problemas en tu vida.
4. Establece algunas pautas para el trabajo desde el hogar
La conciencia de ti mismo es la clave para crear tu propio conjunto de pautas que te funcionen. ¿Necesitas alguna estructura en tu día de trabajo, como horas de trabajo autoimpuestas? ¿Eres más productivo cuando te pones la ropa de trabajo, aunque nadie te vea?
Crea directrices para ti mismo —algo así como un conjunto de políticas de la empresa que puedes escribir solo para ti—. Siguiendo unas pocas y simples pautas, puedes crear un ambiente que te ayude a mejorar cuando trabajes desde casa.
5. Aprovecha los beneficios
Aunque no te guste la idea de trabajar desde casa, puedes aprovechar al máximo los beneficios.
Tanto si significa que puedes trabajar desde tu patio, o que te pones pantalones de pijama mientras asistes a reuniones virtuales, el trabajo a distancia puede darte oportunidades que no tendrás en la oficina. Aprovecha estos beneficios siempre que puedas.
6. Prepárate para los obstáculos
No importa cuánto disfrutes trabajando desde casa, habrá obstáculos, como fallos técnicos o niños gritones de fondo.
Toma medidas para prepararte para los posibles obstáculos. Y resígnate al hecho de que te vas a encontrar con una situación extraña ocasional —como un vecino llamando a la puerta en medio de una importante reunión de negocios—.
Afortunadamente, como muchos están en la misma situación ahora mismo, la mayoría (incluyendo los jefes) entienden los desafíos que supone el trabajo desde casa. Así que sigue siendo flexible, ya que los problemas son inevitables de vez en cuando. Y conserva una actitud positiva para que puedas sacar lo mejor de esta situación.
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