- La prolactina, la hormona necesaria para producir leche, aumenta inmediatamente después del parto y su producción continúa.
- Pero la preocupación por tener poca leche es común en las primeras semanas después del parto.
- Sin embargo, no hay una cantidad "normal" de leche materna que se deba producir, remarca Lyndsey Garbi, pediatra.
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La preocupación por tener poca leche es común en las primeras semanas después del parto. Y aunque muchas mujeres se adaptarán a una rutina, algunas tendrán dificultades para producir suficiente leche durante su experiencia de lactancia.
¿La buena noticia? Hay muchas maneras de aumentar la producción
Cada mujer tendrá una cantidad diferente de lactancia
No hay una cantidad «normal» de leche materna que se deba producir, remarca Lyndsey Garbi, pediatra y miembro del equipo de expertos de Verywell.
«Lo que determina cuánta leche tendrá una madre depende en gran medida de su cuerpo, del bebé y de lo que hace justo después del nacimiento para poner en marcha su producción y establecer su cantidad», añade.
En general, un bebé de 2 a 3 semanas de edad tomará alrededor de 443 mililitros a 739 mililitros de leche materna al día. Esto aumenta de 739 mililitros a 1 litro diarias a al final del primer mes.
«La mejor manera de saber si estás produciendo suficiente leche es si tu bebé está creciendo, aumentando de peso y parece satisfecho tras amamantar», aconseja Jessica Madden pediatra, neonatóloga y directora médica de Aeroflow Breastpumps.
Maneras de aumentar tu producción de leche
La prolactina, la hormona necesaria para producir leche, aumenta inmediatamente después del parto y su producción continúa en respuesta a la lactancia. Pero, como se suele decir, si no lo usas, lo pierdes.
Si no empiezas a dar el pecho durante el primer mes tras el parto, tus niveles de prolactina volverán a ser los mismos que tenías antes de quedarte embarazada y podrías tener dificultades para producir leche después de ese punto.
«Por lo tanto, la mejor manera de aumentar la hormona después del nacimiento es amamantar o extraer al menos de 8 a 10 sesiones por día en las primeras semanas tras el nacimiento», señala Madden.
La especialista también recomienda:
- Vaciar los senos en cada toma: La leche materna contiene un ingrediente natural que evita que el cuerpo amamante. Por eso es importante vaciar ambos pechos en cada alimentación porque le da luz verde al organismo para producir más leche.
- Un especialista puede ayudar con una mejor técnica para que el bebé se agarre bien: Cuando el bebé succiona, el cuerpo libera la hormona oxitocina, que hace que los senos liberen leche. Pero si no se agarra bien y no succiona correctamente, podría dejar demasiada leche sobrante, lo que impide que se produzca más para la siguiente toma.
- La técnica de extracción debe ser correcta: Esto favorecerá que se vacíen los pechos para generar más.
Algunas mujeres usan hierbas como el fenogreco, la alfalfa y el cardo bendito para aumentar el suministro. En general, los efectos secundarios son mínimos, pero también hay evidencia limitada sobre su efectividad. Pero se debe consultor a un médico o un especialista en lactancia antes de tomar cualquier suplemento.
Los medicamentos recetados también pueden ayudar a aumentar el suministro de leche, pero Madden puntualiza que solo deben considerarse si todos los demás métodos fallaron.
Tanto la domperidona como la metoclopramida se prescriben para otras afecciones, pero uno de los efectos secundarios es un aumento de la producción.
Sin embargo, la eficacia de estos medicamentos para aumentar la leche materna aún está en debate. Por otro lado, se sabe que incrementan el riesgo de depresión, una preocupación especialmente sensible para las mujeres que han dado a luz recientemente.
Algunas mujeres no producen suficiente leche materna
Ya sea que se trate de una caída inicial o de un problema a largo plazo, no producir suficiente leche puede ocurrir por una variedad de razones. Estas son algunas de las causas más comunes:
- Una condición que pueden tener los bebés que les impide agarrarse correctamente
- Un bebé que tiene demasiado sueño y no amamanta con la frecuencia suficiente (común en los bebés prematuros).
- Seguir un horario de alimentación estricto.
- Factores de estilo de vida como estrés, calorías insuficientes, falta de sueño y mala hidratación.
- Cirugía mamaria, como para implantes mamarios.
No hay una cantidad correcta o incorrecta de leche materna que se deba producir. Es importante enfatizar que cada persona produce una cantidad ligeramente diferente, y si no se produce lo suficiente, hay otras formas de asegurarse de que el bebé reciba la nutrición suficiente.
Por ejemplo, si hay algo de leche pero no la suficiente, se puede alimentar al bebé con el pecho y complementarlo con leche de fórmula o leche materna donada.
Pero lo más importante, es que se debe hacer lo mejor para la madre y el bebé.
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