• Los principales bancos centrales mantendrán políticas monetarias estrictas.
  • La escasez de trabajadores en mercados desarrollados no permite producir tanto sin provocar más inflación
  • La permanencia de tasas de interés altas por más tiempo, refuerza el atractivo de activos que generan ingresos.
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En BlackRock publicamos recientemente la perspectiva de mercado para la segunda mitad del 2023. El reporte establece que los principales bancos centrales mantendrán políticas monetarias estrictas en lo que llamamos un nuevo régimen macro, lo que refuerza el atractivo de activos que generan ingresos. Pero también se identifican nuevas oportunidades, evolucionando desde una visión macro a una más granular en toda clase de activos, regiones y sectores.

Por ejemplo, hay una preferencia relativa de activos emergentes –deuda y acciones– por sobre los de desarrollados, al vislumbrarse recortes de tasas de interés en estos países. También se identifican megafuerzas, como la disrupción digital de la inteligencia artificial (IA).

Nuestra visión para el resto del año se desarrolla en tres temas principales.

Los mercados se han dado cuenta que los principales bancos centrales no bajarán rápidamente las tasas, en un mundo moldeado por restricciones de suministro. En particular, la escasez de trabajadores en mercados desarrollados no permite producir tanto sin provocar más inflación. Por lo tanto, los bancos centrales se tendrán que mantener firmes.

La permanencia de tasas de política monetaria más altas por más tiempo refuerza el atractivo de activos que generan ingresos, incluyendo bonos de corto plazo.

Por ejemplo, las letras del Tesoro de Estados Unidos, a 3 meses, alcanzaron una tasa cercana al 5.6% en junio, la mayor en 22 años.

También se presentan atractivos, tanto en corto como largo plazo, en los bonos indexados a inflación, fundamentado por una visión de presiones de precio más persistentes.

El contexto actual de desafíos macro y geopolíticos no es el más propicio para activos de mayor riesgo, como las acciones, especialmente después de las subidas de comienzos de año. Sin embargo, es posible identificar nuevas oportunidades, el segundo tema, lo que requiere ser más granulares.

Si bien es aconsejable una moderada subponderación en acciones desarrolladas por los próximos 6 a 12 meses, Japón sobresale como una oportunidad, con menos restricciones de suministro y mejorías producidas por reformas corporativas.

El tercer tema es aprovechar las megafuerzas

S trata de cambios estructurales que trascienden lo macro: la disrupción digital e IA, la fragmentación geopolítica, la transición energética, el envejecimiento de la población y el futuro de las finanzas. La clave es identificar lo que los mercados han reflejado en precios y aprovechar posibles divergencias que se presenten.

Así, se sobreponderan activos ligados a IA y al desarrollo de un ciclo de inversión multisectorial y multinacional, que refuerza tanto ingresos como márgenes.

La fragmentación geopolítica, por su parte, reconfigura las cadenas de suministro, anteponiendo seguridad por sobre eficiencia. Como resultado, aumentan la inversión en tecnología, energía limpia, infraestructura y defensa.

Asimismo, hay oportunidades en la reasignación de capital para reducir emisiones, en cambios en el sistema financiero y en tendencias demográficas.

En síntesis, aunque estemos en un entorno difícil para la inversión en cuanto a condiciones macro y geopolíticas, hay nuevas oportunidades al aplicar mayor granularidad y selectividad, así como aprovechar las megafuerzas para anticipar cambios estructurales más allá del telón de fondo de corto plazo.

* Axel Christensen es director de Estrategia de Inversiones para América Latina de BlackRock.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.


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