- Aurelio Vázquez dirige una firma mexicana de diseñadores que se ha encargado de darle una nueva vida a los moteles.
- A través de la empresa DIN Interiorismo, este diseñador ha transformado los espacios de librerías, corporativos, residencias, moteles y hasta funerarias.
- Vázquez y su equipo ha creado más de 50 “love hotels” en México, y tiene otras más en Portugal y España.
No es necesario que le preguntes al primo de un amigo, pues sabemos que al menos conoces –o has oído hablar de– uno de estos moteles y hoteles capitalinos: Pirámides, Pop Life, Cuore, Kron, Pasadena, Hollywood, Gala Suites, Amala, entre otros.
Pero lo que te queremos contar en esta ocasión es que todos tienen algo en común: han sido diseñados por la firma mexicana DIN Interiorismo, dirigida por Aurelio Vázquez, y quien lleva dos décadas transformando los tradicionales moteles en “love hotels”.
Su más reciente creación es el Hotel 5to Elemento, que se estrenó hace un par de meses en la Ciudad de México sobre Periférico Sur, entre Altavista y la Glorieta de San Jerónimo. La característica principal de este espacio de amor es que cada piso tiene un concepto diferente.
Un poco de historia en moteles y hoteles de paso
La historia de DIN Interiorismo comenzó en 1991; sin embargo, los tres proyectos que marcaron su camino fueron los diseños de Casa Palacio en Antara, Polanco; una estación de radio para Grupo Imagen y el hotel Pirámides en la Narvarte. Todos estos trabajos sucedieron entre 2003 y 2006.
“Se hizo ese primer hotel y fue tan exitoso que, 15 años después de él, hemos hecho más de 50”, dijo Vázquez.
En ese momento, los moteles y hoteles de paso se fueron haciendo de mano de los empresarios, sin asesoría y copiando modelos. “Por ejemplo, llega un hotelero y pone un motel con piso cerámico, llega otro a un lado a hacerle competencia y le pone mármol, pero un tercero le pone granito. Entonces comenzó una escalada por ver quién hacía el hotel más grande, con materiales más caros y llamativos”, agregó.
Sin embargo, Vázquez y su equipo no se basaron en la competencia, sino en el usuario, sus necesidades y experiencias dentro de un hotel.
“Entonces comenzamos de cero, buscando lo que las parejas necesitan. Que los hoteles tengan personalidad, que sean fantasiosos, que generen ilusión, que sean diferentes a las casas, que sean eróticos y que lleven este erotismo a su máxima expresión. A partir de eso comenzamos a trabajar los proyectos”, señaló Vázquez.
Un motel distinto para el 14 de febrero
Desde el momento en que llegas al Hotel 5to Elemento puedes notar los cambios en comparación con moteles tradicionales. Para empezar, no entras por la parte trasera (ni siquiera tiene esa posibilidad) y, si llegas caminando, un cristal enorme y bien iluminado te da la bienvenida; es decir, no puedes esconderte… y menos si estás en Periférico.
La clásica recepción acompaña a un restaurante bar que te invita a tomar un café o una cerveza mientras escuchas música o ves algún evento deportivo. El primer piso es el de “Tierra”, el más sobrio de los que componen el edificio, pues también está pensado para familias y turismo.
Sin embargo, también tiene detalles sensuales como el resto de las habitaciones de los distintos pisos: regaderas transparentes para ver a tu pareja, o solo una parte de ella, luces colocadas para iluminar diferentes zonas del cuarto, jacuzzis, pantallas de televisión, entre otros detalles.
En el siguiente nivel encuentras las habitaciones de fuego, con su color rojo como distintivo en los pasillos y al interior de la habitación. Aquí es importante mencionar algo: en este hotel no existe el famoso “potro del amor”, sino muebles diseñados específicamente para cada cuarto. El límite es la imaginación de cada cliente.
Luego sigue el piso del agua, donde los tonos en azul marcan la atmósfera. La idea en un hotel así es que cada zona del cuarto ofrezca distintas posibilidades de placer y entretenimiento. Así que no se limiten.
El último elemento es el aire, en el cual vas a encontrarte muebles diseñados de acuerdo con este concepto. ¿Qué te parece un ventilador en el piso para recrear la icónica escena de Marilyn Monroe? Eso y más encontrarás en esta zona de tonos blancos y grises.
Cambiando conceptos
Los hoteles de paso tienen una connotación negativa. Suena a algo sórdido, pecaminoso, malo, oculto, sucio, oscuro, de infidelidad y prostitución, señala Aurelio Vázquez.
Por eso él y su equipo se enfocan en hacer proyectos que valgan la pena, y olvidarse de aquellos moteles llamados Santa María solo porque se ubican en esa colonia o Patriotismo porque están en dicha avenida. Hoteles que no son atractivos y en donde no hay una relación entre la arquitectura, el logotipo y el interior.
“Démosles un nombre, que tengan una comunicación visual, una fachada que sea un preámbulo de lo que te vas a encontrar, y que cuando llegues a la habitación te encuentres una que valga la pena, con personalidad propia”, dice el diseñador.
“No hacemos moteles y hoteles de paso, hacemos hoteles de amor. Al cambiar el nombre, la concepción cambia. Le das otro significado a un hotel que va a tener todo un concepto, un diseño pensado en los usuarios. Hay que recordar que el diseño no es un capricho o un lujo, sino una parte estratégica para que esto funcione. No me contratan para hacer esto bonito, sino para hacerlo exitoso”, agrega Vázquez.
Se trata, dice él, de sacar a los moteles y hoteles del estigma y darte cuenta de que puedes ofrecer una experiencia valiosa a cualquier persona adulta con una vida sexual activa: jóvenes universitarios, parejas que buscan romper la monotonía, personas de la tercera edad, divorciados, heterosexuales, homosexuales, bisexuales, o a gente que quiere hacer un trío, practicar sadomasoquismo o pertenece al movimiento swinger.
De Neza hasta Punta Cana
DIN Interiorismo está conformado por 18 personas, entre diseñadores de interiores, industriales, arquitectos y mercadólogos que trabajan en cuatro coordinaciones. Sus oficinas están en Lomas de Tecamachalco. Aurelio Vázquez es director general y creativo.
“Ahora hacemos de todo, y cuando digo de todo hablo desde funerarias hasta librerías religiosas, de moteles y hoteles de paso a hoteles de turismo, de estaciones de radio a corporativos y viviendas que van desde departamentos de 150 metros cuadrados hasta casas de nueve mil”, señaló Vázquez.
«El primer hotel Pirámides lo hicimos pensando en el cliente y resultó que fue todo un éxito. Ahora ya hasta lo veo fresa», comenta agregó.
Ahora puede presumir que tiene hoteles de amor por toda la Ciudad de México, desde Ciudad Neza e Iztacalco hasta Tlalpan en Insurgentes, pero también en Puerto Vallarta, Cancún, Mérida, Campeche, Tuxtla Gutiérrez e incluso en España, Portugal y República Dominicana.
Aquí encuentras la lista completa.
“Nosotros hacemos un espacio para que la gente tenga fantasías, un lugar lúdico, un lugar erótico, cachondo, para que venga quien quiera. El gran cambio es poner el tema sobre la mesa, quitarle la hipocresía. Si los jóvenes tienen relaciones o se ponen el cuerno, eso no es culpa de los moteles”, señala Aurelio Vázquez.
Experiencias únicas
La mayor diversión del hotel 5to Elemento la puedes encontrar en su último piso, nivel que conjuga todas las características de los anteriores, pero en espacios más amplios y dignos no solo para una noche, sino para todo un fin de semana.
Por ejemplo, un jacuzzi con techo retráctil para hace el amor en una terraza viendo las estrellas, la luna o el cielo nocturno. Un ventanal que da directo al segundo piso del periférico para que desates tus pasiones exhibicionistas. Dos habitaciones conectadas por un amplio jacuzzi para que se arme la fiesta con tus amigos o con quien quieras.
“Nosotros queremos retar a la gente a que vea que hay un buffet de posibilidades y que sepa lo que puede hacer ahí. Se trata de decirles que vengan a nuestros hoteles para que no se sientan en casa, para que te sientas en otro lugar, para que tengas libertad; de gritar, bailar, brincar y hacer lo que quieras”, señala el empresario mexicano.
“Finalmente, si vas saliendo del hotel de paso, no te avergüences; vergüenza es robar, tú vienes de hacer el amor”, concluye Vázquez.
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